Estudiantes del MIT vuelven a protestar pese a represalias del centro y acusación de Biden
Los manifestantes marcharon alrededor del campus y ocuparon escalinatas del edificio principal
Estudiantes del reconocido Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés) ocuparon este viernes las escalinatas del edificio principal de esa universidad y marcharon alrededor del campus para reafirmarse en que seguirán protestando por la guerra en Gaza.
Los alumnos aseguraron que "ni las represalias de la administración universitaria ni las reprimendas" esta semana del presidente Joe Biden, que los acusó de antisemitismo, evitarán que continúen manifestándose en favor de Palestina.
La administración del MIT ordenó la dispersión de una protesta de estos estudiantes el jueves que se saldó con 9 detenidos y esta madrugada permitió la entrada de la Policía antidisturbios en el campus para desmantelar el campamento que los alumnos habían establecido.
Una de las arrestadas ayer, Ruth Hanna, dijo a Efe que no van a ceder en sus reivindicaciones ni por los comentarios de Biden -en la protesta muchos estudiantes vestían kipá- ni por el hecho de que el MIT esté suspendiendo y expulsando de sus residencias universitarias a alumnos involucrados en las protestas.
"Los estudiantes estamos luchando y no vamos a parar hasta que se haga justicia con Palestina. Tenemos poder y vamos a seguir usándolo", afirmó la estudiante y también líder sindical.
Hanna lamentó la "brutalidad policial" durante los arrestos y el desalojo del campamento: "No estamos asustados. Esta represión hace nuestro movimiento más grande y fuerte", presumió.
"El MIT funciona porque nosotros lo hacemos funcionar", "tenemos el poder para cerrarlo" y "si no conseguimos justicia, ellos no tendrán paz", eran algunas de las consignas que gritaban los manifestantes.
Otro joven sindicalista, Cecil Carey, se dirigió a la multitud sentenciando: "No nos vamos a mover de aquí. Nos pueden suspender y marearnos con reuniones, pero no les va a funcionar. Puedes arrestar a los estudiantes, pero no puedes detener un movimiento".
Una de las estudiantes suspendidas, Hannah Didehbani, criticó que después de "siete meses de genocidio", el MIT "ignora" sus demandas y acusó a la institución de "colaborar" en investigaciones encargadas por el Ministerio de Defensa de Israel.
El MIT ha recibido 4 millones de dólares recientemente por parte de Israel debido a estos trabajos conjuntos, lo que realmente para este macrocentro educativo, con unos 3,500 millones de presupuesto anual, no son más que unos "peniques", según Didehbani.
Pero al MIT "le importa más tener libertad en términos académicos" que ser cómplice de un genocidio, sugirió Didehbani, y concluyó: "No vamos a parar hasta que se acaben todas las relaciones del MIT con el Ministerio de Defensa de Israel".