VII Gala de Ganadores Van Cliburn, una noche excepcional
Los tres ganadores del Concurso Internacional de Piano Van Cliburn se presentaron a casa llena en la Sala Carlos Piantini del Teatro Nacional Eduardo Brito
A casa llena, se presentaron los tres ganadores del Concurso Internacional de Piano Van Cliburn en la Sala Carlos Piantini del Teatro Nacional Eduardo Brito.
Antes de iniciar el concierto se pasó un documental, en una pantalla en el escenario, exquisitamente filmado y con un tiempo justo, donde ejecutivos de Fundación León Jimenes, encabezados por su presidenta María Amalia León, de Grupo León Jimenes, de E. León Jimenes, Fundación Sinfonía y el Teatro Nacional, ofrecieron sus testimonios sobre la Gala y sobre el espléndido piano donado por E. León Jimenes al Teatro Nacional y estrenado por los ganadores. El escenario sin flores, exhibía el nuevo y maravilloso piano con un sonido mágico, que aprovecharon los ganadores.
Finalizado el video, entró a escena con paso firme y pausado Dmytro Choni, el pianista ucraniano, ganador de la medalla de bronce, seguido por el director titular de la Orquesta Sinfónica Nacional, el maestro José Antonio Molina. Choni, dueño de un impresionante currículo, interpretó el Concierto No. 3 para piano y orquesta en Do menor opus 37 del compositor alemán L. v. Beethoven.
Luego de una introducción por la orquesta hábilmente conducida por su director, se pudieron escuchar las notas del pianista, en un primer movimiento lleno de energía y en constante diálogo con la orquesta. El segundo movimiento estuvo repleto de ternura, dramatismo, calidez y pureza, para pasar al tercer movimiento travieso, brusco e ingenioso, con destellos y bailes. La conexión pianista – director fue excepcional. Molina condujo la orquesta de manera exquisita. Choni demostró inteligencia y emoción en su interpretación.
Inmediatamente, entraron nuevos músicos, necesarios para el siguiente concierto, el Concierto No. 1 en si Bemol Mayor Opus 23, del compositor ruso Piotr Ilich Chaikovski, un concierto romántico, cautivador y uno de los mas amados y conocidos por todos. La medalla de plata, la rusa Anna Geniushene, se dirigió al piano, la batuta del director dio la señal de inicio y escuchamos una de las más famosas introducciones de concierto alguno. El concierto es un verdadero "Tour de Force".
El segundo movimiento lírico y hermoso, donde el diálogo entre orquesta y pianista es fascinante. De ahí al tercer movimiento emocionante y de un ritmo contagioso. Anna contó con el mejor de los acompañamientos, director, orquesta y pianista se fundieron en un solo cuerpo. El aplauso premió de nuevo a todos.
Luego del intermedio le llegó el turno al coreano Yuncham Lim, ganador de la medalla de oro, con el concierto de Robert Schumann en La menor opus 54. Un concierto expresivo y lleno de emoción. Yuncham Lim captó la intimidad esencial del concierto de Schumann sin descuidar la grandiosidad de éste. El segundo movimiento estuvo lleno de ternura y sinceridad, pasando sin descanso al final animado y lleno de energía. Lim demostró con creces ser merecedor de la medalla de oro del concurso.
Durante los tres conciertos, el maestro Molina condujo con habilidad su orquesta cada vez más madura, brindando un apoyo rítmicamente seguro a los solistas permitiendo lucirse y escucharlos en todo su esplendor.
Fue sencillamente una noche excepcional, una lástima que tengamos que esperar cuatro años para el próximo Van Cliburn. Por una noche olvidamos el calor, los tapones y las preocupaciones y aplaudimos con alegría tres pianistas fuera de serie, y una orquesta y su director que nos llena de orgullo.