Enmienda de Ohio es el banco de pruebas de la lucha estatal en torno al aborto prevista para 2024
Los votantes de Ohio decidirán si consagran los derechos reproductivos en la Constitución del estado
Se espera que el acceso al aborto desempeñe un papel central en las elecciones de 2024. Pero la próxima semana habrá un anticipo, cuando los votantes de Ohio decidan si consagran los derechos reproductivos en la Constitución de su estado.
La enmienda es la única pregunta sobre el aborto que habrá en las boletas de cualquier estado este año, por lo que ha recibido mucha atención por parte de grupos nacionales y ha hecho de Ohio un campo de pruebas para nuevos mensajes de campaña, algunos de ellos engañosos. La enmienda ha generado más de 60 millones de dólares en gastos combinados hasta el momento.
Mini Timmaraju, presidenta y directora general de Reproductive Freedom for All, dijo que Ohio ofrece un terreno de pruebas vital con vista a las elecciones presidenciales del próximo año, cuando los demócratas esperan que el tema del aborto pueda animar a los votantes a participar. Podrían presentarse iniciativas relacionadas con el aborto en todo el país, incluidos estados clave para las elecciones presidenciales, como Arizona, Nevada y Pensilvania.
"Cuando seamos capaces de ver cómo nuestros mensajes repercuten en los independientes y en los republicanos, y les convencen de que es importante proteger esta libertad fundamental en Ohio, eso será algo que podremos poner en práctica pensando en 2024", dijo.
El campo de batalla sobre el aborto se trasladó a los estados a mediados del año pasado, cuando la Corte Suprema de Estados Unidos revocó el fallo de Roe contra Wade y con ello eliminó las protecciones federales sobre el aborto que habían estado en vigor durante medio siglo. Desde entonces, los votantes de seis estados —California, Kansas, Kentucky, Michigan, Montana y Vermont— han apoyado medidas que protegen el derecho al aborto o han rechazado iniciativas que intentaban obstaculizar su acceso.
Kelsey Pritchard, directora estatal de asuntos públicos del grupo antiaborto SBA Pro-Life America, dijo que los resultados en 2022 ofrecieron lecciones que el movimiento contra el aborto ha implementado en Ohio a través de una mayor consolidación de coaliciones y mensajes más fuertes.
Los opositores al aborto, afirmó, "aplicarán esas armas y aprendizaje en otros estados en el futuro."
El secretario de Estado Frank LaRose, de extracción republicana, presentó un texto para la enmienda de Ohio que, según los partidarios de la medida, era engañoso, mientras que el fiscal general Dave Yost, también republicano, dio el paso poco convencional de elaborar su propio "análisis jurídico" de la enmienda. Los partidarios de la medida dijeron que ese tipo de acciones por parte de altos funcionarios estatales podrían costarles votos.
Pero, al igual que el propio movimiento antiabortista, los republicanos de Ohio no han actuado al unísono en este asunto.
El Senado de Ohio, dominado por el Partido Republicano, ha utilizado su sitio web para difundir afirmaciones engañosas sobre la enmienda, mientras que el gobernador Mike DeWine, también republicano, ha recorrido las cadenas de televisión prometiendo que su partido aprobará una alternativa razonable si los votantes rechazan la enmienda. Por primera vez en sus 46 años de carrera política, DeWine dice ahora que apoyaría las excepciones por violación e incesto en cualquier futura legislación sobre el aborto si los votantes rechazan la enmienda.
El gobernador se ha aliado con la Conferencia Católica de Ohio, que está llevando a cabo una campaña en sus iglesias para repeler la enmienda, la cual se incluye en la papeleta como Asunto 1. Protect Women Ohio, la campaña en contra de la enmienda, también ha obtenido el apoyo de algunos líderes religiosos afrodescendientes.
Los partidarios de la enmienda han respondido con un anuncio en el que aparece el ministro principal de la Primera Iglesia Congregacional de Columbus, que dijo que el aborto es un asunto privado y que "el gobierno debe mantenerse fuera de las decisiones familiares".
La enmienda de Ohio garantizaría el derecho del individuo "a tomar y llevar a cabo sus propias decisiones reproductivas". Permite expresamente que el estado regule los abortos después de la viabilidad fetal, determinada por un médico, siempre que cualquier ley que regule el procedimiento después de ese momento establezca excepciones para la vida y la salud de la mujer.
