Indocumentados de Florida temen que inmigración sea piedra angular de campaña de DeSantis
El gobernador floridano, que según las encuestas está muy por detrás del expresidente Donald Trump
Grupos pro inmigrantes temen las consecuencias, para esos trabajadores y para la economía de Florida, que puede tener el que el gobernador Ron DeSantis haya hecho de la lucha contra la inmigración irregular la piedra angular de su campaña de cara a las elecciones de 2024.
DeSantis inscribió oficialmente el miércoles su candidatura a las primarias republicanas y más tarde en una conversación con el empresario Elon Musk por Twitter esbozó su programa electoral, en el que los inmigrantes indocumentados tienen un protagonismo no buscado.
"Nuestra frontera es un desastre", dice el gobernador en su primer video oficial de campaña, un mensaje que reiteró en el accidentado lanzamiento de su candidatura ese miércoles en Twitter, donde en conversación con el empresario Elon Musk señaló que la frontera sur de EEUU "colapsa" y las drogas entran "a raudales al país.
El gobernador floridano, que según las encuestas está muy por detrás del expresidente Donald Trump, claro favorito para ganar las primarias, es el promotor de una de las leyes más duras contra la inmigración irregular, la cual entrará en vigor el 1 de julio.
Se entiende de que si llega a la Casa Blanca tratará de extender esa norma, la ley SB 1718, a todo el país, aunque antes deberá pasar la prueba de fuego en Florida, un estado con una gran dependencia de la mano de obra indocumentada en sectores como agricultura, hostelería y construcción.
"Sin haber entrado en vigencia, la ley SB 1718, impulsada por el gobernador DeSantis, ya ha hecho un impacto humano y económico en los habitantes de Florida", dijo a EFE Juan Flores, presidente de la Fundación 15 de septiembre, que ha organizado para el próximo 1 de junio en Tampa, costa oeste del estado, una protesta contra "esta ley racista e inhumana".
"No le hacemos ningún daño al gobernador, los inmigrantes somos los que hacemos el trabajo que los norteamericanos no hacen", se lamentó por su parte en declaraciones a EFE la hondureña Carolina Pérez, de 26 años y que lleva un año y medio viviendo sin papeles en Estados Unidos.
Esta operaria de limpieza en un hotel de Miami confiesa tener miedo y dice que tanto ella como otras compañeras de trabajo evalúan mudarse a otro estado con legislaciones migratorias menos estrictas.
CHIVOS EXPIATORIOS
Tras conocerse de forma oficial las intenciones de DeSantis de llegar a la Casa Blanca, la Coalición de Inmigrantes de Florida (FLIC) destacó que la "cruzada antiinmigrante de DeSantis" en Florida, el hogar de 4.5 millones de extranjeros y el tercer estado mas diverso del país, "hace evidente su incapacidad para liderar".
"En lugar de enfocarse en abordar los problemas que dañan a los floridanos, recurrió a atacar y vilipendiar a los inmigrantes y a usar a nuestras comunidades como chivos expiatorios", agregó la organización, que recordó que la norma SB 1718 contempla hasta 15 años de prisión por vivir con un familiar indocumentado o transportarlo.
En los últimos meses, el gobernador de Florida no ha perdido oportunidad de vilipendiar las políticas migratorias de la Administración del presidente de EEUU, Joe Biden, y ha prometido volver a enviar a la frontera sur fuerzas de seguridad estatales, como lo hiciera en 2021.
DeSantis se procuró atención mediática cuando el año pasado trasladó en vuelos chárter a medio centenar de venezolanos que acababan de cruzar la frontera sur desde Texas hasta Martha's Vineyard, en Massachusetts.
A juicio de Beatriz López, directora política del Centro de Inmigración, Florida ya está sintiendo las consecuencias económicas de las políticas extremas del gobernador, con escasez de mano de obra y sitios de trabajo vacíos debido a los crecientes temores de los inmigrantes por la ley SB 1718.
"DeSantis ha hecho de las políticas antiinmigrantes una piedra angular de su campaña presidencial incluso cuando el estado de Florida, sus trabajadores, empresas y economía, sufren", aseveró López.
La inmigrante Carolina Pérez dijo que tienen la mirada puesta en el presidente Biden, a quien le ha pedido que amplíe los beneficios y alcances del Programa de Protección Temporal que EEUU aplica a favor de algunos hondureños.
La joven indocumentada dice que si DeSantis llegara a la Casa Blanca habría que "nadar contra la corriente". "Pero tengo dudas de que saldrá presidente, Trump le lleva ventaja", agregó.