EEUU anuncia otra ronda de cancelación de préstamos estudiantiles bajo un nuevo plan de amortización
El Plan SAVE es una versión actualizada del plan federal de amortización
El gobierno de Joe Biden cancelará los préstamos estudiantiles de otras 206,000 personas como parte de un nuevo plan de reembolso que ofrece una vía más rápida para la condonación de la deuda.
El Departamento de Educación anunció la última ronda de cancelaciones el viernes en una actualización sobre los avances de su plan SAVE. Cada vez son más los que pueden optar a condonar sus préstamos tras pagar durante 10 años, un nuevo límite para algunos préstamos que llega una década antes que en los planes anteriores.
Las dos nuevas demandas que cuestionan la legalidad del plan empañan las cancelaciones. Dos grupos de estados controlados por el Partido Republicano, encabezados por Kansas y Missouri, presentaron recientemente demandas federales alegando que el gobierno se extralimitó en su autoridad al crear la opción de reembolso.
"Desde el primer día de mi gobierno, prometí luchar para garantizar que la educación superior sea un boleto hacia la clase media, no una barrera a las oportunidades", afirmó Biden en un comunicado. "Nunca dejaré de trabajar para cancelar la deuda estudiantil, no importa cuantas veces funcionarios electos republicanos traten de frenarnos".
Con esta última acción, el Departamento de Educación ha aprobado ya la cancelación de unos 360,000 préstamos a través de un nuevo plan de amortización, con un importe total de 4,800 millones de dólares.
El Plan SAVE es una versión actualizada del plan federal de amortización disponible desde hace décadas, pero con condiciones más generosas.
En la década de 1990, el Congreso creó el primer plan de reembolso en función de los ingresos para quienes tenían dificultades para cumplir con los pagos de los planes convencionales. Limitaba las aportaciones mensuales a un porcentaje de los ingresos y cancelaba cualquier deuda impagada después de 25 años. Más tarde se añadieron planes similares, que ofrecían la cancelación tras 20 años.
Alegando que en la actualidad los prestatarios necesitan aún más ayuda, la Casa Blanca fusionó la mayoría de esos planes en una única opción con mejores condiciones.