Benny Sadel en condición crítica
El metabolismo rechaza los medicamentos y no le aseguran la vida
NUEVA YORK. El popular merenguero Benny Sadel (Emmanuel Feliz González), sufrió una recaída que los médicos califican de irreversible, cuando su metabolismo comenzó a rechazar los medicamentos, incluyendo la quimioterapia que le estaba siendo aplicada y fue atacado por fuertes dolores y un sangrado interno.
En estos momentos el artista puede hablar y mantiene el conocimiento y cierta lucidez, dijo a Diario Libre una fuente cercana al artista.
Conocido como “Majao Majao”, Sadel, está interno en una sala del segundo piso en el hospital Montefiore, de la calle 210 en El Bronx, donde lucha por sobrevivir, desconociendo su cuadro clínico, ya que no ha sido informado por su esposa Nena y otros familiares cercanos.
“Nadie se lo ha dicho hasta ahora, por lo que él desconoce su verdadera situación de salud. Es muy triste, todos estamos llorando y orando”, dijo otro popular merenguero radicado por décadas en Nueva York y que estuvo la mañana de este miércoles junto a Sadel en el hospital. El merenguero, pidió no identificarlo por no estar autorizado a hablar sobre el estado de Benny y por respeto a la familia del paciente.
Sadel está sufriendo un deterioro progresivo en su salud y acorde con el más reciente diagnóstico médico, la leucemia (cáncer en la sangre) habría hecho metástasis y le afecta casi todo el cuerpo y los órganos vitales.
“Todo lo que traga lo vomita, incluso el agua”, añadió el merenguero que mantiene una relación de largos años con Sadel.
Llamadas de este reportero al número de su hijo no han sido respondidas para confirmar el estado clínico de Sadel.
“El cáncer se lo está comiendo rápidamente. Los médicos lo entregaron y le ha dado de todo, pero Dios es el que sabe”, agregó el informante.
“Todo le ha hecho daño, la quimioterapia, las transfusiones y las medicinas, incluyendo los antibióticos”, explicó.
También tiene agua en los pulmones y mucha flema. Ha bajado muchas libras por lo que está muy delgado.
La ansiedad es tan fuerte que el merenguero se está comiendo todo lo que le dan, aunque con pocas fuerzas para asimilar los alimentos.
“El todavía dice que se va a parar de ahí, pero sabemos que se nos va a ir y sólo Dios puede salvarlo. Nos estamos preparando para lo peor”, añadió.
Sadel fue reingresado en el hospital después de haber sido de alta con una aparente mejoría, producto de otro ataque.