EE.UU. pone a disposición más pruebas caseras gratuitas de COVID-19
Incrementa envíos de pruebas de COVID-19 a domicilio por la temporada de invierno
Los estadounidenses pueden pedir más pruebas gratuitas de COVID-19 por internet y recibirlas en casa.
El gobierno de Estados Unidos está ofreciendo enviar otra ronda de cuatro pruebas caseras para el virus antes del aumento común de casos durante la temporada invernal.
Cualquiera que no haya solicitado un paquete de cuatro pruebas de COVID-19 en septiembre, puede contar con hasta ocho en esta ocasión a partir del lunes en COVIDtests.gov. El Servicio Postal de Estados Unidos las entregará gratis.
El gobierno envía las pruebas para el coronavirus en un momento en que inicia la temporada de influenza y se reporta un aumento de casos del virus respiratorio sincitial en algunas partes del país.
Las hospitalizaciones por el COVID-19, que ha matado a más de 1 millón de personas en Estados Unidos, iban en aumento este otoño, pero en semanas recientes se han mantenido estables. La inmunidad por las vacunaciones e infecciones previas ha mantenido la cantidad de casos por debajo de otros años.
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La nueva entrega de pruebas gratuitas con hisopos nasales de COVID-19 también ocurre antes del primer invierno desde que comenzó la pandemia en que las aseguradoras ya no están obligadas a cubrir el costo de las mismas. En promedio, las pruebas caseras ahora cuestan 11 dólares, según un análisis de la firma de investigación de salud sin fines de lucro KFF.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos también aprobó vacunas actualizadas contra el COVID-19 en septiembre con la esperanza de aumentar la protección de los estadounidenses este invierno.
Las vacunas atacan un descendiente de ómicron llamado XBB.1.5 y reemplazan vacunas más viejas que atacaban la cepa original del coronavirus y una versión previa de ómicron. Las vacunas son recomendadas para toda la población mayor a 6 meses, pero su administración ha sido lenta.
Los contribuyentes de Estados Unidos han gastado decenas de miles de millones de dólares para desarrollar pruebas, vacunas y tratamientos contra el COVID-19 en los tres años desde que inició la pandemia.