EEUU, el segundo emisor mundial de gases de efecto invernadero
Análisis de las emisiones y las medidas adoptadas
Estados Unidos, segundo emisor mundial de gases de efecto invernadero, se ha comprometido a reducir a la mitad sus emisiones de aquí a 2030 con respecto a 2005, pero las medidas adoptadas por el momento no permitirán cumplir este objetivo, según los analistas.
Cantidad de emisiones
En 2021, Estados Unidos emitió 6,280 millones de toneladas de gases de efecto invernadero (C02 equivalente), calcula el Instituto de Investigación de Potsdam sobre los efectos del cambio climático usando la herramienta Climate Watch.
Estados Unidos es actualmente el segundo mayor emisor de gases de efecto invernadero en términos absolutos por detrás de China.
Pero si se tienen en cuenta las emisiones históricas, es decir las acumuladas desde 1850, sigue a la cabeza.
El récord de emisiones en Estados Unidos se registró en 2007.
¿De dónde proceden?
El transporte es el sector económico que más gases de efecto invernadero emite (28 % en 2021), según la Agencia de Protección del Medio Ambiente de Estados Unidos (EPA).
Le sigue la generación de electricidad, que representa alrededor de una cuarta parte de las emisiones del país, la industria (23 %), los sectores comercial y residencial (13 %) y la agricultura (10 %).
En 2022, el 60 % de la generación eléctrica estadounidense procedía de centrales de gas (40 %) o de carbón (20 %), las mayores emisoras, el 21.5 % de fuentes renovables y el 18 % de centrales nucleares, según la Agencia de Información Energética estadounidense. El resto:
¿Cuáles son los objetivos?
El presidente Joe Biden prometió en 2021 reducir las emisiones de gases de efecto invernadero del país entre un 50 y un 52 % para 2030, en comparación con los niveles de 2005.
Este objetivo se fijó dentro del Acuerdo de París sobre el cambio climático, en el que Estados Unidos se comprometió también alcanzar la neutralidad de carbono para 2050.
Biden quiere que la generación de electricidad alcance la neutralidad de carbono para 2035.
¿Avances?
La administración del presidente demócrata ha aprobado recientemente una serie de leyes: en 2021 un plan de modernización de las infraestructuras que contempla la construcción de una red de estaciones de recarga para vehículos eléctricos, y en 2022 la Ley de Reducción de la Inflación (IRA) para destinar 370,000 millones de dólares para el medio ambiente.
Este faraónico proyecto de transición energética propicia inversiones en energías limpias.
El gobierno también ha tomado medidas reguladoras a través de la Agencia de Protección del Medio Ambiente.
Por ejemplo ha anunciado un plan para reducir las emisiones de metano de la industria del petróleo y el gas y para exigir a determinadas centrales eléctricas que capten la mayor parte de sus emisiones de CO2 a partir de 2030.
Pero según un reciente informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), Estados Unidos no cumplirá sus objetivos de reducción de emisiones para 2030 tal y como están las cosas.
Según un análisis realizado en marzo por el Grupo Rhodium, las dos leyes de la administración Biden (infraestructuras e IRA) sitúan a Estados Unidos en una trayectoria de reducción de emisiones de entre el 32 % y el 42 % para 2030, muy lejos aún del objetivo del 50 %.
Pero, precisa el informe, el objetivo aún es alcanzable si las agencias federales y los estados adoptan medidas adicionales.