Evan Gershkovich, incansable reportero estadounidense condenado por Rusia
ershkovich, de 32 años, había sido condenado el 19 de julio a 16 años de prisión en Rusia
El periodista estadounidense Evan Gershkovich, que pasó más de un año preso en Rusia y fue condenado por acusaciones de espionaje, se forjó una reputación de reportero todoterreno, decidido a relatar, pese a los riesgos la vida en un país trastocado desde el inicio de la ofensiva en Ucrania.
Corresponsal del Wall Street Journal, y que previamente había trabajado para AFP en Moscú, fue liberado este jueves junto a su compatriota Paul Whelan, exmarine, en uno de los mayores intercambios de prisioneros entre Rusia y Occidente desde la Guerra Fría según la presidencia turca.
Un total de 26 presos de Estados Unidos, Alemania, Polonia, Eslovenia, Noruega, Bielorrusia y Rusia habrían beneficiado del canje "llevado a cabo" por la Agencia de Inteligencia Turca (MIT), afirma la misma fuente.
De momento las autoridades estadounidenses no confirmaron el intercambio aunque este fue ampliamente cubierto por los canales de televisión. El Kremlin declinó hacer comentarios.
Gershkovich, de 32 años, había sido condenado el 19 de julio a 16 años de prisión en Rusia tras un juicio expeditivo y a puerta cerrada.
Fue arrestado a finales de marzo de 2023 en Ekaterimburgo, en los Urales, en un caso de una gravedad sin precedentes para un periodista extranjero desde el fin de la URSS.
Gershkovich fue acusado por las autoridades rusas de "espionaje" por haber recopilado información sobre una importante fábrica de tanques rusa en nombre de la CIA.
Él, su familia, empleador y Estados Unidos siempre rechazaron estas acusaciones, que Rusia nunca probó, y calificaron el caso como ficticio.
En detención provisional en Moscú, en la prisión de Lefortovo, Gershkovich explicó en sus cartas en los últimos meses que sufría de la monotonía de su detención.
También contaba cómo mantenía el ánimo, añadiendo toques de humor en sus cartas y mencionando que estaba al tanto de los últimos rumores sobre las carreras y las vidas amorosas de sus amigos.
También decía estar esperando su condena para ser transferido a una colonia penitenciaria donde teóricamente debería tener más actividades e interacciones sociales, además de poder ver más a menudo el cielo. En Lefortovo los detenidos están aislados y su celda 23 horas al día.
Durante audiencias en las que se permitió a la prensa filmarlo unos minutos, sin dirigirsele la palabra, el reportero recibía a los periodistas que conocía con una sonrisa o haciendo un signo de corazón con las manos.
- Resilencia y fuerza inquebrantable -
En diciembre de 2023 su familia expresó con admiración su "resiliencia y fuerza inquebrantable" en una carta publicada por el Wall Street Journal.
A diferencia de muchos periodistas estadounidenses que dejaron Rusia tras la invasión a Ucrania en febrero de 2022, Gershkovich decidió continuar con sus reportajes.
Comprometido a describir cómo vivían los rusos el conflicto, habló con familiares de soldados muertos, críticos del presidente Vladimir Putin, y examinó los efectos de las sanciones en la economía rusa.
Durante su arresto en Ekaterimburgo parecía estar trabajando en temas sensibles como la industria armamentista rusa y el grupo paramilitar Wagner.
Originario de Nueva Jersey, cerca de Nueva York, Gershkovich se había destacado por la calidad de sus reportajes en Rusia, un país cuyas reglas y creencias conocía bien. Sus padres, judíos soviéticos que huyeron de la URSS a finales de los años 1970, se las habían transmitido.
Graduado en inglés y filosofía, elegió hacer el camino inverso y mudarse a Rusia.
En 2017 dejó un trabajo como asistente de redacción en el New York Times para unirse al Moscow Times, el principal medio en inglés en Moscú, prohibido en julio por la justicia rusa.
Durante cuatro años, informó sobre la represión de la oposición, desastres ecológicos, los estragos del covid y tradiciones rusas, como el arte del bania, baño de vapor ruso al que asistía asiduamente.
De carácter abierto y siempre propenso a reír, sabía "hacer sentir a gusto a todas sus fuentes, porque siempre sentían que le importaban profundamente sus historias", contaba en abril de 2023 a AFP Pjotr Sauer, periodista del diario británico The Guardian y amigo cercano de Gershkovich.
Aficionado al fútbol, también se sumergió en la historia del Sheriff Tiraspol, un club de la región separatista prorrusa moldava de Transnistria, que participó en la Liga de Campeones en 2021.
A principios de 2022 se unió al Wall Street Journal, unas semanas antes de la invasión rusa a Ucrania.
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