Sebastián Caicedo reveló los verdaderos motivos de su separación con Carmen Villalobos
El actor colombiano se abre sobre su divorcio y su nueva relación
La pareja conformada por los actores colombianos Sebastián Caicedo y Carmen Villalobos anunció su ruptura en julio de 2022 después de una década juntos y tres años de matrimonio. El tiempo ha pasado, y cada uno ha seguido su propio camino. Actualmente, la actriz mantiene una relación amorosa con Frederik Oldenburg, mientras que Caicedo ha encontrado el amor en los brazos de Juliana Diez.
En una emotiva entrevista para el programa "Buen día Colombia", el actor, acompañado por su actual pareja, abrió su corazón y compartió detalles sobre su divorcio con Carmen Villalobos.
Caicedo comenzó destacando que su relación previa no fue negativa en absoluto; al contrario, la describió como una experiencia hermosa. Carmen Villalobos es una mujer extraordinaria que merece lo mejor en la vida, según él. Sin embargo, señaló que lo que más echó de menos en su relación fue la presencia de Dios.
"Cuando enfrentábamos desacuerdos, no buscábamos la guía de Dios ni ese lazo de tres dobleces que deberíamos haber tenido. En su lugar, buscábamos el consejo de amigos y otras personas, lo que a menudo resultaba en rumores y malentendidos que crecían como una bola de nieve hasta que se volvían inmanejables", afirmó Caicedo con sinceridad.
El actor también compartió cómo los medios de entretenimiento especularon y comentaron ampliamente sobre su separación, lo que añadió presión a la relación ya complicada.
En medio de este proceso, Sebastián Caicedo encontró refugio en su fe y fue durante este período de búsqueda espiritual en una iglesia de Medellín donde conoció a su actual compañera, Juliana Diez. Esta relación resultó ser un punto de inflexión en su vida, ya que juntos encontraron la fuerza para lanzar su propio emprendimiento en el cuidado capilar para hombres.
Es importante destacar que el actor bogotano enfatizó que este encuentro con su novia fue un regalo divino mientras buscaba apoyo en su fe durante un momento de dificultad en su vida.