Brasil retomará caso de fraude contra congresista de NY que mintió sobre currículum
El caso se remonta a 2008 y había estado suspendido por desconocer el paradero del futuro legislador de EEUU
El congresista republicano George Santos asumirá su escaño en la Cámara de representantes el martes y lo hará bajo una investigación por fiscales federales y locales por las mentiras que dijo sobre su vida, herencia, experiencia laboral y familia durante la campaña electoral y con la posibilidad que se abra un caso más antiguo en Brasil.
De acuerdo con lo que informó The New York Times, las autoridades brasileñas tienen la intención de reabrir un caso penal que involucra a Santos en un caso por fraude.
El diario señala que el caso se remonta a 2008 sobre un talonario de cheques robado, pero que estuvo suspendido más de una década porque las autoridades del país no lograron localizar al futuro legislador.
Según las información ofrecida por una vocera de la fiscalía de Río de Janeiro, tras identificar el paradero de Santos, se hará una solicitud formal al Departamento de Justicia de EE.UU. para que le sean notificados los cargos al político, que ya ha admitido las mentiras sobre gran parte de su hoja de vida.
Luego de la notificación, el caso en tribunales brasileños continuará con o sin la presencia de George.
Este caso se reveló durante la investigación del New York Times que arrojó amplias discrepancias entre su currículum y preguntas sobre sus transacciones financieras.
El caso de fraude de 2008
El hecho por el que la justicia de Brasil persigue a Santos se remonta a un mes antes de que cumpliera sus 20 años. El New York Times narra que Santos habría entrado a una pequeña tienda de ropa en la ciudad Niterói, a las afueras de Río de Janeiro, en Brasil.
En ella el joven Santos habría gastado aproximadamente 700 dólares usando una chequera robada y un nombre falso, dice el diario citando los registros judiciales.
En agosto de 2009 Santos admitió el fraude ante el dueño de la tienda y escribió “sé que me equivoqué, pero quiero pagar” en un popular sitio web en Brasil.
En 2010, él, en compañía de su madre, le dijo a la policía que había robado la chequera que le pertenecía a un hombre para el que trabaja su madre y la usó para hacer compras fraudulentas.
En septiembre de 2011 un juez aprobó el caso y ordenó que Santos respondiera, pero este voló hacia los Estados Unidos en octubre y trabajaba en Dish Network en College Point, Queens, según muestran los registros de la compañía.
Santos, durante una entrevista con The New York Post, dijo: “No soy un criminal aquí, ni aquí ni en Brasil ni en ninguna jurisdicción del mundo”.
Joe Murray, abogado de Santos, dijo el lunes: “Estoy en el proceso de contratar a un abogado local para abordar esta supuesta denuncia contra mi cliente”.
Una condena penal, incluso por un delito grave, no es un acto que inhabilitaría a un miembro del Congreso para ocupar un cargo, resalta New York Post, al tiempo que señala que la última vez que un miembro del Congreso fue destituido fue en 2002, cuando James A. Traficant Jr. fue destituido de la Cámara después de su condena por delitos graves de extorsión y corrupción.
En el caso de Santos, si no se presenta a los tribunales de Brasil, será juzgado en rebeldía y si es declarado culpable podría enfrentar hasta cinco años de prisión y una multa.
Las mentiras del congresista
George Santos enfrenta un escrutinio público por la cantidad de mentiras, las que ha admitido con el fin de "embellecer" su currículum, en víspera de jurar como representante del Tercer Distrito Congresional de Nueva York.
Santos mintió sobre graduarse de la universidad y engañó a los votantes sobre experiencia laboral que incluyó empresas como Citigroup y Goldman Sachs. Reconoció que debía miles de dólares en alquileres y retiró su afirmación de que poseía varias propiedades. Incluso, mintió sobre el momento de muerte de su madre y el origen de sus abuelos.