Los tribunales, protagonistas en la lucha contra el cambio climático
Una mirada a las demandas contra empresas y gobiernos por su papel en la crisis
Cada vez es más frecuente que la batalla contra el cambio climático se libre en los tribunales, ya que los gobiernos, las leyes y las empresas también son objeto de demandas por su papel en la crisis.
El martes, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) dictaminó que Suiza no estaba haciendo lo suficiente para hacer frente al cambio climático, su primera sentencia de este tipo contra un Estado, después de que una asociación de mujeres presentara un recurso legal.
A continuación, algunos antecedentes y opiniones de analistas sobre demandas climáticas en todo el mundo.
Explosión de demandas
El número de casos judiciales relacionados con el cambio climático se duplicó entre 2017 y 2022, según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y el Centro Sabin de Derecho del Cambio Climático de la Universidad de Columbia.
A mediados de diciembre se habían presentado más de 2,500 casos en todo el mundo, según el informe anual del Centro Sabin, con más de 1.600 en Estados Unidos.
De los casos presentados, 135 correspondían a países en desarrollo, incluidos los denominados Pequeños Estados Insulares en Desarrollo, naciones remotas cuyas tierras son unas de las más amenazadas por el cambio climático.
"¿Por qué siguen aumentando los litigios climáticos? Porque la crisis climática está creciendo en su intensidad, en su inmediatez", dijo a la AFP Michael Burger, director ejecutivo del Centro Sabin. "Y porque la acción gubernamental y empresarial es inadecuada para hacer frente al momento", añadió.
Según el último informe del Instituto Grantham de Investigación sobre Cambio Climático de Londres, parece que el número de demandas presentadas se ha frenado en el último año, aunque aún es pronto para saberlo con certeza.
Eficacia
Los litigios sobre el cambio climático han afectado el "resultado y la ambición de la gobernanza climática", escribieron expertos del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) de la ONU en un informe el año pasado, agregando que los casos exitosos también sirven como una forma de presión externa sobre los gobiernos.
Urgenda, una organización ambientalista de los Países Bajos, logró una notable victoria en el Tribunal Supremo holandés en 2019, en la que los jueces ordenaron al gobierno que redujera sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 25 % para finales del año siguiente.
Según Catherine Higham, investigadora del Instituto Grantham, posteriormente se introdujeron políticas gubernamentales "explícitamente relacionadas con el caso".
"Un arma de doble filo"
Pero varios casos de alto perfil no han tenido éxito. Y quienes buscan un futuro más ecológico no son los únicos que hacen juicios: las empresas que emiten grandes cantidades de gases están empezando a presentar demandas contra leyes respetuosas con el clima a las que se oponen.
"Los litigios son un arma de doble filo", afirma Higham.
"Los que se benefician del statu quo harán lo que puedan para preservar sus beneficios, y eso incluirá acudir a los tribunales", añadió Burger.
Además, los activistas pueden encontrarse en el punto de mira de demandas relacionadas con protestas molestas, aunque "por lo general, los jueces han tenido en cuenta la crisis climática", según un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
Empresas objetivo
Además de los gobiernos, las propias empresas también pueden ser objeto de demandas, en las que los litigantes presionan para que se les indemnice y se modifique su comportamiento empresarial.
En otra histórica sentencia en Países Bajos, Shell fue condenada en 2021 a reducir sus emisiones de CO2 en un 45% para 2023, una decisión que la petrolera está apelando.
Una nueva estrategia empleada por los activistas del cambio climático es el llamado "lavado verde", que acusa a empresas u organizaciones de prácticas engañosas que ocultan su verdadera huella medioambiental.
La FIFA es una de las acusadas de esta práctica.
Datos sólidos
Los científicos son cada vez más capaces de establecer vínculos entre el cambio climático y los fenómenos meteorológicos extremos concretos, así como el papel de determinadas industrias altamente emisoras -desde la extracción de petróleo a la minería o la producción de cemento- en el cambio climático, datos que se suelen utilizar en los pleitos.
En junio, un condado del estado de Oregón, en el noroeste de Estados Unidos, demandó a varias grandes petroleras internacionales por 51.000 millones de dólares en concepto de daños y perjuicios después de que una "cúpula de calor" cubriera el noroeste del país en 2021.
Derechos humanos
Los derechos humanos también ocupan un lugar central en algunos casos, a menudo en relación con los derechos de las personas a la salud y el bienestar o a un medio ambiente limpio.
Este tipo de argumentos se presentan con frecuencia en casos ante tribunales internacionales, como el TEDH.
No vinculante, pero influyente
Incluso cuando las decisiones no son vinculantes, pueden influir en las actitudes y políticas de los gobiernos de todo el mundo.
Actualmente, los activistas esperan opiniones consultivas de la Corte Internacional de Justicia y del Tribunal Internacional del Derecho del Mar sobre las obligaciones de los Estados en materia climática.
"Aunque estas opiniones no son vinculantes, tienen un gran potencial para configurar el futuro desarrollo de la legislación sobre el cambio climático", según el Instituto Grantham de Investigación.