Blinken y los enviados de Japón, Australia e India hablan sobre seguridad marítima en Asia-Pacífico
Fortalecimiento de la cooperación internacional en seguridad marítima y cibernética
Diplomáticos destacados de Japón, Estados Unidos, Australia e India reunidos el lunes en Tokio presentaron una serie de medidas para reforzar la seguridad marítima y la ciberseguridad y para apoyar a otros países de la región Asia-Pacífico a mejorar sus defensas durante crecientes tensiones en los mares regionales.
Tras su reunión, la anfitriona, la ministra japonesa de Exteriores Yoko Kamikawa; el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken; la ministra australiana de Exteriores, Penny Wong, y el ministro indio de Asuntos Exteriores, Subrahmayam Jaishankar, dijeron estar "gravemente preocupados" por las tensiones y expresaron su "firme oposición" a cambios unilaterales en el status quo conseguidos a través de la coacción.
Pusieron como ejemplo "la militarización de aspectos disputados y las maniobras coercitivas e intimidantes en el Mar de China Meridional", aunque evitaron cuidadosamente mencionar a China en su comunicado conjunto.
Varios gobiernos regionales disputan las amplias reclamaciones territoriales de Beijing en el Mar de China Meridional, donde hay rutas mercantes cruciales y posibles reservas energéticas. China también reclama como su territorio a la autogobernada Taiwán, que considera susceptible de ser anexionada por la fuerza si es necesario.
En lo que se conoce como reuniones del Quad, los cuatro ministros acordaron una serie de iniciativas para contrarrestar ciberataques, garantizar la seguridad marítima y lidiar con la desinformación. También anunciaron un apoyo mayor a otros países, incluidas islas en el sureste asiático y el Pacífico, para ampliar su capacidad en esas zonas conforme el Quad intenta expandir sus acuerdos.
Los ministros tienen previsto iniciar un diálogo legal marítimo centrado en el derecho internacional del mar. Dijeron estar decididos a contribuir para mantener un orden marítimo libre y abierto de acuerdo a la Convención de Naciones Unidas sobre la Ley del Mar en los océanos Índico y Pacífico y mejorar la cooperación y la coordinación al respecto.
Sus iniciativas incluían apoyo a instalar una red segura de telecomunicaciones en Palau y reforzar la capacidad de ciberseguridad en Filipinas e India, según el comunicado conjunto. Los diplomáticos reiteraron su compromiso con mejorar la conectividad de la región a través de infraestructura resiliente como cables submarinos.
"Estamos comprometidos con poner nuestros recursos colectivos, nuestra fuerza colectiva, para trabajar en beneficio de la gente en toda la región que compartimos", dijo Blinken en una conferencia de prensa tras las conversaciones. "Seguimos trabajando con socios para asegurar que la libertad de navegación, sobrevuelo, el flujo sin trabas del comercio marítimo legal, que estos siguen adelante. Son críticos para la seguridad de la región. Son críticos para su prosperidad continuada".
Kamikawa dijo que la seguridad marítima en la región es cada vez más inestable, de modo que hacen falta más unidad y cooperación que nunca entre los países del Quad para garantizar un orden internacional abierto y basado en reglas.
Sin identificar a China, Kamikawa dijo que las tensiones escalaban en "una cierta región" y que los ciberataques de "cierto país" podrían expandirse fácilmente a otros países e incrementar sus riesgos.
"Para tener prosperidad en la región, debemos garantizar la estabilidad de la fundación en los dominios marítimo, cibernético y espacial", señaló. "Las naciones del Quad aspiramos a proteger los cimientos de la prosperidad en el Indo-pacífico mientras intentamos conseguir una comunidad internacional de coexistencia y coprosperidad".
La ministra australiana, Wong, dijo que los países del Quad trabajaban para conseguir una región gobernada por "normas y reglas aceptadas donde todos nosotros podemos cooperar, podemos comerciar y prosperar" y donde "la soberanía se respeta y la competencia se gestiona de manera responsable".
Las conversaciones tuvieron lugar después de que Japón y Estados Unidos celebraran una reunión de seguridad en la que describieron a China como "el desafío estratégico más grande". Acordaron incrementar su cooperación militar con mejoras en sus estructuras de mando y reforzando la producción y reparación japonesa de armas con licencia estadounidense.