El valioso legado literario del fenecido escritor Marcio Veloz Maggiolo
Al fecundo intelectual y creador se le consideró el principal escritor dominicano del siglo XXI
Tras su lamentado fallecimiento, ocurrido el pasado sábado 10 de abril, a causa del COVID-19, el notable intelectual y escritor dominicano Marcio Veloz Maggiolo deja a la humanidad un valioso legado literario, compuesto por decenas de libros, muchos de los cuales han trascendido los confines isleños y son estudiados en universidades y centros culturales en diversos países.
El autor, quien merecedor de importantes galardones literarios obtenidos en la República Dominicana y el exterior, gozó de la estimación de una amplia legión de lectores y del aprecio de gran parte de la crítica, que subrayó sus aportes en materia de experimentación y creatividad y en el uso de la memoria histórica y emocional como materia literaria.
En su obra Tendencias de la novela dominicana, el destacado crítico literario Bruno Rosario Candelier resalta que Veloz Maggiolo tuvo como norte el experimento.
“...(Veloz Maggiolo) ha sostenido que alguien debe experimentar cuantos recursos novedosos estén a la orden del día, tanto para sintonizar nuestra novelística con lo nuevo...”, escribió Rosario Candelier.
Respecto a la obra De abril en adelante, Rosario Candelier expresa que Veloz Maggiolo practicó “la metanovela en un novelar que introduce la 'intranovela' o el proceso técnico-escritural de recursos y temas que maneja el novelista al momento de escribir una novela sin un aparente plan preconcebido; pero usa y abusa de casi todas las técnicas modernizantes de la narración”.
Otros juicios literarios
En un análisis realizado sobre la novela La biografía difusa de Sombra Castañeda, el acreditado escritor Efraim Castillo plantea que el mito es presentado por Veloz Maggiolo como el gran sintetizador de la supervivencia y, desde luego, como el embrión de todo lo bueno y lo malo de la región.
“El antepasado de este domeñamiento del tiempo y su manipulación plural no es preciso buscarlo demasiado lejos: Veloz Maggiolo es antropólogo; es decir, es un investigador en constante contacto con el pasado, con ese pasado que se estudia mediante la investigación científica, lo que determina un estado de permanencia, de inseparabilidad entre el ayer-hoy, y que da como resultado el rejuego del multitiempo”, argumenta.
“Texto eminentemente fantástico, la novela de Veloz Maggiolo representa un nuevo tipo de novela insular en que el rol protagónico lo adquiere la geografía y sus productos, bordeando los contornos isleños y produciendo una visión estructural de conjunto sobre las relaciones sincrético-simbióticas de nuestras etnias, que muchos historiadores y sociólogos se niegan a ver y lo que podría traducirse como la inmanencia de un solo pasado y un solo futuro”, agrega Castillo.
En un ensayo en el que se refiere a varios, el afamado autor Manuel Matos Moquete, Premio Nacional de Literatura 2019, expresa que Veloz Maggiolo, quien fue antropólogo, arqueólogo, poeta y periodista, “representa hoy, mejor que nadie, la reunión de las ciencias, las humanidades y las letras”.
“Obra integral es la suya: pintor, escritor y científico. Es uno de los padres fundadores de las ciencias arqueológicas y antropológicas en el país. Es hoy por hoy el novelista de más renombre. Es cuentista, es poeta y es ensayista”, destaca el creador e intelectual sureño.
Y remacha: “A través del trabajo con la memoria personal y social, leitmotiv y estrategia principal del arte y pensamiento de Veloz Maggiolo, él nos comunica su propia imagen y la imagen de la sociedad dominicana. La labor tesonera en ese sentido, en sus investigaciones y sus escritos, es un acercamiento total a la cultura en todas sus manifestaciones: artes, literatura, historia, ciencia, tecnología, costumbres”.
Luego de que se conociera el deceso del autor, la destacada escritora Ofelia Berrido publicó de nuevo un enfoque sobre la novela Memoria tramens, en el que señala que la profundidad de pensamiento del mundo imaginario de Marcio Veloz Maggiolo invita a reflexionar sobre la vida de los seres que lo pueblan "en contraposición a la nuestra".
“Los personajes de esta sorprendente novela son arquetipos que conforman la sociedad dominicana y latinoamericana en particular como reflejo de lo universal. Lo fantástico y lo real se confunden en esta novela en la que se enseñorea lo mágico-religioso expresado por medio de: mitos, tradiciones, religiones y folklore”, explicó.
Igualmente, la conocida periodista y poeta Marivell Contreras escribió que en silencio Veloz Maggiolo “construyó una de las bibliografías más importantes del país y sobre el país"
“Fuimos el centro de su obra y puso en el centro de todos al barrio como modelo de formación de identidades en el que las tradiciones, la música, la gastronomía, la historia y nuestros ancestros se confirman en nuestra cultura. Lo que somos se reafirma en el todo de su memoria aleatoria que se justifica en el pasado vivido y en una investigación recia, constante y seria que esta patentada en sus libros, en miles de artículos y entrevistas en periódicos revistas y canales de TV. Para los que nos gusta la investigación, don Marcio es una fuente de imperecedero valor”, argumentó.
Prolífico y reconocido autor
Veloz Maggiolo, nacido en el 1936, en Santo Domingo, fue un literato muy fecundo. Publicó más de cuarenta libros, entre ellos novelas, poemas, ensayos, cuentos y estudios antropológicos.
En su bibliografía sobresalen títulos como Los ángeles de hueso, La vida no tiene nombre, Materia prima, De abril en adelante, Ritos de cabaret, Uña y carne, El hombre acordeón y La mosca soldado.
Fue merecedor de importantes galardones como el Premio Nacional de Literatura 1996, de cuatro premios anuales de novela y del Premio FIL al Libro del Año 1996 por el libro Trujillo, Villa Francisca y otros fantasmas.
Con su novela La mosca soldado fue finalista en el 2004 del Premio José Manuel de Lara de España y ganador en el 2006 del Premio José María Arguedas de Narrativa de Casa de Las Américas en Cuba.
Además, con la obra La verdadera historia de Aladino, el autor ganó el Premio Nacional de Literatura Infantil en el 2007.