EEUU pide a Irán que detenga las entregas de armas a hutíes para atacar barcos
Llamados a la acción en el Consejo de Seguridad de la ONU
Estados Unidos pidió el lunes a Irán que detenga sus entregas de una cantidad "sin precedentes" de armamento a los rebeldes hutíes que permite a sus combatientes realizar "ataques imprudentes" contra barcos en el mar Rojo y otros lugares.
El viceembajador estadounidense Robert Wood dijo al Consejo de Seguridad de la ONU que si quiere hacer progresos para poner fin a la guerra civil en Yemen, debe actuar de forma colectiva para "pedir a Irán que detenga su papel desestabilizador e insistir en que no puede esconderse detrás de los hutíes".
Hay amplias pruebas de que Irán proporciona armas avanzadas, como misiles balísticos y de crucero, a los hutíes, una violación de sanciones de Naciones Unidas.
"Para recalcar las preocupaciones del consejo sobre las violaciones continuadas del embargo armamentístico, debemos hacer más por reforzar el cumplimiento y disuadir a los infractores de sanciones", dijo Wood.
Los hutíes dicen que sus ataques contra el tráfico naviero en el mar Rojo y el golfo de Adén pretenden presionar a Israel para que ponga fin a su guerra con Hamás en Gaza, que ha matado a más de 35,000 palestinos. La guerra comenzó después de que milicianos liderados por Hamás atacaran a Israel el 7 de octubre, mataran a 1,200 personas y tomaran 250 rehenes.
Desde noviembre, los hutíes han hecho más de 50 ataques contra barcos, han tomado un barco y hundieron otro, indicó el mes pasado la Administración Marítima de Estados Unidos.
Los ataques hutíes han remitido en los últimos meses, en los que los rebeldes han sido blanco de una campaña de bombardeos liderada por Estados Unidos en Yemen. El tráfico mercante en el mar Rojo y el golfo de Adén ha declinado debido a la amenaza.
Hans Grundberg, enviado especial de Naciones Unidas para Yemen, advirtió al consejo que las "hostilidades continúan" aunque se hayan reducido los ataques a embarcaciones mercantes y militares en el mar Rojo, el golfo de Adén y el océano Índico, y hayan descendido los ataques aéreos estadounidenses y británicos contra objetivos en Yemen.
Grundberg mencionó un anuncio de los hutíes de que "expandirán el alcance de los ataques", un comunicado que tachó de "preocupante provocación en una situación ya volátil".
El embajador ruso, Vassily Nebenzia, dijo al consejo que el anuncio israelí el 6 de mayo de que emprendería su operación militar en la ciudad de Rafah, en el sur de Gaza y donde se habían cobijado 1,2 millones de palestinos, impulsaba la escalada en la región.
"No hay duda de que esto tendrá un impacto sobre la situación en las aguas circundantes de Yemen", dijo, señalando la oposición de los hutíes a los ataques israelíes que lastiman a civiles palestinos.
"Pedimos un rápido cese de los ataques a buques mercantes y cualquier otra acción que complique la navegación marítima", añadió Nebenzia.
El embajador ruso criticó con dureza a Estados Unidos y sus aliados occidentales y afirmó que sus "agresivos ataques completamente injustificados" en Yemen incumplen la Carta de Naciones Unidas y complican más una situación ya difícil en el mar Rojo.
La guerra entre los hutíes y las fuerzas progobierno en Yemen, respaldadas por una coalición de estados del Golfo Pérsico, comenzó en 2014. Los hutíes hicieron una ofensiva desde las montañas, tomaron buena parte del norte de Yemen y la capital del país, Saná, y obligaron al gobierno con reconocimiento internacional a huir al exilio en Arabia Saudí. Desde entonces, más de 150.000 personas han muerto por la violencia y tres millones de personas se han visto desplazadas.
Los combates han remitido de forma considerable en Yemen desde que se alcanzó una tregua en abril de 2022, pero aún hay focos de violencia en todo el país.
Grundberg recordó que en diciembre, los hutíes y el gobierno "dieron un paso valiente hacia una solución pacífica" al acordar una serie de compromisos que proporcionarían un cese el fuego en todo el país, garantizarían una ayuda humanitaria que se necesita con desesperación e iniciarían un proceso político para resolver el conflicto.
Sin embargo, el responsable humanitario de la ONU, Martin Griffiths, informó de niveles "alarmantemente altos" de grave falta de alimento en todo el país que se esperaba que empeorase durante la temporada de menor producción de cosechas, a partir de junio.
Griffiths también expresó una grave preocupación por el rápido deterioro del brote de cólera. Mencionó reportes de unos 40,000 casos posibles de cólera y más de 160 muertes, así como un "brusco incremento" desde el mes pasado, especialmente en zonas controladas por los hutíes, donde "se reportan cientos de casos nuevos todos los días".