Cuba: Impiden reunión entre padres de manifestantes presos y delegación de EEUU
Las detenciones desataron fuertes críticas de parte del gobierno estadounidense en medio de los esfuerzos bilaterales para mejorar las relaciones entre ambas naciones.
El día en que Migdalia Gutiérrez debía reunirse con una delegación estadounidense en La Habana, las fuerzas de seguridad del Estado cubano la esperaban afuera de su casa en un vehículo blanco a las 6 de la mañana. En punto.
Gutiérrez y al menos otros cinco padres de personas que participaron en las manifestaciones de 2021 en Cuba fueron detenidos temporalmente y se les impidió reunirse el miércoles con la delegación, según funcionarios estadounidenses y grupos activistas en la isla. Su hijo y cientos de manifestantes cumplen prolongadas condenas en prisión luego de sumarse a las protestas del año pasado. Las autoridades cubanas no los han acusado directamente por manifestarse, sino por desorden público, robo y otros delitos.
Las detenciones desataron fuertes críticas de parte del gobierno estadounidense en medio de los esfuerzos bilaterales para mejorar las relaciones entre ambas naciones. Hasta la mañana del jueves, Gutiérrez dijo que ella y otros padres seguían sin poder reunirse con los visitantes estadounidenses.
Las autoridades cubanas no respondieron de momento a emails enviados en busca de comentarios.
El 11 y 12 de julio de 2021, miles de personas salieron a manifestarse en distintos puntos de Cuba, expresando sus frustraciones contra el gobierno en temas que van desde la falta de alimentos hasta la crisis económica. Fueron las protestas más grandes en décadas, y el gobierno respondió con una firme represión. Entre las personas en prisión se encuentran muchos jóvenes.
El hijo de Gutiérrez, Brusnelvis Cabrera Gutiérrez, fue sentenciado a 10 años de cárcel, dijo su madre. Ahora con 22 años, ha estado un año tras las rejas.
Gutiérrez y otros padres de familia que critican abiertamente a las autoridades cubanas aseguran que siguen siendo acosados y seguidos, nada fuera de lo común en un país en donde las expresiones políticas se controlan estrechamente.
Ella era parte de un grupo que el miércoles tenía programada una reunión con una delegación estadounidense encabezada por Emily Mendrala, subsecretaria de Estado adjunta para el Hemisferio Occidental. La misión viajó a la isla para discutir temas migratorios con el gobierno cubano en medio de uno de los mayores éxodos de cubanos hacia Estados Unidos en décadas. Fue la segunda reunión de su tipo en una semana, y ambas naciones habían expresado el martes optimismo en cuanto a una futura colaboración.
Pero Gutiérrez señaló que agentes la detuvieron cuando salió de su casa y la mantuvieron retenida durante cinco horas, por lo que no pudo llegar a su cita.
Fotografías y videos de celular que Gutiérrez compartió con The Associated Press muestran el vehículo de seguridad del Estado esperando afuera de su casa en la periferia de La Habana, y a dos agentes deteniéndola. A otros padres de familia se les impidió salir de sus casas, dijo la organización opositora Justicia 11J, que defiende a quienes están siendo enjuiciados o están en prisión por su relación con las protestas.
Gutiérrez y los otros padres de familia fueron dejados en libertad horas más tarde, según la organización, que indicó que en total fueron ocho padres afectados; funcionarios estadounidenses señalaron que fueron al menos seis.
Las detenciones desataron fuertes críticas de parte del gobierno del presidente Joe Biden. Brian Nichols, el subsecretario de Estado para el Hemisferio Occidental, tuiteó el miércoles que “evitar que los padres de familia hablen sobre sus hijos encarcelados es injusto e inhumano”.
“Estas familias tienen el derecho de hablar con la comunidad internacional y con quien ellos elijan sobre el estado de sus seres queridos”, comentó.
El trato que el gobierno da a los manifestantes siempre ha sido un punto de fricción para Washington en momentos en que busca enmendar relaciones con la isla y su gobierno comunista.
Un total de 790 participantes en las protestas de 2021 enfrentan procesos judiciales por sedición, ataques con violencia, desorden público, robo y otros delitos, según las cifras más recientes que difundió la fiscalía cubana en enero.
Más de 500 cumplen condenas en prisión, según las cifras de Justicia 11J.
Las autoridades cubanas atribuyeron cargos de sedición a la violencia demostrada durante las protestas, resaltando que algunos de los manifestantes lanzaron piedras contra hospitales, gasolineras y otras instalaciones, y además saquearon.
Pero Gutiérrez, al igual que muchos otros familiares de los encarcelados, sostiene que su hijo no es un criminal. Dijo que se encontraba sentado en una motocicleta cerca de una de una de las protestas.