Caso Daniel Sancho: un supuesto asesinato en la paradisíaca Tailandia
El caso se convirtió en uno de los sucesos más mediáticos del año
El supuesto asesinato del colombiano Edwin Arrieta por parte del español Daniel Sancho en la turística isla de Phangan (sur de Tailandia) el pasado agosto se convirtió en uno de los sucesos más mediáticos del año.
Y continuará en 2024 con el juicio al joven, que se enfrenta a una posible condena a pena de muerte.
En prisión provisional en la isla de Samui desde el 7 de agosto, Sancho, de 29 años, aguarda el juicio tras unos meses intensos de investigación policial y vistas preliminares que concluyeron el pasado 12 de diciembre, cuando el juez del caso convocó el juicio a partir del 9 de abril y hasta el 3 de mayo.
Un crimen en la isla de las fiestas de la luna llena
La noticia saltó a los medios tailandeses el 4 de agosto. Partes de un cuerpo humano se habían encontrado en el vertedero de una incineradora de la turística isla de Phagan, conocida por sus centros de yoga y sus fiestas de la luna llena.
Poco después, la policía identificó a la victima, el cirujano colombiano Edwin Arrieta, de entonces 44 años y oriundo de Lorica (Córdoba, norte de Colombia), y al principal sospecho, el español de 29 años y nacido en la capital española.
Los dos hombres se habían conocido el año anterior a través de Instagram gracias a su interés común por la gastronomía y, tras varios encuentros en diferentes lugares, viajaron por separado a Phangan, con la intención de reunirse en esta isla tailandesa.
- Sancho llegó el 31 de julio procedente de España y Arrieta desde Colombia el 2 de agosto, día en el que se cometió el supuesto crimen.
Según el informe policial, el joven chef español recogió en una moto al cirujano colombiano en el embarcadero el isla y más tarde fueron juntos a un hotel, donde Sancho había reservado un bungaló.
Arrieta ya no salió con vida de allí. Las imágenes de las cámaras de seguridad muestran a Sancho entrando y saliendo del bungaló la noche del 2 al 3 de agosto con bolsas del hotel y recorriendo varios lugares de la isla, donde supuestamente fueron arrojados los restos de la víctima.
Interés mediático
Que el suceso ocurriera a principios de agosto, mes de habitual sequía informativa en España, y el hecho de que el sospechoso fuera hijo y nieto de los actores españoles Rodolfo Sancho y Sancho Gracia, hizo que desde el primer momento el caso se convirtiera en una bomba mediática.
Mientras que en Tailandia, país esencialmente tranquilo y que cuida su imagen como uno de los destinos turísticos más demandados, la noticia se mantuvo en los medios durante un par de semanas, el suceso impactó en Colombia y en España, donde ha recibido un fuerte seguimiento, en particular por parte de programas de entretenimiento televisivos.
Numerosos periodistas y equipos de televisión viajaron a Phangan para reconstruir el crimen, hablar con testigos y la policía e incluso hacer guardia en la prisión de Samui, la vecina isla donde Sancho se encuentra de manera provisional a la espera de juicio.
Las cámaras buscaban captar las llegadas y salidas de los padres del sospechoso, Rodolfo Sancho y la analista de inversiones Silvia Bronchalo, y seguían sus movimientos por toda la isla.
Esta atención se vio amplificada además por la entrada en escena de un televisivo policía tailandés y cara pública del caso, Surachate Hakparn, conocido como Big Joke, cuyas caóticas ruedas de prensa, entrevistas y filtraciones ayudaron a aumentar la onda expansiva de uno de los incidentes más atendidos del año.
Confesión y giro en el caso
Sancho, que denunció ante la Policía la desaparición de Arrieta el de 2 agosto, confesó en la comisaría de Phangan dos días más tarde ser el autor del asesinato de Arrieta, a través de la asistencia de una intérprete y un policía que le traducían del tailandés al inglés.
Luego pasó a disposición judicial dos días después, cuando ingresó en prisión provisional en Samui.
En esa confesión, que forma parte del informe policial entregado a la Fiscalía, Sancho afirma haber matado a Arrieta en una pelea el 2 de agosto tras intentar romper la relación que mantenían, y después descuartizar el cadáver y deshacerse de las partes del mismo en el mar y en otras partes de Phangan.
Sancho cuenta asimismo que ya había intentado terminar la relación entre febrero y marzo de 2023, cuando, según su versión, el cirujano amenazó a sus familiares y a él y advirtió que si lo hacía publicaría fotos y mensajes.
Ya con un intérprete al español como había solicitado, el joven cambia su testimonio en una vista preliminar en noviembre, afirmando ante el juez que la muerte de Arrieta fue accidental y que se debió a una pelea iniciada por el colombiano.
Juicio y sentencia
Tras más de cuatro meses de vistas preliminares bimensuales, en las que la Fiscalía y la defensa tuvieron que presentar sus listas de pruebas y testigos -28 y 27, respectivamente-, el tribunal provincial de Samui fijó la fecha del juicio contra Sancho.
En el proceso, que durará más de un mes y se prevé intenso por el elevado número de testigos, el fiscal Jeerawat Sawatdichai tendrá que demostrar la versión policial de que la muerte de Arrieta se debió a un asesinato premeditado por parte de Sancho, delito castigado con la pena de muerte en Tailandia, que suele ser después conmutada por la cadena perpetua.
El joven está acusado de tres delitos, asesinato premeditado, ocultación del cuerpo y destrucción de documentación ajena -en referencia al pasaporte de Arrieta-, de los que solo se ha declarado ante el juez culpable del segundo, si bien podría volver a cambiar su versión en cualquier momento y durante el juicio.
Por su parte, la defensa de Sancho, ahora representado en Tailandia por el abogado de oficio Aprichat Srinuel -su tercer letrado en el país, tras la suspensión de los servicios de los anteriores-, argumentará que la muerte de Arrieta se debió a un accidente durante una pelea entre ambos y que el español era objeto de amenazas y acoso por parte de la víctima.
El fallo del juez no se espera hasta un mes después del juicio, aproximadamente, y si fuera declarado y dependiendo de la pena, Sancho podría ser trasladado entonces de la cárcel de Samui a una de máxima seguridad en Tailandia.