El tráfico se reanuda en el transitado puerto de Baltimore tras la retirada del puente derruido
Esperanzas para la economía local y nacional
Las autoridades esperan que el tráfico naviero mercante pronto vuelva a la normalidad en el puerto de Baltimore, después de que el canal se reabriera por completo esta semana por primera vez desde el colapso del puente Francis Scott Key.
"Vuelven a estar en funcionamiento, listos para recibir los barcos portacontenedores más grandes que paran allí", dijo el martes por la tarde el contralmirante de la Guardia Costera Shannon Gilreath durante una conferencia de prensa virtual.
Algunas compañías de transporte redirigieron sus cargamentos a otros puertos tras el letal colapso del puente en marzo. El desastre paralizó la mayor parte del tráfico marítimo en el bullicioso puerto de Baltimore, mientras los equipos trabajaban a todas horas para retirar las aproximadamente 50,000 toneladas de acero y concreto caídas al río Patapsco, un esfuerzo de unos 100 millones de dólares en el que participaron agencias federales, estatales y locales, según funcionarios.
Es probable que las empresas que evitaron Baltimore durante las labores de limpieza regresen ahora que el canal ha recuperado su profundidad y anchura anteriores, según las autoridades. El puerto de la ciudad procesa más autos y equipamiento agrícola que ningún otro de Estados Unidos.
Todo ese tráfico comercial desviado "le corresponde a Baltimore ahora", dijo el secretario estadounidense de Transportes, Pete Buttigieg. "Tenemos todos los indicios de que esto es lo que está ocurriendo, pero reforzaremos esa expectativa hablando con otras partes en toda la cadena de suministro".
Los trabajadores pudieron reabrir partes del tramo más profundo del canal en fases, y en las últimas semanas restablecieron parte del tráfico mercante. Ya han pasado algunos cruceros y portacontenedores grandes, según las autoridades.
Miles de estibadores, camioneros y pequeños empresarios han visto sus empleos afectados por el derrumbe y sus efectos económicos, que se extienden mucho más allá de la región de Baltimore.
Las autoridades estimaron que las operaciones de limpieza costarían hasta 75 millones de dólares, mientras que la intervención de la Guardia Costera ha costado 24 millones de dólares hasta la fecha.
Reconstruir el puente podría costar casi 2,000 millones de dólares, según han dicho las autoridades. Aspiran a completarlo para 2028.
El gobierno de Biden autorizó 60 millones de dólares en ayudas federales inmediatas, a las que Buttigieg se refirió como "un pago adelantado para el trabajo por venir". Toda esa ayuda se ha adjudicado, indicó la subdirectora de despacho de la Casa Blanca, Natalie Quillian.
El presidente Joe Biden ha prometido que el gobierno federal cubrirá todo el coste de reconstruir el puente, aunque las autoridades dicen que la financiación todavía está pendiente de aprobación en el Congreso.
En un comunicado el martes, Biden elogió la labor de todos los implicados en las labores de recuperación hasta ahora.
"Baltimore puede contar con que estaremos con ellos a cada paso del camino, y seguiremos apoyándoles hasta que el puente esté reconstruido", afirmó.
El carguero Dali se estrelló contra un pilar de apoyo crucial del puente Francis Scott Key la madrugada del 26 de marzo, lo que hizo que un tramo se derrumbara y seis trabajadores de mantenimiento de carreteras murieran. El barco se había quedado sin energía poco después de zarpar de Baltimore hacia Sri Lanka.
Una investigación de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte concluyó que el barco había sufrido apagones antes de iniciar su viaje, aunque aún no se ha determinado con precisión el origen de los problemas eléctricos. El FBI también realiza una pesquisa penal sobre las circunstancias que llevaron al derrumbe.
El Dali se quedó bloqueado en mitad de los restos durante casi dos meses, con una enorme sección de acero atravesada en su proa dañada. El 20 de mayo, el barco fue reflotado y guiado de vuelta a puerto. Eso permitió que las autoridades abrieran un canal de 15 metros (50 pies) de profundidad y 122 metros (400 pies) de ancho, lo bastante grande para la mayoría de las embarcaciones comerciales más grandes.
El canal federal mide en total 213 metros (700 pies) de ancho. El tráfico en dos direcciones puede reanudarse ahora que se ha reabierto, según las autoridades. También se levantarán los requisitos adicionales de seguridad ahora que se ha ampliado el ancho de la vía.