EE.UU. teme que Rusia vaya a asesorar a Irán sobre cómo reprimir protestas
Según Estados Unidos, los drones que Irán está suministrando a Rusia son especialmente dañinos
Estados Unidos teme que Rusia vaya a asesorar a Irán sobre cómo reprimir las protestas que sacuden al país desde la muerte el 16 de septiembre de la joven iraní Mahsa Amini, detenida con el argumento de que no llevaba colocado correctamente el velo islámico.
John Kirby, uno de los portavoces de la Casa Blanca, dijo este miércoles que Estados Unidos ha visto "señales" sobre la posibilidad de que se produzca esa ayuda rusa a Irán, pero rechazó confirmar si ya ha comenzado.
"Estamos viendo señales de que ellos (Rusia) están considerando la posibilidad de ayudar a los iraníes a reprimir a quienes se están manifestando", afirmó en una rueda de prensa.
Preguntado por la prensa, Kirby rechazó dar a conocer la fuente de esa información u ofrecer más detalles, pero dijo que el Gobierno EE.UU. tiene información de que Rusia podría moverse en esa dirección, dado que Irán y Rusia están estrechando cada vez más su colaboración.
Kirby añadió que Rusia tiene "experiencia" reprimiendo manifestaciones y, por eso, podría estar evaluando ayudar a Irán.
En la misma rueda de prensa, la portavoz principal de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, dijo que EE.UU. tiene un mensaje "muy claro" para Irán: "Dejen de matar a su gente, dejen de enviar armas a Rusia y dejen de matar a ucranianos".
Estados Unidos, la Unión Europea (UE) y la OTAN han acusado a Irán de estar suministrando a Rusia drones para la guerra en Ucrania, algo que Teherán y Moscú niegan.
Según Estados Unidos, los drones que Irán está suministrando a Rusia son especialmente dañinos.
A diferencia de los drones tradicionales, que lanzan misiles sobre un objetivo militar y luego vuelven a la base, los iraníes están diseñados para estrellarse contra un objetivo y explotar. Por su pequeño tamaño, estos drones llamados "kamikazes" pueden ser más eficaces y fáciles de maniobrar que los misiles de crucero.
Ucrania ha sufrido en los últimos días una oleada de ataques con drones dirigidos contra sus infraestructuras y que, según Occidente, forman parte de un intento deliberado de Rusia para destruir su red eléctrica y de abastecimiento de agua justo antes del invierno.