Cuqui Córdova, Inmortal del deporte
Diario Libre
No hace falta ser fanático del deporte para saber quién es Cuqui Córdova. Y aunque mis conocimientos sobre béisbol dejan bastante que desear y mi amor por el deporte también, don Cuqui siempre se encontrará en mi carpeta de personajes favoritos. Porque este "flaco y doblao", como él mismo suele denominarse, desborda a cualquiera con su perenne felicidad, caballerosidad y halagos.
La primera vez me tocó entrevistarlo y conocer ese rincón de su vida donde se acumulan fotografías, libros, trofeos, el semanario deportivo americano "Sporting News" y una colección de bolas de béisbol firmada por los más famosos deportistas de todos los tiempos. Toda una vida inmersa en el espacio de una habitación desde donde escribe –a veces todavía con su inseparable maquinilla– y se inspira para esas crónicas deportivas o libros que han hecho de él uno de los grandes historiadores del mundo del deporte. Luego la vida le puso en mi camino entre eventos sociales y visitas a Mercado, donde colaboraba con la revista Sports 10.
Es un conversador nato y afable, así que la vida no podía depararle mejor profesión que la de Relaciones Públicas, gracias a la cual Shell tuvo la suerte de contar con sus servicios durante más de 30 años. A él se debe la creación de los premios Shell "Los Dominicanos Primero" en el béisbol nacional, contribuyendo así al reconocimiento, preservación y auge del deporte que más simpatía despierta en el pueblo dominicano. Es también uno de los promotores de los premios Shell de periodismo, uno de los primeros galardones que se otorgaron en este país.
Pero Cuqui Córdoba representa algo más que prensa, béisbol o deporte. Si hay algo que permanece ligado a este querido comentarista deportivo, escritor y locutor es la ciudad de La Vega. Curiosamente no es la ciudad que lo vio nacer, sino crecer, jugar sus primeros partidos de béisbol, formar su propio equipo ("Hielo-Cristal"), tomar las riendas del negocio familiar tras la enfermedad de su padre o bailar sus primeros merengues. No es extraño que sus compueblanos lo nombraran Hijo Meritorio de La Vega, premio que se suma a otros tantos recibidos a lo largo de su carrera profesional: Orden al Mérito de Duarte, Sánchez y Mella, en el grado de Oficial; Hijo Meritorio de Santo Domingo; o su nombramiento como "Inmortal del deporte" por el Círculo de Locutores Dominicanos.
Todavía a sus 76 años mantiene su actividad periodística con sus columnas "Béisbol de ayer" y "La crónica de los martes", desde el Listín Diario, regalándonos periódicamente alguno de esos nuevos tomos de su proyecto editorial "Colección Deportiva" que se encargará de preservar la memoria histórica del béisbol dominicano.
La primera vez me tocó entrevistarlo y conocer ese rincón de su vida donde se acumulan fotografías, libros, trofeos, el semanario deportivo americano "Sporting News" y una colección de bolas de béisbol firmada por los más famosos deportistas de todos los tiempos. Toda una vida inmersa en el espacio de una habitación desde donde escribe –a veces todavía con su inseparable maquinilla– y se inspira para esas crónicas deportivas o libros que han hecho de él uno de los grandes historiadores del mundo del deporte. Luego la vida le puso en mi camino entre eventos sociales y visitas a Mercado, donde colaboraba con la revista Sports 10.
Es un conversador nato y afable, así que la vida no podía depararle mejor profesión que la de Relaciones Públicas, gracias a la cual Shell tuvo la suerte de contar con sus servicios durante más de 30 años. A él se debe la creación de los premios Shell "Los Dominicanos Primero" en el béisbol nacional, contribuyendo así al reconocimiento, preservación y auge del deporte que más simpatía despierta en el pueblo dominicano. Es también uno de los promotores de los premios Shell de periodismo, uno de los primeros galardones que se otorgaron en este país.
Pero Cuqui Córdoba representa algo más que prensa, béisbol o deporte. Si hay algo que permanece ligado a este querido comentarista deportivo, escritor y locutor es la ciudad de La Vega. Curiosamente no es la ciudad que lo vio nacer, sino crecer, jugar sus primeros partidos de béisbol, formar su propio equipo ("Hielo-Cristal"), tomar las riendas del negocio familiar tras la enfermedad de su padre o bailar sus primeros merengues. No es extraño que sus compueblanos lo nombraran Hijo Meritorio de La Vega, premio que se suma a otros tantos recibidos a lo largo de su carrera profesional: Orden al Mérito de Duarte, Sánchez y Mella, en el grado de Oficial; Hijo Meritorio de Santo Domingo; o su nombramiento como "Inmortal del deporte" por el Círculo de Locutores Dominicanos.
Todavía a sus 76 años mantiene su actividad periodística con sus columnas "Béisbol de ayer" y "La crónica de los martes", desde el Listín Diario, regalándonos periódicamente alguno de esos nuevos tomos de su proyecto editorial "Colección Deportiva" que se encargará de preservar la memoria histórica del béisbol dominicano.
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