La arquidiócesis de Missouri pagará un millón de dólares en caso de abuso sexual
El demandante era monaguillo cuando un sacerdote de la iglesia abusó de él por cerca de dos años
La arquidiócesis de San Luis pagará un millón de dólares para resolver una demanda presentada por un hombre que sufrió abuso sexual cuando era niño de parte de un sacerdote que anteriormente pasó 12 años en prisión por abusar de otro niño, informó el viernes una abogada de la víctima.
El demandante era monaguillo en la Iglesia Católica Ascensión en Chesterfield, Missouri. La demanda alega que el reverendo Gary Wolken abusó de él a partir de 1993, cuando el niño iba en cuarto grado, y continuó hasta 1995. La acusación, presentada en 2018, señala que el demandante reprimió los recuerdos hasta que fue adulto. La demanda no indica el nombre del demandante.
Su abogada, Rebecca Randles, afirmó que se llegó a un acuerdo esta semana.
"Aplaudimos a nuestro cliente que ha sido muy valiente al enfrentar a la arquidiócesis de San Luis en un caso que fue muy reñido y difícil desde el punto de vista emocional y legal", dijo Randles.
La arquidiócesis dijo en un comunicado que espera que el acuerdo brinde algo de consuelo a la víctima y su familia.
"Continuamos orando por todas las víctimas de abuso sexual, para que puedan encontrar consuelo y sanación. Mantengan en sus oraciones a todos aquellos que son explotados, especialmente a los niños y adultos vulnerables", se lee en el comunicado.
Wolken ahora tiene 57 años. Fue sentenciado a prisión en 2003 por abusar sexualmente de otro niño del área de San Luis de 1997 a 2000. Estuvo en prisión de 2003 a 2015. La arquidiócesis suspendió a Wolken después de la acusación penal y comenzó el proceso para destituirlo permanentemente como clérigo, lo que se completó en 2007, según el comunicado de la arquidiócesis.
En 2004, la arquidiócesis pagó casi 1.7 millones de dólares para resolver una demanda que afirmaba que los líderes de la Iglesia podrían haber intervenido para evitar el abuso, pero no lo hicieron.
"Desde hace mucho tiempo, el personal de la Iglesia sabía que Gary Wolken era un depredador, pero no hizo casi nada para detenerlo y proteger a los niños", dijo en un comunicado David Clohessy de SNAP, la Red de Sobrevivientes de Abusados por Sacerdotes.