¿Qué es el gasoducto Nord Stream 2 al que Biden amenaza con bloquear?

El presidente estadounidense Joe Biden ha amenazado con bloquear el gasoducto Nord Stream 2 en caso de que Rusia invada Ucrania.

El gasoducto submarino envía gas natural ruso directamente a Europa a través de Alemania y está finalizado, pero todavía no entra en operaciones. Se ha convertido en un blanco importante en momentos en que los gobiernos en Occidente intentan disuadir a Rusia de atacar a su vecino.

En ocasiones anteriores ha sido fuente de tensiones entre Estados Unidos, que se opuso al proyecto, y Alemania. El canciller Olaf Scholz dijo que se consideraban todas las opciones, pero evitó mencionar específicamente el Nord Stream 2 durante una conferencia de prensa con Biden en Washington.

Si los tanques rusos entran a Ucrania, “no habrá más un Nord Stream 2”, dijo Biden el lunes. Scholz resaltó la necesidad de mantener cierta ambigüedad sobre las sanciones para presionar a Rusia.

A continuación, algunos puntos a entender sobre el gasoducto:

¿Qué es Nord Stream 2?

Un gasoducto de 1,230 kilómetros (764 millas) de largo que pasa por debajo del Mar Báltico, desde Rusia hasta la costa alemana.

Duplicaría la capacidad del gasoducto previo, Nord Stream, a 110,000 millones de metros cúbicos de gas al año y su construcción no pasa por Polonia ni Ucrania, que perderían cuotas por tránsito. Ellos afirman además que el proyecto le daría ventajas a Rusia sobre Europa.

El gasoducto está lleno de gas, pero aún no está en operaciones hasta que reciba la aprobación de los reguladores alemanes y la Comisión Europea.

¿Por qué Rusia quiere el gasoducto?

La productora estatal rusa Gazprom dice que satisfará la creciente necesidad de gas natural a bajo precio en Europa y complementará a gasoductos existentes que pasan por Bielorrusia y Ucrania.

Europa importa la mayor parte de su gas y recibe alrededor del 40 % de Rusia. El Nord Stream 2 ofrecería una alternativa al obsoleto sistema de Ucrania, reduciría costos al ahorrarse las cuotas de tránsito que se le pagan a Polonia y Ucrania, y evitaría episodios como las breves interrupciones de suministros de 2006 y 2009 por disputas de precios y pagos entre Rusia y Ucrania.

¿Por qué se opone Biden?

Estados Unidos, aliados europeos de la OTAN como Polonia, y Ucrania se han opuesto al proyecto desde antes de la llegada de Biden a la presidencia. Dicen que el gasoducto le da a Rusia la posibilidad de usar el gas como un arma geopolítica.

Biden eximió de sanciones al operador del gasoducto una vez que estaba casi terminado a cambio de un compromiso de Alemania de tomar medidas contra Rusia si utilizaba el suministro de gas como arma o si atacaba a Ucrania. Pero Washington aún cree que el Nord Stream 2 es una mala idea.

Mientras tanto, Scholz, quien asumió las riendas de Alemania en diciembre, respaldó el proyecto cuando se desempeñaba como ministro de Finanzas de Angela Merkel, al igual que su partido Social Demócrata.

Aunque ha evitado referirse en específico al Nord Stream 2, Scholz dice que Rusia enfrentaría “consecuencias graves” y que las sanciones deben estar listas con antelación.

¿Cómo bloquearía Biden el Nord Stream 2?

Estados Unidos podría imponer duras sanciones financieras — penalizando a todo aquel que tenga negocios relacionados con el gasoducto, ahuyentando a bancos y negocios e imposibilitando las operaciones del ducto.

Biden no ha dicho si esa será su estrategia. Cuestionado el lunes sobre cómo Estados Unidos frenaría algo que está bajo control de Alemania, Biden se limitó a decir: “Les prometo que podremos hacerlo”. Scholz añadió: “Les aseguro que no habrá ninguna medida en la que tengamos una postura distinta. Actuaremos en conjunto”.

En el Congreso estadounidense, republicanos y demócratas, en una rara muestra de acuerdo, se han opuesto desde hace tiempo el gasoducto por la ventaja que le otorga a Rusia sobre Europa. Desde hace meses han estado divididos sobre la posibilidad de imponer sanciones al Nord Stream 2 ahora o solamente si Rusia invade Ucrania. Los partidarios de legislaciones se han negado a revelar qué concesiones se sopesan.

En Alemania, el proceso de aprobación se ha presentado como una decisión estrictamente legal, no política, lo que plantea interrogantes sobre qué mecanismo se utilizaría en caso de un ataque ruso. En Europa, las sanciones contra Rusia por su anexión de la península ucraniana de Crimea en 2014 se acordaron a nivel de la Unión Europea.

¿El Nord Stream 2 ayudará a aliviar la crisis de gas natural en Europa?

No de forma inmediata ni directa. Como faltan varios meses para la aprobación de los reguladores, el ducto no puede satisfacer las necesidades de electricidad ni calefacción este invierno, en el que el continente enfrenta una escasez de gas. Gazprom podría, si así lo decide, enviar más gas a través de los gasoductos existentes.

La escasez invernal ha alimentado los temores en torno a Rusia y el gas. El presidente ruso Vladimir Putin ha dicho que la escasez resalta la necesidad de una aprobación rápida del Nord Stream 2. Rusia se abstuvo de vender gas a corto plazo — aunque cumplió sus contratos a largo plazo con sus clientes europeos — y no lleno su almacén subterráneo en Europa.

Algunos analistas afirman que Rusia tuvo que llenar primero sus propias reservas y Gazprom ha resaltado su papel como abastecedor confiable a largo plazo. Cualquiera que haya sido el motivo, los comentarios de Putin no aliviaron temores de que Rusia esté dispuesta a usar el gas para obtener poder de negociación.

¿Rusia es el rey del gas?

Eso es muy simplista. Si bien Europa necesita el gas ruso, Gazprom también depende del mercado europeo para financiar el presupuesto del gobierno. Y la Unión Europea ha sido capaz de obligar a Gazprom a cumplir con muchas de sus reglas antimonopolio en años recientes.

Esa interdependencia es la razón por la que muchos piensan que Rusia no va a cortar el suministro de gas a Europa incluso si se intensifica el conflicto sobre Ucrania, y las autoridades rusas han subrayado que no tienen intención de hacerlo.

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Los periodistas de la Associated Press Vladimir Isachenkov, en Moscú, Geir Moulson, en Berlín; y Lisa Mascaro y Ellen Knickmeyer, en Washington contribuyeron a este despacho.

AP

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