Scrabble: el rey de los juegos de palabras 'cumple 75'
Este juego, que está disponible en 30 idiomas en 120 países, tiene una versión en braille para las personas invidentes, y una ampliación con tecnología digital de realidad aumentada basada en una ‘app’ para el celular
En el juego del Scrabble (palabra inglesa que puede traducirse como escarbar o usar los dedos para encontrar rápidamente algo que no se puede ver) los jugadores reciben al azar fichas correspondientes a letras consonantes y vocales con las cuales tienen que componer palabras incluidas en el diccionario estándar, sobre un tablero con 15 por 15 casillas cuadradas.
Las palabras pueden formarse en sentido horizontal o vertical, colocando cada letra en una casilla, y también pueden entrecruzarse unas con otras, ya que una misma letra puede formar parte de dos palabras diferentes, una vertical y otra horizontal, situándose en la intersección de ambas.
Por qué los juegos de mesa pueden ser beneficiosos
Cada una de las letras vale una determinada cantidad de puntos, acorde con la dificultad para incluirlas en la composición de una palabra y, al final gana el jugador que más puntos ha obtenido.
Quizá la sencillez del Scrabble, en el que lo que importa no es cuántas palabras conoce un jugador, sino cómo las compone, combina y utiliza en el tablero para poder obtener una mayor cantidad de puntos, sea uno de los secretos del éxito de este juego de popular palabras, que celebra su 75º aniversario en 2023.
Este entretenimiento de mesa, cuyo recorrido comenzó en 1931 como un proyecto del arquitecto estadounidense Alfred Mosher Butts y que en 1948 fue bautizado como Scrabble, comenzando a venderse poco después, ya acumula más de 165 millones de unidades vendidas, explican desde la empresa de juguetes Mattel, cuyo catálogo incluye el Scrabble.
Cada año se celebran en distintos países torneos en los que participan clubes de jugadores experimentados y otros de jugadores noveles, incluido un Campeonato Mundial en español.
También cada año, el 13 de abril, se conmemora el Día Mundial del Scrabble, que toma como referencia la fecha de nacimiento de su creador, Alfred Mosher Butts, quien vino al mundo el 13 de abril de 1899, en Poughkeepsie (Nueva York, Estados Unidos).
Desde 1948, los principios fundamentales de este juego de mesa se han mantenido firmes, más allá de algunos ajustes menores y modernizaciones, abarcando nuevas palabras, frases y generaciones de jugadores e incorporando tecnologías innovadoras, como su versión Vision con realidad aumentada, que combina el uso del tablero físico con una ‘app’ para móviles.
30,000 partidas cada hora
Detrás de este entretenimiento, que según los cálculos de Mattel, divierte a personas y familias a un ritmo de “al menos 30,000 partidas iniciadas cada hora en distintos idiomas”, hay una historia asombrosa con un comienzo humilde.
En 1931, Estados Unidos estaba sumido en la Gran Depresión económica, y Alfred Mosher Butts, un arquitecto del Estado de Nueva York, estaba sin trabajo y con mucho tiempo libre.
En su modesto apartamento de la ciudad de Jackson Heights, Butts dio rienda suelta a su entusiasmo por los juegos y las palabras, desarrollando un entretenimiento basado en la suerte, la estrategia y la destreza lingüística, al que denominó Lexiko.
Aquel precursor del actual Scrabble, presentaba letras en mosaico pero no un tablero y se basaba en un sistema de puntuación que Butts desarrolló al leer la portada del diario New York Times.
Sus intentos iniciales de desarrollarlo comercialmente fracasaron, ya que su petición de patentar la idea fue rechazada y no logró despertar el interés de los principales fabricantes de juegos.
Butts tenía una confianza inquebrantable en su invento y, durante los siguientes cinco años, vendió más de 200 juegos de Lexico a amigos y familiares. En 1938, añadió una mejora clave a su juego al incorporarle un tablero de 15 por 15 casillas.
Este avance (el tablero) motivó un cambio de nombre del juego, que pasó a llamarse ‘Criss-Crosswords’, pero tampoco consiguió interesar a los fabricantes estadounidenses, que seguían prefiriendo invertir en los juegos infantiles, según Mattel.
El despegue llegaría años más tarde, cuando James Brunot, un trabajador social jubilado, empresario en ciernes y aficionado a jugar al ‘Criss-Crosswords’, llegó a un acuerdo con Butts para producir un juego ligeramente modificado a mayor escala, entregándole a Butts una regalía por cada juego vendido.
Nuevo nombre y éxito comercial
Brunot cambió el nombre del juego, denominándolo Scrabble, y el 16 de diciembre de 1948, casi veinte años después de su concepción original, fue aceptada una solicitud de derechos de autor, según Mattel.
A partir de entonces, Brunot y su esposa Helen “metidos hasta las rodillas en cajas, bastidores y fichas”, comenzaron a vender el juego de Mosher Butts, desde su casa en Connecticut, comercializando una modesta cantidad de 8,500 unidades durante el primer año de actividad comercial, puntualizan.
A medida que crecía el interés, la producción se trasladó a otro edificio, aunque en 1952 el negocio solo había alcanzado un punto de equilibrio, sin lograr superarlo.
Las ventas realmente se dispararon después de que Jack Strauss, presidente de Macy's, una reputada cadena estadounidense de grandes almacenes, conoció el Scrabble y quedó encantado con este juego, lamentando que su icónica tienda de alta gama, con varias plantas, no lo tuviera en existencia.
Impulsado por una masiva campaña promocional, el juego se convirtió rápidamente en un éxito internacional y, tras ser lanzado en Inglaterra y Australia, sus ventas se dispararon desde 2,413 unidades vendidas en 1949 a casi 4 millones en 1953.
Actualmente, se calcula que en todo el mundo se venden cada año alrededor de 1,5 millones de unidades y funcionan alrededor de 4.000 clubes de jugadores de Scrabble.
En el Reino Unido, para celebrar el 75 aniversario de este juego y de la coronación del Rey Carlos III, que también cumple 75 años en 2023, el sombrerero británico Justin Smith, famoso por crear tocados de alta costura para estrellas de Hollywood, ha creado una corona de fichas de Scrabble inspirada en la Corona de San Eduardo, una de las joyas de la Corona Británica.
En Francia, la artista de la palabra, Chloe M, ha compuesto una oda al Scrabble, su juego favorito, y a la lengua viva francesa, que representó en una actuación frente a la Torre Eiffel, en París.
Después de 75 años, el espíritu del Scrabble, de “fomentar conexiones significativas entre generaciones, aprovechar el poder de las palabras y celebrar los beneficios de la expresión positiva”, sigue cobrando vida cada vez que los jugadores disfrutan de la sencilla diversión de construir palabras juntos en un tablero de compartido, señala Ray Adler, vicepresidente de Mattel.