Uber y Lyft pagan 328 millones de dólares para resolver juicio por robo de salarios
El dinero resuelve una investigación de cobro indebido de impuestos a conductores
Las empresas de taxis por internet Uber y Lyft pagarán en conjunto 328 millones de dólares para resolver un pleito judicial por robo de salarios en Nueva York, informó la procuradora estatal Letitia James el jueves.
James dijo que con ello se resuelven las investigaciones a las empresas que cobraban indebidamente a los conductores impuestos sobre las ventas y otros costos que por derecho deberían pagar los clientes.
Uber pagará 290 millones de dólares y Lyft 38 millones. El dinero será distribuido entre conductores en actividad y retirados, dijo. Las empresas también han acordado brindar a los conductores fuera de la ciudad de Nueva York licencia paga por enfermedad y un salario mínimo de 26 dólares la hora.
"Los conductores trabajan en cualquier hora del día y la noche para llevar a la gente adonde necesite ir", dijo James en un comunicado. "Durante años, Uber y Lyft engañaron sistemáticamente a sus conductores al privarlos de cientos de millones de dólares en salarios y beneficios mientras ellos trabajaban largas horas en condiciones de riesgo".
Tony West, gerente legal de Uber, dijo que el acuerdo "permite resolver el problema de la clasificación en Nueva York y nos hace avanzar con un modelo que refleja la manera como cada vez más personas optan por trabajar".
Por parte de Lyft, el directivo Jeremy Bird dijo que "este es un triunfo para los conductores y nos enorgullece haberlo logrado con la Procuraduría de Nueva York".
Uber y Lyft se han convertido en una presencia en Nueva York en los últimos años, ya que las aplicaciones de uso sencillo han reemplazado en gran medida los emblemáticos taxis amarillos. Las empresas se han demorado en adaptarse a las normas que rigen los servicios de taxi en ciudades como Nueva York y han sido renuentes a dar a los conductores protecciones y beneficios laborales básicos.
Nueva York fue la primera ciudad del país que estableció un salario mínimo para estos conductores, clasificados como contratistas independientes en la llamada economía colaborativa (gig economy). La ciudad también ha dispuesto un salario mínimo para servicios de entrega de alimentos como Uber Eats.
"Hemos esperado ocho años largos para conseguir justicia para nuestros miembros, una fuerza laboral que fue privada tramposamente de mejores condiciones de vida, horarios de comida y descanso porque las ganancias que les hubieran dado esa vida eran robadas por las corporaciones multimillonarias", dijo el director ejecutivo de la Alianza de Trabajadores de Taxi de Nueva York, Bhairavi Desai, en un comunicado.