Rupert Murdoch declara en un multimillonario caso por difamación contra Fox
Dominion, que reclama a Fox una indemnización de 1,600 millones de dólares, acusa a la cadena conservadora de participar en una campaña de "desinformación"
El magnate de los medios Rupert Murdoch tendrá que declarar a partir de este jueves en el marco de la multimillonaria demanda por difamación que la compañía de máquinas de votación Dominion Voting Systems presentó contra el canal Fox News por haberla acusado de manipular las elecciones presidenciales estadounidenses de 2020.
Dominion, que reclama a Fox una indemnización de 1,600 millones de dólares, acusa a la cadena conservadora de participar en una campaña de "desinformación" en su contra para respaldar las denuncias de fraude electoral del entonces presidente y candidato republicano, Donald Trump, tras su derrota ante Joe Biden.
Murdoch, que controla un gran imperio mediático que incluye a Fox, debe responder ahora a las preguntas de los abogados de Dominion, que ya han interrogado a muchos otros altos cargos del canal de televisión para preparar el juicio que está fijado para el próximo mes de abril en un tribunal del estado de Delaware.
En su demanda, que presentó en 2021, la firma de máquinas de votación acusaba a Fox News de mentir y citaba expresamente a varios de sus presentadores estrella y líderes de opinión como Tucker Carlson y Maria Bartiromo.
"Fox vendió una historia falsa de fraude electoral para servir a sus propósitos comerciales, dañando gravemente a Dominion en ese proceso", señalaba la empresa en documentos judiciales.
La cadena de noticias se enfrenta además a otra demanda, en este caso ante un tribunal de Nueva York, presentada por la empresa de sistemas para elecciones Smartmatic, que le reclama 2.700 millones de dólares por haberla involucrado también en este supuesto fraude electoral sin aportar pruebas.
Tras los comicios de 2020, Trump tardó semanas en reconocer la derrota electoral ante Biden, pese a que los tribunales de varios estados fueron rechazando una tras otra y por falta de evidencias las acusaciones de manipulación electoral, e incluso el Tribunal Supremo de EE.UU. desestimó la causa.