Se inicia juicio al expresidente de Honduras en Nueva York por narcotráfico
Juan Orlando Hérnandez está acusado de participar y proteger a una red que envió más de 500 toneladas de cocaína a Estados Unidos entre 2004 y 2022
La justicia estadounidense escuchará nuevos testigos y recibirá nuevas pruebas en el caso de Juan Orlando Hernández. RFI habla con Michael Vigil, exjefe de operaciones internacionales de la DEA, quien espera "un tsunami" de pruebas ahora en el caso. Aún puede negociar un acuerdo para colaborar con las autoridades estadounidenses y dar más nombres.
JOH, el acrónimo por el que es conocido en Honduras, donde también presidió el Congreso, está acusado de participar y proteger a una red que envió más de 500 toneladas de cocaína a Estados Unidos entre 2004 y 2022. A cambio, según la fiscalía neoyorquina, recibió "millones de dólares" de los cárteles de la droga, entre ellos del narcotraficante mexicano Joaquín "Chapo" Guzmán, condenado a cadena perpetua en Estados Unidos, igual que su hermano Tony Hernández y el colaborador de este, Geovanny Fuentes.
Juan Orlando Hernández reitera que es inocente y víctima de una venganza. Lo cierto es que dos años después de haber condenado a su hermano Tony Hernández, la justicia estadounidense escuchará nuevos testigos y recibirá nuevas pruebas. Michael Vigil es exjefe de Operaciones internacionales de la DEA y ha afirmado en la antena de RFI: "Van a presentar bastantes evidencias. Hay una narco libreta que le pertenecía a Magdaleno Meza, que estaba vinculado con Tony Hernández y Juan Orlando, y en esa narco libreta tiene los iniciales J o H. Juan Orlando Hernández Meza estaba en una prisión en Honduras y entraron otros presos armados con cuchillos, con armas de fuego y le dispararon. También hay conversaciones que están grabadas. Van a ver narcotraficantes que van a estar vinculados con Juan Orlando, se va a formar un tsunami que dice la misma cosa: corrupción y narcotráfico".
Juan Orlando Hernández podría ser sentenciado a cadena perpetua y aún puede negociar un acuerdo para colaborar con las autoridades estadounidenses y dar más nombres. La DEA ya lo tenía señalado desde que era congresista, pero eso no impidió que Washington firmara acuerdos migratorios con el expresidente.
"Estados Unidos no va a cerrar las puertas completamente con un país, porque sabemos perfectamente bien que muchas veces tenemos que navegar por la corrupción de estos países. Entonces seguimos con nuestra investigación. Muchas veces se demoran muchos años, entonces muchas personas del Comando Sur yo creo que tampoco sabían que la DEA estaba llevando a cabo una investigación porque la DEA no va a compartir esto con todo el mundo hasta que se llegue a lograr una acusación formal. Esa época estaba Donald Trump como presidente, tenía buena relación con Juan Orlando porque Juan Orlando paraba las caravanas y con la otra mano estaba haciendo actividades criminales", nos relata Michael Vigil, exjefe de operaciones internacionales de la DEA.
Antecedentes
Hernández alega que durante su gestión se aprobaron leyes contra el narcotráfico, como la que facilitó su propia extradición. No es habitual ver a un expresidente siendo juzgado en una corte estadounidense. Antes que él, fueron condenados por la justicia estadounidense el panameño Manuel Antonio Noriega, en 1992, y el guatemalteco Alfonso Portillo, en 2014.
El año pasado, el exsecretario de Seguridad Nacional de México, Genaro García Luna, el funcionario mexicano de mayor rango en sentarse en un banquillo en Estados Unidos, fue declarado culpable de narcotráfico, entre otros cargos.
El próximo 24 de junio está previsto el anuncio de su condena, tras ser retrasado en varias ocasiones.