EE.UU. cambia de opinión y estaría impulsando el despliegue de cascos azules en Haití
El cambio se debería a la falta de respaldo a su propuesta para formar una coalición internacional liderada por otro país
La propuesta de Estados Unidos sobre una intervención militar a Haití no logró en cuatro meses el compromiso de un tercer país que la liderara, por lo que Washington apostaría ahora a un impulso en las Naciones Unidas de una misión de mantenimiento de la paz más tradicional, como los conocidos cascos azules, según informó este viernes el Nuevo Herald.
De acuerdo con el medio estadounidense, la administración Biden ha cambiado silenciosamente su estrategia sobre la propuesta de la fuerza armada multilateral que habría ayudado a combatir la violencia de las pandillas en la capital haitiana a una misión más tradicional para mantener la paz en el país caribeño.
Señala que EE.UU. buscaba evitar otra de estas misiones en Haití, que ha sufrido ocho en los últimos 30 años. Pero su propuesta emitida en noviembre pasado para reunir a una coalición internacional de fuerzas encabezadas por un tercer país no ha recibido respuesta, mientras que la situación en Haití se deteriora cada vez más.
Canadá era la primera opción de la Casa Blanca para liderar tal fuerza, pero el país ha dejado claro que no era probable que asumiera dicho papel de liderazgo, incluso el primer ministro Justin Trudeau puso en duda públicamente la capacidad de Canadá para asumir la misión.
A pesar de que Estados Unidos propuso por primera vez enviar una “fuerza de acción rápida” multilateral a Haití en una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU en noviembre, la administración de Biden nunca se ofreció como voluntaria para liderar la fuerza.
Biden llegó la noche del jueves a Canadá para tener su primera visita oficial como presidente de los Estados Unidos, y en la cual el tema de Haití era una de las discusiones más "complicadas y complejas" que tendría con Trudeau.
“Lo que hemos estado haciendo es, creo, metódicamente, con Canadá, analizando realmente lo que se necesita sobre el terreno, lo que se necesitaría, realmente, cuántos otros países, potencialmente qué tipo de mandato, ya sea un Capítulo 7 o si es algo que el Consejo de Seguridad de la ONU realmente debería estar debatiendo”, dijo al Herald uno de los funcionarios consultados sobre las conversaciones sobre Haití entre los dos países norteamericanos.
El capítulo 7 de la carta de la ONU autoriza el uso de la fuerza para imponer la paz.
Un portavoz del Departamento de Estado le dijo al medio estadounidense el jueves que Estados Unidos todavía está “trabajando con nuestros socios internacionales para desarrollar el marco para una fuerza multinacional dirigida por la policía para ayudar a la Policía Nacional de Haití”. Pero otras tres fuentes familiarizadas con el esfuerzo señalaron un cambio en la administración hacia una misión de mantenimiento de la paz.
La propuesta de Haití
En octubre pasado, en medio del hostigamiento de las pandillas que llevó al cierre de las vías y que el control de la principal terminal de combustible de Haití cayera en manos criminales, el primer ministro Ariel Henry solicitó a la comunidad internacional que desplegara tropas para ayudar a la Policía Nacional de Haití en el combate de la violencia, que también interfería con la llegada de ayuda para tratar el cólera.
La propuesta, que recibió el rechazo de varios políticos haitianos, encontró el respaldo del secretario general de la ONU, António Guterres, quien apoyó el llamado citando un “deterioro dramático en la seguridad” que ha “paralizado el país”, proponiendo opciones para una fuerza multilateral que habría tenido autorización del Consejo de Seguridad para intervenir en Haití a corto y mediano plazo.
La propuesta de Guterres sugería que la operación en Haití no se desarrollara bajo el paraguas de Naciones Unidas, sino que esté liderada por un Estado miembro que la ejecutaría en solitario o con el apoyo de otras naciones, pero el nuevo impulso de EE.UU. de una misión de mantenimiento de la paz se basaría en una lista ofrecida por la ONU de una serie de países que aportarían tropasbajo supervisión directa de la organización.
Ambas propuestas requieren la autorización del Capítulo 7 del Consejo de Seguridad. No está claro si la propuesta de fuerza EEUU alguna vez habría obtenido la aprobación del Consejo de Seguridad, lo que requería los votos de Rusia y China, y tampoco está claro si una misión de mantenimiento de la paz sería aprobada, señala el diario.
Los "cascos azules" en Haití
El 70 % de los haitianos considera que la Policía Nacional de Haití no puede derrotar por sí sola a las pandillas, sin embargo, el regreso de las fuerzas de paz de casco azul de la ONU sigue siendo controvertida debido a la historia de la fuerza en el país caribeño: una epidemia mortal de cólera y la pobre respuesta de la ONU tras el terremoto de 2010, son una de las sombras con las que debe luchar esta nueva propuesta.
La ONU ya tuvo cascos azules en Haití entre 2004 y 2017, una presencia que se reemplazó por una operación policial que duró dos años y luego por una misión política y de asesoramiento a las instituciones, presente en la actualidad.
Los últimos soldados cascos azules se marcharon del país hace seis años y la misión terminó por completo hace cuatro, recuerda el Herald.
Las fuerzas de mantenimiento de la paz de Nepal infectaron un río local con cólera, la que dejó más de 10,000 muertos y más de 800,000 infectados, pero durante años Naciones Unidas no aceptó la responsabilidad de su papel ni emitió una disculpa.
Otros problemas con una fuerza de mantenimiento de la paz tienen que ver con acusaciones de abuso sexual. Las fuerzas de paz de la ONU fueron acusadas de dejar embarazadas a jóvenes haitianas y de abandonar a sus hijos.