Mick Jagger, en plena forma
El líder de The Rolling Stones, la imagen rebelde y salvaje del rock, celebra sus 80 años
Considerado uno de los vocalistas más influyentes de la historia del rock, Mick Jagger embruja a las multitudes con una vitalidad asombrosa y una imagen de juventud perpetua en los escenarios.
Seis décadas después de su irrupción en la música, debe su estado físico a una estricta dieta nutricional, una rutina de entrenamientos deportivos y a su alejamiento de las drogas.
"Morritos" Jagger, llamado así por el tamaño de sus labios, ha alcanzado cotas de difusión inimaginables gracias a su distintiva voz, influida por los cantantes negros, a su carisma y a su puesta en escena.
El vocalista británico, junto a Keith Richards en la guitarra, lideró The Rolling Stones, uno de los grupos que encarnaron el cambio social generado por la música a partir de los años sesenta.
The Rolling Stones comenzó en 1962 como una banda que hacía versiones de Rhythm and Blues, pero la sociedad creativa de Jagger y Richards, similar a la de Lennon y McCartney con The Beatles, lo convirtió en uno de los grupos más venerados del rock y de la cultura pop.
A lo largo de su carrera grabaron más de 200 canciones integradas en 25 álbumes de estudio. Pocos grupos pueden presumir como ellos de su perdurabilidad y de la creación de tantos clásicos.
Entre su repertorio se encuentran temas tan emblemáticos como "Satisfaction", "Brown Sugar" y "Jumpin Jack Flash" y discos tan alabados por crítica y público como "Beggars banquet", "Sticky fingers" y "Exile on Main St".
Se estima que han podido vender en torno a los 250 millones de copias y fueron capaces de colocar treinta y dos sencillos dentro de los diez más populares de Reino Unido y los Estados Unidos.
Leyenda viva del rock
Asimismo, Jagger (Dartford, Inglaterra, 26 de julio de 1943) se convirtió en ícono de la contracultura por sus constantes conflictos con las autoridades debido al consumo o tenencia de drogas y a los escándalos por sus relaciones sentimentales.
Aunque desde 1985 ha lanzado cuatro discos como solista, siempre ha tenido más éxito con la banda que con sus proyectos individuales.
Sesenta años después, Jagger se entrega en monumentales actuaciones con arrolladora energía, convertido en el líder de un espectáculo de una banda de rock.
La marca Jagger en los escenarios
A pesar de ser un octogenario, conserva una vitalidad envidiable que le hace contonearse de principio a fin de sus conciertos.
Desde siempre, el incombustible cantante ha cautivado al público en los grandes estadios con la conjugación de unos rasgos distintivos que provocan magnetismo: su actitud, su estética y su sensualidad.
Estéticamente, su apariencia glamurosa provoca fascinación y devoción. Recorre los escenarios vestido con sus pantalones ajustados y enfundado en una chaqueta entallada muy colorida.
Fue uno de los primeros artistas en vestirse con ropa especial para actuar ante grandes multitudes y no le ha importado escandalizar con su estilo andrógino.
Considerado uno de los más grandes “performers” de la historia del espectáculo, Jagger destaca por su actitud desafiante y provocativa en el escenario.
Sus actuaciones asombran por la combinación de despliegue atlético y presencia hipnótica.
Canta de forma altanera y suntuosa, corre con sus esprints característicos en postura erguida y baila con ademanes de manera permanente.
Pero parte del éxito de sus actuaciones reside en su sensualidad. Es el centro de atención con sus labios carnosos y su sonrisa lasciva, sus movimientos pélvicos, que los medios de comunicación describen como "Caderas de serpiente", y su voz suavemente nasal.
El éxito de su estado de forma
La buena forma de Jagger en las giras de la legendaria banda, más propia de un deportista que de un viejo rockero, contrasta con sus excesos en las primeras décadas de su carrera.
Más allá de la improbable leyenda que asegura que firmó un pacto con el diablo para mantenerse joven, el secreto de su estado actual se corresponde con un estilo de vida saludable y ordenado.
Para cumplir con las dos horas que demanda su espectáculo, el músico británico se mantiene en forma no solo gracias al factor genético sino a una severa dieta alimenticia, una rutina aeróbica y el alejamiento de los excesos.
El despliegue físico que precisa cuando canta en vivo se sostiene en una estricta alimentación saludable. Su equilibrada nutrición descarta los alimentos procesados y atiende a la comida orgánica, a la que añade vitaminas y proteínas.
Para mantener una hidratación adecuada ingiere mucha agua y evita abusar del alcohol.
Pero su estado físico excepcional solo se explica con una ordenada rutina deportiva.
Muchos de los programas de entrenamiento fueron diseñados por su progenitor, que era profesor de educación física. Diariamente realiza ejercicios aeróbicos, footing, bicicleta y practica natación y kickboxing. Además, se apoya en largas sesiones de danza clásica y ballet.
Y para rebajar tanta actividad, redondea su rutina con sesiones de yoga y pilates, meditación y trabajos de respiración, además de ejercitar las cuerdas vocales.
La preocupación de Jagger con su salud se refleja en su cambio de rumbo frente a los estupefacientes desde finales de los noventa.
A pesar de que en sus inicios enalteció el consumo de drogas, incluidas la cocaína y la heroína, se ha alejado de sus adicciones y asegura estar limpio.
Su vida actual, diametralmente opuesta a la ejercida en el pasado, le ayudó a superar décadas de excesos.
También ha sobrevivido a su tormentosa vida personal, ocho hijos con cinco mujeres diferentes, las problemáticas relaciones con sus socios creativos y a una cirugía coronaria en la que le reemplazaron la válvula aórtica.
Además, tuvo que salir adelante tras el suicidio en 2014 de la diseñadora L'Wren Scott, su pareja durante trece años.
Ahora, coincidiendo con su ochenta cumpleaños, Jagger anuncia su próxima boda con la bailarina Melanie Hamrick, 43 años más joven que él, a quien conoció tras la muerte de L´Wren Scott. Jagger y Hamrick son padres de Deveraux, el octavo hijo de “Morritos”.
Para Jagger será su tercera boda, la primera con la nicaragüense Bianca Jagger y la segunda con la modelo Jerry Hall.
A pesar de todas estas vicisitudes y de las profundas arrugas que surcan su rostro, Jagger mantiene su estilo juvenil, tras seis décadas en escena.