Y Bryan Adams dijo: "All for love"
The Rasmus se presentó ayer en el Caribe Pop Festival
Alfonso Quiñones
ALTOS DE CHAVÓN. Pasadas las 11:15 minutos, Bryan Adams levantó solitario su guitarra, en señal de adiós, está bueno ya, gracias por todo, déjenme ir, y cantó el tema de Los Mosqueteros "All for love", que grabara junto a Sting y Ron Stuward.
Antes había cantado una veintena de temas, entre los que se corearon con máximo entusiasmo "Please, forgive me", "Heaven", "Cuts like a knife", "Run to you", "Let´s make a night", "Straight from the heart", "Summer Of '69", "Have You Ever Really Loved A Woman?", "The Only Thing That Looks Good On Me" y "Somebody". Las últimas tres las cantó con su guitarra acústica, en solitario, de ñapa, "unplugged" diría Beatriz Bienzobas.
La misma voz de las grabaciones, un impecable sonido, un sentido absolutamente minimalista del espectáculo, -vestidos él y sus cuatro acompañantes con jeans y t-shirt negros-, con buena apoyatura en las luces y una banda musical donde alguna vez el tecladista atacó tarde, pero nada grave, como para no darse cuenta, y casi todo el tiempo impecable, con el lujo de una buena guitarra, dieron el sí del público a un concierto que debió costar unos cuantos dólares a Evenpro, porque el hombre se trajo en su avión todos los hierros necesarios para el concierto. Tanto así, que entre su equipo había, a un costado de la tarima, un asistente con un afinador digital de guitarras, que era el que se encargaba de entregarles los numerosos instrumentos en forma para cada tema.
Los que fueron hasta Chavón se gozaron la propuesta de la primera noche del Caribe Pop Festival. Lástima que entre la actuación de Son 4 y la de Bryan Adams pasara una hora o más y que ese abismo continúe haciéndole pasar el mal rato de la indiferencia al artista nacional por parte del extranjero: resultados de una ley desfasada en el tiempo que da vergüenza ajena.
Una española con swing
Decía los que fueron, y realmente fueron pocos. Unas 2,300 ó 2,800 personas, siendo generosos, llegaron hasta el coloso de piedras para aplaudir al canadiense y a su banda. El público coreó todas las canciones. El momento más emotivo fue cuando Carolina, una española que labora en Cap Cana, con más cuerpo que voz, subió del público para acompañar a Bryan Adams en un tema que ella se sabía de memoria, con más swing que voz, con más seguridad en sí misma que voz; bueno, voz lo que se llama voz, no necesitaba. Y la gente la aplaudió. Y fue uno de esos momentos mágicos que provocan ovaciones.
Un exceso de seguridad no permitía que la prensa se acercara, ni siquiera los fotógrafos y camarógrafos a realizar su labor desde el frente. Se sigue olvidando que existen los celulares, capaces de tomar buenas fotos y hasta grabar videos. Es hora de que una organización como Acroarte se informe con organizaciones afines de otros países como México, qué tipo de legislación se puede proponer para exigirle a los empresarios que, a su vez, exijan a los artistas conferencias de prensa, y un manejo más acorde con un país que hace tiempo dejó de andar con "taparrabos". "All for love", digo yo...
Lunes
Este lunes será la última noche del Caribe Pop Festival, con la presencia del grupo español La Oreja de Van Gogh, que acaba de lograr un premio Grammy Latino 2006.
Boletas:
Entrada general: RD$800.00
VIP: RD$4,500.00
Antes había cantado una veintena de temas, entre los que se corearon con máximo entusiasmo "Please, forgive me", "Heaven", "Cuts like a knife", "Run to you", "Let´s make a night", "Straight from the heart", "Summer Of '69", "Have You Ever Really Loved A Woman?", "The Only Thing That Looks Good On Me" y "Somebody". Las últimas tres las cantó con su guitarra acústica, en solitario, de ñapa, "unplugged" diría Beatriz Bienzobas.
La misma voz de las grabaciones, un impecable sonido, un sentido absolutamente minimalista del espectáculo, -vestidos él y sus cuatro acompañantes con jeans y t-shirt negros-, con buena apoyatura en las luces y una banda musical donde alguna vez el tecladista atacó tarde, pero nada grave, como para no darse cuenta, y casi todo el tiempo impecable, con el lujo de una buena guitarra, dieron el sí del público a un concierto que debió costar unos cuantos dólares a Evenpro, porque el hombre se trajo en su avión todos los hierros necesarios para el concierto. Tanto así, que entre su equipo había, a un costado de la tarima, un asistente con un afinador digital de guitarras, que era el que se encargaba de entregarles los numerosos instrumentos en forma para cada tema.
Los que fueron hasta Chavón se gozaron la propuesta de la primera noche del Caribe Pop Festival. Lástima que entre la actuación de Son 4 y la de Bryan Adams pasara una hora o más y que ese abismo continúe haciéndole pasar el mal rato de la indiferencia al artista nacional por parte del extranjero: resultados de una ley desfasada en el tiempo que da vergüenza ajena.
Una española con swing
Decía los que fueron, y realmente fueron pocos. Unas 2,300 ó 2,800 personas, siendo generosos, llegaron hasta el coloso de piedras para aplaudir al canadiense y a su banda. El público coreó todas las canciones. El momento más emotivo fue cuando Carolina, una española que labora en Cap Cana, con más cuerpo que voz, subió del público para acompañar a Bryan Adams en un tema que ella se sabía de memoria, con más swing que voz, con más seguridad en sí misma que voz; bueno, voz lo que se llama voz, no necesitaba. Y la gente la aplaudió. Y fue uno de esos momentos mágicos que provocan ovaciones.
Un exceso de seguridad no permitía que la prensa se acercara, ni siquiera los fotógrafos y camarógrafos a realizar su labor desde el frente. Se sigue olvidando que existen los celulares, capaces de tomar buenas fotos y hasta grabar videos. Es hora de que una organización como Acroarte se informe con organizaciones afines de otros países como México, qué tipo de legislación se puede proponer para exigirle a los empresarios que, a su vez, exijan a los artistas conferencias de prensa, y un manejo más acorde con un país que hace tiempo dejó de andar con "taparrabos". "All for love", digo yo...
Lunes
Este lunes será la última noche del Caribe Pop Festival, con la presencia del grupo español La Oreja de Van Gogh, que acaba de lograr un premio Grammy Latino 2006.
Boletas:
Entrada general: RD$800.00
VIP: RD$4,500.00
Alfonso Quiñones
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