ONU aprueba resolución que respalda los intentos para asegurar que la IA sea segura
Resolución reconoce la importancia de regular la inteligencia artificial para garantizar su uso responsable
La Asamblea General aprobó el jueves la primera resolución de Naciones Unidas sobre inteligencia artificial, brindando apoyo global a un empeño internacional para garantizar que la nueva y poderosa tecnología beneficie a todas las naciones, respete los derechos humanos y sea "segura y digna de confianza".
La resolución, patrocinada por Estados Unidos y copatrocinada por 123 países —incluido China—, fue adoptada por consenso con un golpe de mazo y sin votación, lo que significa que cuenta con el apoyo de los 193 países miembros de la ONU.
La vicepresidenta estadounidense Kamala Harris y el asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, calificaron la resolución de "histórica" por establecer principios para utilizar la inteligencia artificial de forma segura. El secretario de Estado Antony Blinken consideró que se trata de "una iniciativa histórica y un enfoque global sin precedentes para el desarrollo y uso de esta poderosa tecnología emergente".
"La inteligencia artificial debe ir en interés del público; debe ser adoptada y perfeccionada de una forma que proteja a todo el mundo de posibles daños y asegure que todos puedan disfrutar de sus beneficios", manifestó Harris en un comunicado.
En la reunión de gobernantes mundiales en la Asamblea General en septiembre pasado, el presidente estadounidense Joe Biden dijo que su país planea trabajar con competidores en todo el mundo para asegurar que la IA sea aprovechada "para el bien a la vez que se protege a nuestros ciudadanos de este riesgo profundísimo".
Durante los últimos meses, Estados Unidos trabajó con más de 120 países en la ONU —incluidos Rusia, China y Cuba— para negociar el texto de la resolución aprobada el jueves.
"En un momento en que el mundo parece estar de acuerdo en poco, tal vez el aspecto más silenciosamente radical de esta resolución es el amplio consenso forjado en nombre de lograr progresos", le dijo la embajadora estadounidense Linda Thomas-Greenfield a la asamblea poco antes de la votación.
"Naciones Unidas y la inteligencia artificial son contemporáneas, ambas nacidas en los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial", manifestó. "Ambas han crecido y evolucionado en forma paralela. Hoy en día, en un momento en que la ONU y la IA finalmente se entrecruzan, tenemos la oportunidad y la responsabilidad de elegir como una comunidad global unida gobernar esta tecnología en lugar de permitir que nos gobierne".
En una conferencia de prensa posterior a la votación, embajadores de las Bahamas, Japón, Holanda, Marruecos, Singapur y el Reino Unido respaldaron con entusiasmo la resolución, sumándose a la embajadora estadounidense, que lo llamó "un buen día para Naciones Unidas y un buen día para el multilateralismo".
La resolución tiene como objetivo cerrar la brecha digital entre los países ricos desarrollados y los países en desarrollo más pobres, y garantizar que todos estén en la mesa de debates sobre la IA. También pretende garantizar que los países en desarrollo tengan la tecnología y las capacidades para aprovechar los beneficios de la IA, incluyendo la detección de enfermedades, la predicción de inundaciones, la ayuda a los agricultores y la capacitación de la próxima generación de trabajadores.
La resolución reconoce la rápida aceleración del desarrollo y uso de la IA, y subraya "la urgencia de lograr un consenso global sobre sistemas de inteligencia artificial seguros y confiables".
Reconoce también que "la gobernanza de los sistemas de inteligencia artificial es un área en evolución" que necesita más debates sobre posibles enfoques de gobernanza. Y hace énfasis en que la innovación y la regulación se refuerzan mutuamente, no que se excluyen mutuamente.
Las grandes empresas tecnológicas en general han apoyado la necesidad de regular la IA, al tiempo que presionan para garantizar que las reglas les favorezcan.