EEUU: Miles más de vendedores de armas deberán realizar revisiones de antecedentes
La medida tiene como objetivo cerrar un recoveco legal que ha permitido que decenas de miles de armas de fuego sean comercializadas por vendedores sin licencia que no llevan a cabo revisiones de antecedentes
Miles más de vendedores de armas de fuego de todo Estados Unidos tendrán que revisar los antecedentes de posibles compradores en exhibiciones y otros lugares fuera de las tiendas físicas, según una norma del gobierno federal próxima a entrar en vigor.
La medida tiene como objetivo cerrar un recoveco legal que ha permitido que decenas de miles de armas de fuego sean comercializadas cada año por vendedores sin licencia que no llevan a cabo revisiones de antecedentes para asegurarse de que el posible comprador tiene permiso legal para poseer un arma. Los grupos defensores del derecho a la tenencia de armas tienen previsto impugnar la norma en los tribunales.
Se trata del más reciente intento del gobierno del presidente Joe Biden de combatir la violencia con armas de fuego. Pero en año electoral, es también un intento de mostrarle a los votantes —en especial a los más jóvenes, entre quienes la violencia por armas de fuego tiene un mayor impacto— que la Casa Blanca está tratando de poner fin a las muertes.
"Esto va a mantener las armas de fuego lejos de las manos de los delincuentes y de quienes cometen actos de violencia doméstica", dijo Biden en un comunicado. "Y mi gobierno seguirá haciendo todo lo que podamos para salvar vidas. El Congreso necesita culminar el trabajo y aprobar ahora una iniciativa de revisión universal de antecedentes".
La regla, finalizada esta semana, deja claro que cualquier persona que venda armas de fuego predominantemente con fines de lucro debe contar con un permiso federal y realizar revisiones de antecedentes, sin importar si lleva a cabo sus ventas por internet, en exhibiciones o en un establecimiento físico, dijo el secretario de Justicia, Merrick Garland, a la prensa.
Biden ha hecho del combate a la violencia un punto central de su gobierno y su campaña de reelección, y ha creado la Oficina de la Casa Blanca para la Prevención de la Violencia por Armas de Fuego, la cual es supervisada por la vicepresidenta Kamala Harris. Biden también ha instado al Congreso a que prohíba las llamadas armas de asalto, un tema que los demócratas eludieron hace apenas unos años.
La medida posiblemente enfrente impugnaciones en los tribunales por parte de los defensores del derecho a la tenencia de armas, quienes creen que el mandatario arremete injustamente contra los poseedores de armas de fuego. La Asociación Nacional del Rifle (NRA por sus iniciales en inglés) difundió un comunicado en el que indicó que "ya realiza gestiones para usar todos los medios a su disposición para impedir esta norma ilegítima".