Estados Unidos aprueba proyecto para expansión de un gasoducto en el noroeste del país
Evaluación del gasoducto GTN Xpress genera discordia por impacto ambiental
Reguladores federales han aprobado la expansión de un gasoducto en el noroeste de Estados Unidos pese a las protestas de grupos ambientalistas y funcionarios de alto rango de los estados de la costa oeste del país.
El proyecto, conocido como GTN Xpress, pretende expandir la capacidad del gasoducto que atraviesa Idaho, Washington y Oregon, llevando unos 4.2 millones de metros cúbicos (150 millones de pies cúbicos) de gas natural al día. La Comisión Federal Reguladora de Energía aprobó el proyecto en una votación realizada el jueves.
El gasoducto pertenece a TC Energy de Calgary, Canadá, la misma compañía que está detrás del abandonado oleoducto Keystone XL.
TC Energy planea modificar tres estaciones de compresión a lo largo de la ruta del gasoducto: en el condado de Kootenai, Idaho; en el condado de Walla Walla, Washington, y en el condado de Sherman, Oregon. Las estaciones de compresión ayudan a mantener la presión y el flujo del gas en largas distancias de un gasoducto.
La compañía dijo que el proyecto es necesario para satisfacer la demanda de los consumidores.
El gasoducto de 2,216 kilómetros (1,377 millas) de largo va desde la frontera entre Estados Unidos y Canadá, atraviesa una zona de Idaho para seguir por el estado de Washington y Oregon, conectando con un gasoducto que recorre California.
Funcionarios de Washington, Oregon y California pidieron a los reguladores federales que rechazaran el proyecto, señalando que socavaría las labores de sus estados para reducir las emisiones para combatir los efectos del cambio climático.
Los fiscales generales de los tres estados, citando el borrador de la declaración de impacto ambiental de la Comisión Federal Reguladora de Energía para el proyecto, afirmaron que éste provocaría más de 3.47 millones de toneladas de emisiones de gases de efecto invernadero al año durante al menos las tres próximas décadas. La evaluación ambiental final de la agencia revisó esa cifra a la baja aproximadamente a la mitad en unos cálculos impugnados por los grupos ambientalistas.
El presidente de la agencia, Willie Phillips, reiteró su postura luego de la votación del jueves.
"No se presentó alguna evidencia que mostrara que este proyecto aumentará significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero", comentó a los periodistas. "La comisión determinó que este proyecto era necesario y, por lo tanto, apoyamos su aprobación".