Biden dice que Israel no debe entrar en Rafah sin un plan “creíble” para proteger civiles
Pidió también pasos “urgentes y específicos” para llevar asistencia humanitaria a los palestinos
El presidente estadounidense Joe Biden le dijo al primer ministro israelí Benjamin Netanyahu que Israel no debería lanzar una operación militar en el pueblo de Rafah en la Franja de Gaza sin un plan “creíble” para proteger a los civiles”, informó el domingo la Casa Blanca.
Es la declaración más enfática hasta ahora lanzada por Biden sobre la posible operación. Biden, quien la semana pasada tildó de “exagerada” la reacción israelí en Gaza, pidió también pasos “urgentes y específicos” para llevar asistencia humanitaria a los palestinos.
Biden y Netanyahu hablaron luego que Egipto, según dos funcionarios egipcios y un diplomático occidental, amenazó con suspender su tratado de paz con Israel si las fuerzas israelíes entran a Rafah y dijo que los combates allí podrían llevar al cierre de la principal ruta para la entrada de ayuda.
Además de eso, Biden y Netanyahu hablaron sobre las negociaciones para lograr la libertad de los rehenes retenidos por la milicia palestina. El Canal 13 de la televisión israelí reportó que la conversación duró 45 minutos.
La amenaza de suspender los acuerdos de Camp David, piedra angular de la estabilidad regional por casi medio siglo, surgió luego que Netanyahu indicó que enviar tropas a Rafah era necesario para ganar la guerra contra la milicia palestina Hamás, que lleva ya cuatro meses. Afirmó que Hamás tiene allí cuatro batallones.
Más de la mitad de los 2,3 millones de habitantes de Gaza han huido a Rafah para escapar de los combates en otros lugares, y están abarrotados en campamentos de carpas y refugios administrados por la ONU cerca de la frontera. Egipto teme el influjo de cientos de miles de palestinos que podrían no regresar a Gaza jamás.
Netanyahu le dijo al programa “Fox News Sunday” que hay “amplio lugar al norte de Rafah para que vayan” y señaló que Israel instruirá a los civiles con “volantes, teléfonos celulares, para avisarles de corredores seguros y otras cosas”.
El impasse entre Israel y Egipto, ambos aliados de Estados Unidos, ocurre en momentos en que grupos de ayuda advierten que una ofensiva en Rafah podría empeorar la ya catastrófica situación humanitaria en Gaza, donde alrededor de un 80% de la población ha huido de sus viviendas y donde la ONU dice que una cuarta de la población está al borde de la hambruna.
El canal de televisión de Hamás, Al-Aqsa, citó a un funcionario de Hamás no identificado diciendo que una invasión de Rafah “haría estallar” las negociaciones medidas por Estados Unidos, Egipto y Qatar con miras a lograr una tregua y la liberación de rehenes israelíes retenidos por la milicia palestina.
Netanyahu, en una entrevista con el programa “This Week with George Stephanopoulos” del canal ABC News, sugirió que los civiles podrían ir al norte, afirmando que hay “bastantes zonas” que han sido despejadas por las fuerzas israelíes. Afirmó que Israel está elaborando “un plan detallado” para reubicarlos.
Pero la ofensiva ha causado amplia destrucción, particularmente en el norte de Gaza, y siguen los combates en el centro de Gaza y la ciudad sureña de Jan Yunis. Una ofensiva terrestre en Rafah podría además causar el cierre del cruce fronterizo, clausurando una de las pocas vías de entrada para la ayuda humanitaria.
Los tres funcionarios confirmaron las amenazas egipcias, aunque hablaron a condición de anonimato al no estar autorizados para hablar del tema en público. Qatar, Arabia Saudí y otros países también han advertido de severas repercusiones si Israel entra en Rafah.
“Una ofensiva israelí en Rafah causaría una catástrofe humanitaria inimaginable y tensiones con Egipto”, escribió el comisionado de relaciones exteriores de la Unión Europea, Josep Borrell, en X.
Israel y Egipto libraron cinco guerras antes de firmar los Acuerdos de Camp David, mediados por el entonces presidente estadounidense Jimmy Carter a fines de los 70. El tratado incluye descripciones de cómo se deben desplegar tropas a uno y otro lado de la frontera.
Egipto ha fortificado su frontera con Gaza, despejando una zona de seguridad de 5 kilómetros (3 millas) y erigiendo muros de concreto sobre tierra y a nivel subterráneo. Ha negado acusaciones israelíes de que Hamás opera túneles de contrabando debajo de la frontera, afirmando que las fuerzas egipcias tienen control total de su lado.
Pero funcionarios egipcios temen que si se viola la frontera, las fuerzas egipcias no podrán frenar la marea de personas que huirían hacia la Península del Sinaí.
Naciones Unidas dice que Rafah, que normalmente tiene menos de 300,000 habitantes, ahora ha recibido otras 1.4 millones de personas que han huido de los combates en otros lugares y está “severamente sobrepoblada”.
Netanayahu indicó que Hamás tiene todavía cuatro batallones ahí. “Los que dicen que bajo ninguna circunstancia deberíamos entrar a Rafah están diciendo básicamente, ‘Pierdan la guerra, dejen que Hamás se quede allí’”, declaró Netanyahu a ABC News.
Israel ha ordenado a gran parte de la población de Gaza a que vaya al sur con órdenes de evacuación que cubren dos terceras partes del territorio, aun cuando realiza ataques aéreos contra todo el territorio, incluyendo Rafah. Los bombardeos allí en días recientes han matado a docenas de palestinos, incluyendo mujeres y niños.
El Ministerio de Salud de Gaza dijo el domingo que los cadáveres de 112 personas fallecidas en el territorio han sido llevados a hospitales en las últimas 24 horas, así como 173 personas heridas. Las fatalidades recientes llevan a 28,176 el saldo de muertes en el territorio desde el inicio ded la guerra. El ministerio no distingue entre civiles y combatientes pero asegura que la mayoría de las víctimas son mujeres y menores de edad.
La guerra empezó con la masacre cometida por Hamás en el sur de Israel el 7 de octubre, cuando la milicia mató a unas 1,200 personas, en su mayoría civiles, y secuestró a unas 250. Más de 100 rehenes fueron liberados en noviembre durante un cese de fuego.
Hamás insiste en que no liberará más rehenes hasta que Israel concluya su ofensiva y se retire del territorio. Exige además la liberación de cientos de prisioneros palestinos, incluyendo algunos de alto rango que cumplen cadena perpetua.
Netanyahu ha rechazado enfáticamente ambas demandas, afirmando que Israel luchará hasta “la victoria total” y el retorno de todos los rehenes.