Complicidad, desplazamiento, arte y técnica fue el coctel brindado a los asistentes en la 14va gala benéfica de Estrellas de la Danza Mundial, la noche de este jueves en el Teatro Nacional Eduardo Brito.
La producción artística de alta calidad tuvo una escenografía simple, pero sublime que resaltó por el juego de luces y efectos de humo que se posaban sobre los cuerpos de los bailarines solistas o de las piezas grupales destacando su porte, movimiento y vestuario.
Por casi dos horas, el espectáculo bajo la producción de la experimentada gestora cultural Mónika Despradel y la dirección artística de Paul Seaquist a beneficio de la Fundación Nido para Ángeles mostró un repertorio de piezas clásicas que incluyeron el Pas de Deux Del Cisne Blanco a La Sylphide, Spartacus y Raymunda.
La parte contemporánea fue llevada en las interpretaciones de Adrogyn, Nocturnes, Commond Ground, ABC Solo, entre otras.
El primer número fue un homenaje a nuestra ave nacional, la Cigua Palmera, del Ballet Nacional Dominicano, coreografía de Stephanie Bauger y música de Henrik Schwarz. Bailaron Laura de los Santos y Darel José Pérez.
Las estrellas de la danza representaron el enfoque abstracto al trabajo mancomunado de estas aves, su laboriosidad y capacidad de adaptación en distintos ambientes.
Otras interpretaciones
El coreógrafo dominicano Pablo Pérez llevó a escena la pieza "Por una rosa" con 14 bailarines de Ballet Concierto Dominicano ataviados de rojo. Sus saltos evocaron ese bello elemento de la naturaleza, la rosa, y que se ha asociado desde siempre al amor y la pasión.
En la clásica "Raymunda", la destacada bailarina japonesa Kyoka Mochizuki parecía salida de una cajita de música con la bailarina de ballet en miniatura o como una muñeca de tamaño humano por el vestuario de ballet, el tocado y el porte perfecto.
El bailarín vienés Rainer Krenstetter brilló por igual. Los movimientos y sincronía fueron simplemente excelentes y fue una de las interpretaciones más aplaudidas.
La 14ava gala culminó con el "ABC Solo" de Holanda a cargo del bailarín Víctor Caixeta, un performance que mezcló movimientos clásicos, contemporáneos, actuación y hasta un toque cómico. Una de las ejecuciones más largas y aplaudidas digna de un cierre.
Con un merengue de Juan Luis Guerra de fondo, en la reverencia y salida final de los bailarines estos fueron agasajados con unas flores entregadas por niños con parálisis cerebral que son apoyados por la Fundación Nido para Ángeles.
Mención especial para los solistas María Bosch y Javier Monzón de España, Kebler Rebello y Natalia De Frobervile de Francia; Evelina Godunova y Suren Grigorian de Alemania, así como los dominicanos Darel José Pérez, Laura de los Santos, Ballet Concierto y Ballet Nacional Dominicano.
Apasionada por el arte, la cultura, el turismo y la radio. Escribe para la sección Revista de Diario Libre. Egresada de Comunicación Social por la UASD y del Máster en Comunicación e Identidad Corporativa por la UNIR.
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