Hallan a un excardenal católico incompetente para juicio por abuso sexual en EE.UU.
Theodore McCarrick estaba acusado de abusar de un adolescente durante una fiesta de casamiento en 1974
Un juez resolvió el miércoles que el excardenal Theodore McCarrick es incompetente para ser juzgado y desestimó la acusación al exprelado de 93 años de que asaltó sexualmente a un adolescente en Massachusetts hace varias décadas.
McCarrick, exarzobispo de Washington, fue destituido del sacerdocio por el papa Francisco en 2019, cuando una investigación interna del Vaticano determinó que había agredido sexualmente tanto a adultos como a menores. El caso le generó una crisis de credibilidad a la Iglesia, ya que el Vaticano tenía informes de cardenales que se remontaban a 1999 sobre la conducta de McCarrick, a pesar de lo cual se convirtió en un cardenal influyente y emisario diplomático de la Santa Sede.
El otrora poderoso prelado estaba acusado de abusar de un adolescente durante una fiesta de casamiento en la universidad Wellesley en 1974.
En la audiencia del miércoles, una psicóloga contratada por la fiscalía dijo que había encontrado defectos significativos en la memoria de McCarrick durante dos entrevistas en junio y que con frecuencia era incapaz de recordar de qué habían hablado una hora antes. La doctora Kerry Nelligan dijo que lo sometió a diversos tests en dos ocasiones en junio. Tal como sucede con la demencia en todas sus formas, no existen medicamentos que mejoren su estado.
"No solo tiene estos déficits en la actualidad", dijo Nelligan. "No hay manera de que mejore".
Al ser incapaz de recordar sus conversaciones, no podía colaborar con sus abogados en su propia defensa.
McCarrick asistió a la audiencia por videoenlace. Estaba levemente encorvado en su asiento, vestía camisa color verde claro y lo que parecía ser un chaleco gris sobre los hombros. No habló.
McCarrick se declaró inocente en setiembre de 2021. En abril fue acusado de agredir sexualmente a un hombre de 18 años en Wisconsin hace más de 45 años.
En febrero, sus abogados pidieron al juez que desestime el caso, ya que un profesor de psiquiatría y ciencias de la conducta de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins había concluido luego de examinarlo que padecía demencia, probablemente el mal de alzhéimer.