Reporte ambiental revela grave contaminación de ríos y arroyos de EE.UU.
Nitrógeno y fósforo contaminan ríos y crean zona muerta
Los ríos y arroyos del país siguen obstinadamente contaminados con nutrientes que contaminan el agua potable y avivan una gigantesca zona muerta para la vida acuática en el Golfo de México, según una evaluación publicada recientemente por la Agencia de Protección Ambiental.
Es una situación complicada que se concentra en las regiones agrícolas que desembocan en el río Misisipi. Más de la mitad de los kilómetros de ríos y arroyos de la cuenca estaban en malas condiciones en cuanto al nitrógeno y fósforo de los fertilizantes que desembocan en las vías fluviales, encontró la agencia. Durante décadas, las autoridades federales y estatales han luchado por controlar la escorrentía agrícola, la mayor fuente de contaminación por nutrientes que normalmente no está regulada a nivel federal.
Es un problema que podría volverse más difícil de controlar a medida que el cambio climático produzca tormentas más intensas que arrojen lluvias en las regiones centro-norte y sur de Estados Unidos. Esas fuertes lluvias inundan los campos agrícolas, recogen fertilizantes comerciales y los transportan a los ríos cercanos.
"Es en verdad preocupante que claramente no estemos cumpliendo los objetivos que nos hemos fijado", dijo Olivia Dorothy, directora de restauración de ríos del grupo conservacionista American Rivers.
La evaluación se basa en muestras recolectadas en 2018 y 2019 y permite a los expertos comparar las condiciones del río en rondas de muestreo anteriores, aunque se usaron diferentes sitios de muestreo. A la agencia le lleva años recopilar los resultados y publicar el reporte, que es la evaluación más completa de los estados de los ríos y arroyos del país. Los niveles de fósforo disminuyeron ligeramente y los niveles de nitrógeno permanecieron prácticamente sin cambios.
Se descubrió que aproximadamente la mitad de todos los kilómetros de río estaban en malas condiciones para caracoles, gusanos, escarabajos y otras especies que habitan en el fondo y que son un indicador importante de la salud biológica del río. Alrededor de un tercio también fueron calificados como en malas condiciones para los peces en función de la diversidad de especies.