Rusia advierte de posibles medidas no especificadas ante vuelos de drones de EEUU sobre el mar Negro
'La OTAN será responsable de cualquier confrontación'
El ministro de Defensa de Rusia ordenó a sus funcionarios que preparen una "respuesta" a los vuelos de drones estadounidenses sobre el mar Negro, dijo el ministerio el viernes, en una aparente advertencia de que Moscú podría emprender acciones contundentes contra los aviones de reconocimiento de Estados Unidos.
El Ministerio señaló el reciente "aumento en la actividad" de los aviones no tripulados estadounidenses sobre el mar Negro y apuntó que "llevan a cabo la inteligencia y la orientación de las armas de precisión entregadas al ejército ucraniano por los países occidentales para atacar instalaciones rusas".
"Esto demuestra una mayor implicación de Estados Unidos y de otros países de la OTAN en el conflicto en Ucrania del lado del régimen de Kiev", apuntó el ministerio en un comunicado.
Además, indicó que "este tipo de vuelos incrementa de forma significativa la probabilidad de incidentes con aviones militares rusos, lo que aumenta el riesgo de confrontación directa entre la alianza y la Federación Rusa".
"Los miembros de la OTAN serán los responsables de ello", agregó.
De acuerdo con el ministerio, el titular de Defensa, Andrei Belousov, ha ordenado al Estado Mayor que "realice propuestas sobre medidas de respuesta operativa a las provocaciones".
Washington y Moscú ya se han enfrentado antes por la presencia de aviones no tripulados estadounidenses en el mar Negro. En 2023, un caza ruso dañó un dron estadounidense en la zona haciendo que chocase. Un nuevo incidente de ese tipo podría avivar aún más las tensiones por la guerra en Ucrania.
El 14 de marzo de 2023, un avión de combate Su-27 de las fuerzas aéreas rusas interceptó y dañó un dron U.S. MQ-9 Reaper, que acabó estrellándose en el mar Negro. Fue el primer enfrentamiento directo entre las fuerzas de ambos países desde la Guerra Fría.
El Pentágono y el Mando Europeo de Estados Unidos dijeron entonces que dos Su-27 rusos arrojaron combustible sobre el MQ-9, que realizaba labores de vigilancia rutinarias en el espacio aéreo internacional. Moscú, por su parte, indicó que la aeronave volaba cerca de la frontera rusa y entró en una zona que había sido marcada como de exclusión por las autoridades rusas.
Rusia ha prohibido los vuelos en amplias zonas próximas a Crimea. Desde que se anexionó de forma ilegal la península en 2014 y mucho antes de su invasión de Ucrania en febrero de 2022, Moscú a acusado a los aviones de vigilancia estadounidenses de volar demasiado cerca de sus fronteras ignorando sus avisos.
La declaración del viernes se produjo luego de un ataque ucraniano sobre Sebastopol durante el fin de semana con misiles ATACMS de fabricación estadounidense, que dejó cuatro muertos y alrededor de 150 heridos, según las autoridades rusas.
El Kremlin dijo que Washington estuvo implicado directamente en el operativo al proporcionar información de inteligencia y sobre objetivos y advirtió de posibles represalias.