El Pentágono revisará secreto en torno a hospitalización de secretario de Defensa
Políticas de notificación bajo lupa
El organismo de vigilancia interna del Pentágono anunció el jueves que revisará el secreto en torno a la hospitalización del secretario de Defensa, Lloyd Austin, y por qué el Departamento de Defensa esperó días para informar a la Casa Blanca que él había transferido la autoridad a su adjunto.
Austin, de 70 años, continúa en el hospital recibiendo tratamiento por complicaciones de una cirugía por cáncer de próstata. El hecho de no haber divulgado su hospitalización ha sido duramente criticado por miembros de ambos partidos políticos y ha causado que algunos exijan su renuncia.
En un memorando dirigido a Austin y otros funcionarios de alto rango, el inspector general Robert P. Storch dijo que su revisión "examinará las funciones, procesos, procedimientos, responsabilidades y acciones" relacionados con su hospitalización.
Señaló que evaluará si las políticas y procedimientos del Pentágono "son suficientes para garantizar notificaciones oportunas y apropiadas y la transición efectiva de las autoridades, según pueda justificarse debido a la falta de disponibilidad de altos dirigentes por razones de salud o de otro tipo".
El incidente llevó a la Casa Blanca y al Pentágono a formalizar inmediatamente políticas según las cuales los funcionarios serán notificados cada vez que un miembro del gabinete transfiera autoridad a uno de sus adjuntos porque estará indispuesto por cualquier motivo. Esto incluye no sólo el tratamiento médico sino, en un ejemplo que el Pentágono utilizó esta semana, cuando el secretario está de viaje y no tiene acceso inmediato a vías de comunicaciones seguras.
Austin ingresó en el Centro Médico Militar Nacional Walter Reed el 22 de diciembre y se sometió a una cirugía para tratar el cáncer, que fue detectado a principios de mes durante un examen de rutina. Desarrolló una infección una semana después y fue hospitalizado el 1 de enero e ingresado en cuidados intensivos.
El presidente Joe Biden y funcionarios senior del gobierno no fueron informados sobre la hospitalización de Austin hasta el 4 de enero, y Austin mantuvo en secreto el diagnóstico de cáncer hasta el martes.
Tanto la Casa Blanca como el Pentágono anunciaron previamente que realizan sus propias revisiones.
El secretismo de Austin también provocó críticas de integrantes del Congreso de ambos lados del espectro político. El congresista republicano Mike Rogers de Alabama, presidente de la Comisión de Servicios Armados de la Cámara de Representantes, dijo que abrió una investigación formal sobre el asunto.
Aún no queda claro cómo afectará esto al trabajo, los viajes u otros compromisos públicos de Austin. La subsecretaria de Defensa Kathleen Hicks ha estado asumiendo algunas de sus tareas diarias mientras se recupera.