Iván Ruiz: “El Internet ha querido canibalizar a la televisión”
El productor y conductor del Show del Mediodía celebra la aceptación del público y asegura que la televisión nacional es la identidad del país y debe permanecer
Santo Domingo. El longevo programa diario de variedades “El Show del Mediodía” consolida su liderazgo en la audiencia nacional al convertirse en el que más, en los primeros seis meses que lleva este año, se ve de su género, según lo certifica la empresa Nielsen Ibope cuyos datos fueron publicados por Diario Libre.
La producción que se transmite al mediodía por Color Visión está celebrando el 50 aniversario y tiene como líder a Iván Ruiz, a quien el presidente de Televisa, José Augusto Thomen, encargó para que gestionara su contenido.
Iván Ruiz y su concepto de la tele realidad están en una posición cómoda, según la medición de audiencia que le consignó el 1.75% del rating. La oferta televisiva en la que está acompañado de un gran equipo de profesionales que aborda diversos tópicos noticiosos, así como segmentos sociales y de entretenimiento sintonizó con la necesidad de un público que deseaba ver otros elementos en su pantalla.
—¿Qué significa para ti saber que lideras el programa en su género que más audiencia tiene?
“Conocer esos resultados es sumamente comprometedor para nosotros, pero es una gran satisfacción poder usar un medio para el deber cumplido. Yo crecí viendo la época de gloria del Show del Mediodía viendo al maestro Yaqui Núñez del Risco. Estuve en dos etapas anteriores en ese programa, la primera en 2007 y volví en 2010. En esa ocasión estuvo durante dos años, pero posteriormente en 2014 al programa lo iban a sacar del aire y José Augusto Thomen me llama para asumirlo. En ese momento hicimos un cambio radical por la sencilla razón de que vi lo que venía con todas las plataformas digitales. Se hizo un rediseño y el mismo ha creado un impacto que yo no preví.
—El contenido del Show del Mediodía, en ocasiones, es caótico. Sin embargo, se observa que ese patrón ya está siendo replicado en otros programas. ¿Cuál es tu valoración?
En principio mucha gente no entendía esto. Ni siquiera los dueños del programa que en principio me reclamaban que no había música, que no teníamos comedias, que eso no era el Show del Mediodía. En ese momento dije que algún día lo entenderían, porque la gente no asimilaba que vieran las cámaras. Yo quería reflejar la vida real porque eso era lo que venía. Mundialmente el éxito eran los reality shows y me pregunté por qué no hacer uno todos los días. Donde no existe un guión, donde todo fluya según los acontecimientos, las discusiones... Eso no se había experimentado aquí y continuamos siendo lo más genuinos posible, porque en el programa han ocurrido cosas que no deben suceder, pero esa es la vida real.
—¿Cómo se articula el contenido con lo social y la cuota del entretenimiento a través del impulso del nuevo talento?
Esas son dos patas que nos sostienen. Son como el alimento porque ambas nos dan licencia. En otras épocas el Show del Mediodía realizaba festivales con niños. No estoy inventando nada. Es ofrecer algo diferente. Lo mismo acontece con la parte social, que siempre se identificaba.
—El Show del Mediodía debutó el 22 de septiembre. Antes de la transición el experimentado Augusto Guerrero fue su productor general y uno de los grandes protagonistas de la televisión nacional. ¿Qué planes tienen para la celebración?
“Nosotros estamos haciendo una investigación para establecer si El Show del Mediodía es el programa más longevo de entretenimiento diario más viejo del mundo. Estamos tratando de validar esa información. Creo que no existe un programa desde 1969, de manera ininterrumpida. La metamorfosis que ha experimentado su contenido tiene mucho que ver con la visión de José Augusto Thomen que ha sabido llevar los cambios. Sin embargo, el formato que tenemos en el aire ha sido el más radical de todos porque cuando me llamaron sentí que se había agotado. Para la celebración hemos estado en conversaciones con el productor y empresario Luis Medrano, quien tiene la idea de hacer dos grandes espectáculos, uno en el Monumento de Santiago y el segundo en el Parque Eugenio María de Hostos en el que intervendrían 50 artistas, recopilar la historia del programa. Estamos tratando de armarlo, pero eso requiere de un gran presupuesto.
—¿Siempre han tenido la libertad de expresarse en Color Visión?
Nunca he sido llamado por la administración del canal para decirme qué no debo y qué debo comunicar. Color Visión es el canal más libre que hay en la Republica Dominicana porque la familia Bermúdez no tiene intereses en otros negocios... hay una serie de factores que le dan libertad aunque sea más sacrificado para los dueños
—Se habla de crisis de la televisión. ¿Hacia dónde va el negocio?
Siento que de alguna manera el Internet ha querido canibalizar a la televisión. Existe un grupo que quiere poner en competencia, de que las redes digitales van a sustituir lo que es la televisión abierta. Entiendo que aunque existe un blanco de público joven que está viendo muy poca televisión abierta, algo que lo viví con mi hija que me dijo que no quería televisión por cable en su habitación.
En el programa tenemos dos plataformas, nos alimentamos, pero luego la alimentamos con un contenido elaborado. Debe existir una convergencia, ahora bien el gran desafía es conquistar a los nuevos públicos, a los que están en un dispositivo. Nosotros somos fuerte porque estamos un segmento de 25 años en adelante.
—La falta de unidad entre productores y dueños de canales que tanto los afecta a la difusión de contenido local
Ciertamente en la unión está la fuerza. Los contenidos locales son los que le dan identidad a los canales, porque nunca una telenovela o una película lo hará, sin embargo los canales, en gran mayoría, excepto Color Visión tiene en sus horarios prime time reservado para las telenovelas. Los programas locales los dejan en un horario que tiene menos televisores encendidos lo que dificulta las ventas, siendo favorecido el contenido enlatado. Pero a eso hay que agregarle las cargas impositivas, lo que lo convierte en insostenible porque cada productor tiene una productora porque ya los canales no son dueños de los programas. A eso hay que buscarle una solución o lamentablemente continuarán desapareciendo nuestra identidad. Terminaremos con una penetración cultural que pondrá en riesgo lo que somos. Si el canal 4 (la televisora estatal RTVD), donde se debe explotar los valores culturales es un canal está totalmente politizado y no aparece en los rating, uno tiene que reinventarse para continuar haciendo contenido creativo. Aquí no se hacen series de televisión por ejemplo.