Vesuvio Malecón, el sitio donde hay que comer en Santo Domingo
Hace unos años, el ritual de un domingo era ir a misa y luego al Vesuvio, en ambos casos estabas muy cerca del cielo. Es una lástima que muchos hayan dejado de ir a misa, pero aún se sigue visitando el Vesubio del Malecón, donde la comida parece sacada del menú divino.
¡Oigan esto! Los Antipastos del Caribe, presentados en un plato largo con una selección de pequeñas porciones de ostras frescas, lambí, camarones sobre tomates, pulpo y pescados, es una excelente opción como primer plato para saborear varios frutos del mar Caribe y aún así permanecer deseoso de seguir disfrutando de la oferta del sitio.
Luego puedes pedir que te traigan el carrito con pescados y mariscos frescos, del cual elegir entre langostas, langostinos, lenguado, dorada y sepias, entre otras deliciosas especies.
Como en todo gran restaurante italiano, no pueden faltar las muchas combinaciones con pastas, que sólo los italianos saben hacer a la perfección: con carnes, pescados, mariscos, que salen apoyadas con salsas propias o las clásicas salsas de Italia.
Otras opciones de igual valor son el Carpaccio de carne o pescado. En mi caso, prefiero el de carne con alcaparras y lajitas de queso.
El carrito de antipasto es legendario; la pena, para mí, es que está lleno de entradas frías y las calientes, normalmente, no lo están.
El Vesuvio, el restaurante claro, existe desde el año 1954 y es el fruto del esfuerzo de la familia italiana compuesta por Annibale e Immacolata Bonarelli. Desde sus puertas puedes ver la arrebatadora belleza del mar Caribe. Dicen que doña Inmaculada, así en castellano, todavía controla desde el segundo piso del edificio, preocupada por que todo esté perfecto.
Entre sus clientes habituales podríamos nombrar a toda la familia capitaleña dominicana, porque comer allí se ha convertido en una tradición para festejar logros y acontecimientos familiares.
También es un hito en la vida personal de algunas personas, como es el caso de la primera vez que el presidente Leonel Fernández pudo comer allí, invitado por Víctor Grimaldi.
La terraza del restaurante es la preferida por los turistas o invitados de ejecutivos en negocios, aunque la terraza no aproveche totalmente la vista, por la pared y plantas localizadas en el frente; pero la ubicación del Vesuvio no puede ser mejor, ya que está en el Malecón, frente al cambiante y multicolor mar Caribe. El Vesuvio es el gran restaurante de Santo Domingo.
¡Oigan esto! Los Antipastos del Caribe, presentados en un plato largo con una selección de pequeñas porciones de ostras frescas, lambí, camarones sobre tomates, pulpo y pescados, es una excelente opción como primer plato para saborear varios frutos del mar Caribe y aún así permanecer deseoso de seguir disfrutando de la oferta del sitio.
Luego puedes pedir que te traigan el carrito con pescados y mariscos frescos, del cual elegir entre langostas, langostinos, lenguado, dorada y sepias, entre otras deliciosas especies.
Como en todo gran restaurante italiano, no pueden faltar las muchas combinaciones con pastas, que sólo los italianos saben hacer a la perfección: con carnes, pescados, mariscos, que salen apoyadas con salsas propias o las clásicas salsas de Italia.
Otras opciones de igual valor son el Carpaccio de carne o pescado. En mi caso, prefiero el de carne con alcaparras y lajitas de queso.
El carrito de antipasto es legendario; la pena, para mí, es que está lleno de entradas frías y las calientes, normalmente, no lo están.
El Vesuvio, el restaurante claro, existe desde el año 1954 y es el fruto del esfuerzo de la familia italiana compuesta por Annibale e Immacolata Bonarelli. Desde sus puertas puedes ver la arrebatadora belleza del mar Caribe. Dicen que doña Inmaculada, así en castellano, todavía controla desde el segundo piso del edificio, preocupada por que todo esté perfecto.
Entre sus clientes habituales podríamos nombrar a toda la familia capitaleña dominicana, porque comer allí se ha convertido en una tradición para festejar logros y acontecimientos familiares.
También es un hito en la vida personal de algunas personas, como es el caso de la primera vez que el presidente Leonel Fernández pudo comer allí, invitado por Víctor Grimaldi.
La terraza del restaurante es la preferida por los turistas o invitados de ejecutivos en negocios, aunque la terraza no aproveche totalmente la vista, por la pared y plantas localizadas en el frente; pero la ubicación del Vesuvio no puede ser mejor, ya que está en el Malecón, frente al cambiante y multicolor mar Caribe. El Vesuvio es el gran restaurante de Santo Domingo.