VIDEO | Yamilet González: "Yo soy un mix de todos mis personajes; tiene que haber algo de mí en ellos, porque yo los uso para drenar"
La dominicana que pone a reír en redes sociales con sus pintorescos personajes
No hay que temer a las crisis, por lo general, ella saca el espíritu emprendedor y guerrero de quien la está padeciendo. Esta lección la vivió en carne viva Yamilet González, una talentosa actriz y humorista dominicana que llegó a España hace 15 años, sin saber lo que le esperaba.
En el país europeo se encontró con una realidad que la hizo dudar si la decisión de dejar su vida en la tierra que la vio nacer era la mejor.
Sin embargo, el tiempo le demostró que no estaba equivocada y que las noches de soledad, tristeza y hasta depresión eran parte del proceso que tenía que vivir para alcanzar el éxito.
Hoy, con una comunidad de más de 500 mil seguidores (sólo en Instagram), ha capitalizado su gracia natural y su preparación en la interpretación para crear personajes, donde tomando como base el humor refleja parte de su cultura. Ella es la artífice de "Javiei", "Maidalena", "Gladys", "La Turula", "Brígida Brigette", "Ana Getrutis", "Ludelania" "Tere" y "la doctora Per o Ne", personajes con los que no solo ha monetizado, sino que le han ayudado a canalizar sus energías.
"Cada uno es parte de mí", confesó durante una entrevista, a propósito de su espectáculo "El Show de La González Special Edition", que se llevará a cabo el próximo 6 de mayo en el teatro La Fiesta del hotel Jaragua. De este evento, su proceso creativo y su lado más personal, también habló para Diario Libre.
—Háblanos de este show que te trae a RD.
Vengo con un espectáculo celebrando mis 10 años de carrera, con un producto nacido en las redes sociales y llego con todos los personajes en escena, incluyendo algunos debutantes, entre ellos: "Ana Gertrutis" que lo tengo que dosificar.
—¿Alguna vez pensaste en el éxito que tendrías?
No ha sido adrede, yo creo que fortuitamente he conectado con mi comunidad, tengo un vínculo muy cercano con mis seguidores y creo que eso es lo que me ha permitido ser parte de sus vidas y que ellos también estén presentes en la mía.
—¿Cómo llegaste a España?
Yo llegué a estudiar. Se estuvo complicando la cosa, dejé en República Dominicana a mi hijo de 3 meses de nacido, pasando circunstancias complicadas, pero después decidí quedarme y traer a mi bebé. Y así lo hice.
—¿Qué tan complicado fue ese proceso?
Es muy complicado salir de tu casa, sientes al principio mucha soledad y yo tenía muchas ganas de regresar a mi país, te lo juro.
Pero sentirme fracasada y hacer sentir fracasada a mi madre por el esfuerzo que había hecho para mandarme al extranjero me daba vergüenza. Yo pasé una depresión muy dura, muy difícil y lo cuento en un libro con el que colaboré; lo que me hizo despertar fueron las palabras de una doctora, en la consulta le dije: estoy mal, tengo un dolor en el pecho, no duermo, tengo taquicardia.
Y ella me respondió: sí estás depresiva, tienes ataques de ansiedad, te vas a morir, ¿por qué no te vas a morir a tu país? Y ese fue el remeneón que me hizo despertar; tenía dos opciones: o irme a mi país a morirme o salir adelante, y yo tiré pa´lante y salí de ahí. Salí de esa burbuja. Fue muy difícil, fue muy complicado al principio, me sentí muy sola, pero salí, me adapté y aquí estoy.
—¿Cómo identificas que tienes el potencial para hacer este tipo de humor?
Todo ha sido como obra de Dios, yo descubrí a medida que me iba conociendo que es un don y cuando tú aceptas los dones se convierten en bendiciones. Sin embargo, sí me preparé en el país, estudié actuación con Alfonso Rodríguez, siempre tuve la curiosidad de estar en los medios; tanto aquí como en España trascender era muy complicado, me veía como bloqueada por todas partes, cuando se presentó la oportunidad de las redes sociales, por una situación personal, yo me dije ´esta es la oportunidad´ y a raíz de ahí fue como un punto de partida, pero a después de ahí fue cuando vino lo mejor, porque cada crisis en la que yo entraba me invitaba a conocerme más.
