"Andrea Chénier", una ópera dramática y memorable
Esta aclamada producción de la Royal Opera House de Londres será proyectada este domingo 15 de septiembre, a las 5:30 pm, en la Gran Pantalla de la Sala Carlos Piantini del Teatro Nacional
Gracias a la Alianza Royal Opera, la Fundación Amigos del Teatro Nacional, la Fundación Sinfonía y el Teatro Nacional Eduardo Brito, hemos podido disfrutar en la Sala Carlos Piantini del Teatro Nacional transmisiones diferidas de ballets y óperas producidas en el Royal Opera House de Londres.
Cada presentación ha sido memorable. Un gusto impecable y una calidad insuperable han sido la nota en cada una de estas producciones.
Con la ópera del compositor italiano Umberto Giordano (1867-1948.), "Andrea Chénier", llegamos a la última de las presentaciones de este 2024. Esperamos con ilusión el anuncio de lo que nos traerán en el 2025.
Esta ópera completa y con subtítulos en español la podremos ver el domingo 15 de septiembre a las 5:00 pm.
Una ópera verista
"Andrea Chénier", compuesta a finales del siglo XIX, es la obra más conocida del compositor. Es una ópera verista, el estilo musical operístico que se desarrolló en último tercio del siglo XIX, que pretende retratar el mundo con realismo.
La ópera que supuso el punto de partida de este estilo fue Cavalleria Rusticana, del italiano Pietro Mascagni, estrenada en mayo de 1890 en Roma.
"Andrea Chénier" se inspira en un libreto de Luigi Illica basado en la vida del poeta francés André Chénier, quien fue ejecutado durante la Revolución francesa.
La obra fue estrenada el 28 de marzo de 1896 en el Teatro alla Scala de Milán y para el argumento de la ópera, Ilicca tomó la vida del poeta.
Con música emocionalmente rica y un libreto apasionante, esta ópera ha cautivado a audiencias durante más de un siglo y sigue siendo una de las obras más destacadas del repertorio operístico de todos los tiempos.
Ambientada en la Revolución francesa
La trama de "Andrea Chénier" se desarrolla en el periodo de la Revolución francesa, entre los años 1789 y 1794, en París y sus alrededores. Está dividida en cuatro actos, cada uno representando una parte importante de la historia.
La obra comienza en un baile en el castillo de la condesa de Coigny, donde se muestra la despreocupación de la nobleza francesa mientras la revolución se aproxima. El poeta Andrea Chénier se destaca por su discurso social crítico, lo que despierta el interés de Maddalena, la hija de la condesa.
Cinco años después, en un encuentro fortuito cerca del puente Peronnet, Chénier y Maddalena se enamoran, pero su amor se ve amenazado por el rival enamorado de Maddalena, Gérard, revolucionario y antiguo mayordomo de la condesa.
Más tarde, Chénier es arrestado por sus críticas a la crueldad de Robespierre y es llevado a juicio. Aunque Gérard intenta salvarlo, es demasiado tarde y Chénier es condenado a muerte.
En la prisión de St. Lazare, Chénier pasa sus últimos momentos escribiendo versos y esperando su ejecución. Maddalena, desesperada por salvarlo, soborna para ingresar a la prisión y se ofrece a Gérard con tal de salvar la vida de Chénier.
A pesar de sus esfuerzos, Chénier es llevado al lugar de ejecución junto a otros condenados. Maddalena decide tomar el lugar de una prisionera y acompaña a Chénier en su última hora. Los amantes enfrentan la muerte juntos.
Apegado a la época y a los sucesos que ocurren en ella durante la Revolución francesa y del terror de Robespierre, el director de escena presenta una puesta tradicional en cuanto a la ambientación, pero fresca y llena de detalles dramáticos que enriquecen tanto la trama como la interpretación de los cantantes.
Estrellas del bel canto
Esta presentación cuenta con uno de los tenores más populares del momento, Jonas Kauffman, como Andrea Chénier, papel que desarrolla lleno de pasión y dramatismo.
Maddalena de Coigny es la soprano norteamericana Sondra Radvanovsky quien posee una voz de exquisito color y profundidad, ideal para el papel. Los dúos entre Radvanovsky y Kauffann son espléndidos.
La soprano canta ´La mamma morta´, una de las arias más populares de la ópera, con un refinamiento vocal de gran belleza, proyectando toda la desesperación del personaje, transmitiendo su historia incluso a través de sus ojos.
El barítono español Carlos Álvarez canta el rol de Carlo Gérard, su voz es aterciopelada pero imponente a la vez, de técnica impecable y sabe cómo hacer del papel que le corresponde un rol interesante, lleno de matices.
El último dueto entre Chénier y Maddalena, ´Vicino a te´, es sublime. Quiero pensar que el amor de ambos trascenderá a la muerte. Esta maravillosa puesta en escena me deja el mensaje de que los inocentes seguirán muriendo y la sangre seguirá derramándose.
Una oportunidad única
Nada supera ver una ópera en vivo, pero estas producciones que nos trae la Alianza Royal Opera y las fundaciones que la apoyan son formidables. Ojalá pudiéramos tener en nuestro teatro por lo menos una ópera al año. Soñar no cuesta nada.