Entre sus partidarios figuran demócratas del estado, la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU por sus siglas en inglés), Planned Parenthood y una coalición bipartidista de grupos sindicales, religiosos y comunitarios. Describen la medida —una de las más amplias redactadas hasta la fecha— como una forma de consagrar el derecho al aborto de la era Roe en un estado que en otros tiempos fue un referente a nivel nacional, pero que se ha vuelto cada vez más republicano y ha aprobado algunas de las restricciones más estrictas del país sobre este procedimiento.
Eso incluye una ley, actualmente bloqueada por impugnaciones ante los tribunales, que prohíbe la mayoría de los abortos una vez detectada la actividad cardiaca del embrión, antes de que muchas mujeres sepan siquiera que están embarazadas. Esta ley no hace excepciones en caso de violación o incesto.
"Hasta la fecha, este es el estado más conservador en el que estamos impulsando enmiendas constitucionales estatales proactivas", declaró Carolyn Ehrlich, estratega de campaña sénior de la ACLU.
Los que se oponen, entre ellos los políticos republicanos del estado, el Center for Christian Virtue y Ohio Right to Life, dicen que la enmienda proporciona demasiado acceso al aborto y en una fase demasiado avanzada del embarazo. Dudan de que los legisladores estatales puedan aprobar alguna restricción al aborto que pase el examen de constitucionalidad si los votantes aprueban la enmienda.
"Esto es más que una declaración a favor del aborto o provida", dijo Megan Wold, exprocuradora general adjunta de Ohio que trabaja con Protect Women Ohio. "Es un voto a favor o en contra, pero es un voto a favor o en contra de una redacción muy particular que va a tener un impacto real en la forma en que Ohio puede regular el aborto en el futuro".
El interés de Protect Women Ohio por persuadir a los votantes independientes y políticamente moderados tiene que ver con las matemáticas, ya que el apoyo público a algún tipo de derecho al aborto se ha mantenido muy por encima del 50% en Estados Unidos durante años. La encuesta de la AP VoteCast del año pasado reveló que el 59% de los votantes de Ohio opinan que, en general, el aborto debería ser legal.
Peter Range, director ejecutivo de Ohio Right to Life, dijo que la gran participación y el entusiasmo en la Marcha por la Vida celebrada en el Capitolio de Ohio el mes pasado le daban "grandes esperanzas" de victoria el martes.
Dijo que el Asunto 1 limita excesivamente al estado "y creo que una vez que la mayoría de los habitantes de Ohio se den cuenta de ello, lo van a rechazar".
El equipo de campaña del Asunto 1, Ohioans United for Reproductive Rights, está trabajando para atraer a los votantes de todos los partidos con un mensaje centrado en la autonomía corporal y la libertad frente a la intervención del gobierno.
Kimberly Inez McGuire, directora ejecutiva de URGE y miembro de la coalición que apoya la enmienda, dijo que un mensaje similar al de Ohio fue eficaz en Kansas, un estado profundamente republicano que sorprendió a la nación cuando se convirtió en el primero en proteger el derecho al aborto después de que la Corte Suprema revocara Roe.
"Creo que hay un valor muy progresista en poder mantener nuestra libertad, que el gobierno no nos diga qué hacer con nuestros cuerpos", afirmó.
McGuire dijo que los partidarios del derecho al aborto también se sintieron animados por unas elecciones especiales celebradas en agosto, en las que la legislatura estatal, de mayoría republicana, presentó una propuesta que habría establecido el requisito de una mayoría absoluta del 60% para aprobar futuras enmiendas constitucionales. La medida fracasó estrepitosamente y, según ella, hizo que muchos votantes perdieran la confianza en sus representantes electos.
De acuerdo con los organizadores, y con base en el entusiasmo visto en el verano, se espera que la participación en las elecciones que concluyen el martes sea alta. Los funcionarios electorales locales prevén una participación de entre el 40 % y el 50 % de los votantes registrados, según la Asociación de Funcionarios Electorales de Ohio. Se trata de una cifra superior a la de unas elecciones de noviembre en un año sin elecciones generales, y superior al 39 % de participación de agosto.
"Los votantes de Ohio saben realmente lo que está en juego aquí, porque han visto los increíbles extremos a los que llegará el gobierno de Ohio para interferir en la vida de las personas", dijo McGuire. "Las elecciones de agosto dejaron al descubierto la estrategia del movimiento antiabortista, que es que entienden que la gente se opone a la prohibición del aborto, y por eso ahora su estrategia es poner un cerco a la democracia para intentar obstaculizar los esfuerzos democráticos para apoyar el acceso al aborto".
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Fernando informó desde Chicago.
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