Yo creaba contenido en base a mis crisis, primero, pero después yo dije: si esto me está permitiendo llegar a más gente, déjame buscar un análisis mejor, déjame ir al taller del maestro, déjame ver que es lo que Dios tiene para mí, y él me mostró que es una bendición, que es un don que tengo, entonces, cuando tienes dones y los aceptas, tienes que aprender a usarlo para poder construir y edificar a otros.
—¿Te identificas con los personajes que haces?
Yo soy Ludelania a tope, al cubo (ríe). Yo soy todos mis personajes. Yo soy un mix de ellos; tiene que haber algo de mí en ellos, porque yo los uso para drenar también. Hago un estudio en las redes sociales, busco qué no hay y lo que puedo construir en base a eso. Y como estudiante de psicología me permite construir mejor el personaje y, tener algo como más sustancial.
Cuando empiezo a construir míos cosas yo digo tengo que meterles cosas con las que la gente se identifique de forma genérica, pero tengo que estar yo siempre; porque ese personaje también me permite drenar a mí muchas cosas que uno le quiere decir a la familia, a los amigos o uno teme decirse así mismo, incluso pongo cosas genéricas con las que la gente se identifique, pero también cosas mías que me permitan drenarme y decir lo que no me atrevo a expresar ni siquiera a mí misma, porque la conversación más difícil de uno es con uno mismo, no con el otro, ni con el enemigo, ni con el que tú tienes problemas, es con uno, entonces, los personajes me ayudan y son una terapia para mí.
—¿Te has sentido sola a pesar de tener tantos "seguidores"?
Sí, por supuesto, ese fue el punto de inflexión en mi vida. Cuando yo me sentía sola yo buscaba llenar algo, yo me desesperaba; me refugiaba en amigos, en comprar cosas, entonces, llegó un punto en el que tenía muchas cosas, pero igual me sentía sola, como si no tuviese nada.
A todo ser humano le llega ese momento, pero hay muchos que no se sientan a reflexionar sobre ello, sino que siguen haciendo otras cosas, pero cuando llega ese punto, si tienes la capacidad que yo desarrollé, de tener esa conversación interna (y cuestionarte cómo lo hice yo) ¿qué es lo que está pasando?, ¿cómo tú puedes decir que tienes una familia hermosa, eres próspera, todo lo tú le pones la mano florece, ¿cómo tú puedes levantarte triste?, ¿qué ocurre?, ¿qué pasa? Hay algo que está ocurriendo en ti que no encaja, ¿qué es?
Entonces, yo dije, pero ven acá, yo me he pasado toda la vida haciendo tantas cosas desde afuera, déjame empezar a hacer algo aquí adentro. Déjame yo empezar a ver qué es lo que ocurre aquí, para yo sanar eso y para ver hasta dónde me puede llevar y, ahí me di cuenta que eso ha sido lo mejor que yo he hecho, entrar en mí, navegar en mi interior, hacer una limpieza de adentro (hacia afuera).
Yo era de las personas que decía: yo no soy rencorosa, y yo me di cuenta que le tenía mucho rencor a mucha gente; me di cuenta que yo no era sincera conmigo, yo decía que era la mejor amiga de todo el mundo y me di cuenta que tampoco; yo me sentía la más santa, y me di cuenta que tampoco; pero fui honesta conmigo y tuve esa conversación conmigo y me di cuenta que soy un ser humano, que puedo cometer errores, pero que también puedo evitar muchos (errores), actuando de manera consciente, eso es Dios. Dios trabaja de manera tan perfecta que tú no te das cuenta de ese cambio, hay mucha gente que dice que quiere cambiar, pero cuando Dios te toca de verdad tú no te das cuenta de ese cambio.
Como siempre le digo a mi comunidad, mientras más cerca estoy de mí, me doy cuenta que estoy más cerca de él. Es algo que yo no puedo explicar, que no está en una iglesia, ni hablando con un hermano en una predica, es algo que está dentro, es algo que surge.
—¿Cómo mantienes la conexión con tu cultura a pesar de vivir desde hace 16 años en el extranjero?
En mi infancia estuve con mis abuelos en el campo, ellos son del Cibao, entonces, así como yo tengo recuerdos difíciles, quise estar más tiempo con mi madre; tengo recuerdos muy bonitos con mis abuelos que hicieron todo lo posible porque no se sintiera es falta a su manera. No eran tan cercanos o cariñosos, pero tengo muchos recuerdos muy bonitos de cosas que, antes me producían un poco de dolor, pero que hoy me causan gracia, porque sané, quizás que el abuelo mío me dijera que mondara la yuca, y yo decir ¿qué es mondar? No sabía y, él darme dos "cocotazos" (ríe) porque yo no sabía mondar la yuca que era pelarla, y cosas así, entonces, yo me quedé como en el campo.
Cuando mi mamá me trajo a la capital (Santo Domingo), yo me sentía incómoda, me sentía que no estaba en mi hábitat, yo quería seguir haciendo las mismas cosas, entonces, tengo esos recuerdos como tan marcados que es como que yo no puedo violar ese código, es como que tengo que estar ahí.
Yo no sabría explicar cómo mantengo la conexión con la cultura viviendo fuera, es como más emocional, del amor hacia la gente mía, hacia la cultura, de lo que somos. Yo soy muy dominicana, yo soy tan dominicana que yo no me atrevo a discutir con nadie fuera de aquí sobre mi país; si hay una gente que habla mal de la República Dominicana yo ni siquiera discuto; yo soy sólo les digo ´vamos a la isla y conoce a su gente´, porque yo sé cómo nosotros somos y la mayoría de dominicanos somos muy buenos y serviciales, aunque, en el extranjero haya muchas cosas que se proyecten de forma negativa, o que se le dé más protagonismo, eso es parte de la prensa sensacionalista.
—¿Qué buscas con cada uno de tus personajes, al momento de crearlos?
Con cada uno de mis personajes yo busco que la gente se identifique, yo busco que la gente se observe, que la gente pueda corregir cositas que no están bien en ellos. Yo creaba contenido natural y espontaneo, pero después que me di cuenta el nivel de influencia y responsabilidad que yo tengo, porque hay gente que todavía está dormida que no tiene el nivel de conciencia en el que estoy yo actualmente, asumí la creación de estos personajes como una responsabilidad, al final si voy a llegar a ese público lo quiero hacer de una manera más positiva, yo creo que si Dios me da la oportunidad de poder crear conceptos, como el de la doctora Ana Gertrutis, por qué no a través de ellos y usando el humor, puedo educar, entretener y hacer cosas positivas; hacer que la gente pueda cuestionarse y ser curiosos sobre sí mismos.
Yo recibo mensajes de gente que me dice que soy una terapia y que han mejorado su relación de pareja con el contenido que realizo, y es algo extraordinario, porque sabes que estás salvando relaciones, que actualmente sabemos que las relaciones de pareja se estás diluyendo.
—¿Cómo te desconectas de tus personajes?
Yo me desmonto rápido de los personajes, ellos tienen cosas de mí que mi entorno identifica en conversaciones amenas, a través del tiempo uno aprende a poner cada cosa en su cajón.
—¿Qué cambiarías de todo este proceso?
Si me hubieses preguntado eso 5 años atrás, talvez te hubiese dicho que no me iría del país, porque no entendía el proceso de Dios para conmigo, pero creo que cada cosa que yo he vivido ha sido por algo, los tiempos más difíciles han sido los mejores porque me han hecho sacar de abajo. He aprendido a ser autosuficiente y trabajar mi fuerza de voluntad; he aprendido a encontrarme conmigo.
Yo me vi vulnerable, me vi indefensa siendo niña y verme ahora valiente, aprendiendo a tener una buena relación con mis emociones, saber que el miedo está ahí y que lo que está detrás del miedo es la recompensa. Hay que ser valientes y cruzar el miedo para saber todo lo que nos espera.
He aprendido tantas cosas que no cambiaría nada, porque son decisiones que han sido tomadas en un momento determinado, quizás por impulso, sin pensar en lo que podía ocurrir, pero tenía que pasar así. Dios ha ido encajando cosas a quemar etapas, me hizo triunfar, luego fracasar con dos proyectos empresariales que me dejaron en una quiebra, deudas en el Gobierno, un divorcio, de vivir en una casa a irme a arrimar a casa de una hermana. Yo llegué a menos cero. Y me acuerdo que él me dijo confía. Yo no entendía y lo cuestionaba, pero dentro de esa respuesta, encontré muchas respuestas más, seguí confiando y mira ahora como estoy, tranquila y feliz.
— Finalmente, ¿cómo es la Yamilet fuera de las cámaras?
Fuera de las cámaras me gusta leer, he descubierto que me gusta el baile, ahora me creo que soy Shakira. Me gusta mucho ver películas, compartir en familia, caminar. Aprendí a disfrutar de la naturaleza. Esas son las cosas que hago, cosas simples y, siempre estoy construyendo mi felicidad por momentos, porque lo entendí así.