María Jacobo: “Puedes vestirte de Chanel, pero si no estás bien contigo mismo, se va a notar”
La presentadora de Univision Radio y estilista de moda dominicana María Jacobo recientemente presentó en el país su libro “Vestidas de gloria”
Así como cada cierto tiempo hace falta sacar todo lo que ya no sirve o no usamos de nuestro armario, es necesario hacerlo con el clóset espiritual: despojarnos de aquellas vestiduras que nos restan para dejar espacio a los atuendos completamente nuevos que van acorde con nuestros valores como persona.
Esa es una idea que comparte la presentadora de Univision Radio y estilista de moda dominicana María Jacobo, quien recientemente presentó en el país su libro “Vestidas de gloria”. A través de este escrito, basado en sus vivencias, ayuda a identificar las “piezas innecesarias de nuestro clóset espiritual”, analizar el concepto de identidad y las áreas que necesitan reparación o eliminación.
¿Cómo surge la inspiración de escribir este libro?
He venido escribiendo capítulos de este libro a través de mi vida y los tenía en una serie de Diario, porque desde los 15 años llevo un Diario. Pero durante la pandemia específicamente fue cuando dije que iba a seguir esto que el Señor me dijo hace mucho tiempo. Había ese hincapié de marcar la diferencia en la mujer, de que ellas supieran de dónde emana nuestra verdadera imagen.
¿Qué significa para ti ser una mujer “vestida de gloria”?
Es una mujer que sabe de dónde emana su imagen y conoce cada don y talento que el Señor ha puesto en ellas. Parte de Colosenses, donde dice que nos despojamos de ese viejo hombre y decidimos revestirnos del amor de Dios y de muchos atributos y valores que el Señor pone a nuestra disposición. Para mí una mujer vestida de Gloria es una mujer que conoce su guardarropa espiritual y sabe cuándo y cómo usarlo.
En el libro hablas de imagen interna, pero también externa. ¿Cuál es la importancia de que haya coherencia entre ambas?
El mundo se ha enfocado en un área minúscula de la imagen que es lo que vemos afuera. Esto es lo que le da a la sociedad el “derecho” de decidir quién eres y quién no. Estamos tan entrenados hoy día a lo visual que nos toma una décima de segundo saber si alguien nos cae bien o no basado en una foto, eso es lo que vivimos hoy. Pero la imagen verdadera, desde el concepto de imagen que no es moda ni belleza, es una esencia que se transmite de adentro hacia afuera. Cuando estudio la imagen y lo que dice la palabra, pues lo primero que Dios dijo del hombre menciona la palabra imagen, cuando dijo “hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza”. La imagen es importante porque siempre debemos reflejar eso que llevamos de adentro hacia afuera.
¿Cómo se logra esa coherencia?
Conociendo quienes somos. Eso toma un trabajo de enfrentar nuestros miedos. Cuando se nos habla de conocer quiénes somos hay una lista de aspectos negativos que tratamos de que no sean tan obvios. Pero creo que saber cuáles son tus fortalezas y debilidades, y presentarte al mundo tal cual eres es lo que hace que haya una coherencia entre tu imagen interna y externa. Puedes vestirte de Chanel, pero si no te sientes feliz, si no estás bien contigo mismo, se va a notar. No es la marca, eres tú.
¿Cuáles son los conceptos erróneos que la gente tiene sobre cuidar su imagen?
Lo ven como una vanidad, pero si hay algo que tenemos que hacer a diario es vestirnos. El concepto de imagen que nos ha querido vender el mundo es eso, el de marcas, el de cosas caras, porque ponen una etiqueta sobre nosotros que nos hace pertenecer a un estatus, y ese sentido de pertenencia es lo que nos hace ir detrás de las que no tienen valor. La mayoría de las personas se miden por eso, por lo que la sociedad dice que valen: si no usas la marca tal, ni no tienes el carro tal, entonces no vas a estar dentro de un estatus social. Nos fijamos tanto en esas cosas negativas que tienen una connotación económica que obviamos lo que realmente tenemos que enfrentar.
La ropa que una mujer decida llevar, ¿necesariamente la define?
Sí. Hay códigos de vestimenta. Cuando una muchacha decide llevar un código erróneo la veo con misericordia, porque lo que se usa hoy en día muestra más para tener una validación, pero la hermosura de una mujer viene de otros atributos. ¿Cómo defino a esa mujer o joven que enseña de más? Como alguien que no se ha aprendido a conocer y que necesita apoyo en esa área. No la juzgo, pero sí trataría de ayudarla a definir su esencia.
En el libro hablas de identidad y propósito. ¿Cuáles herramientas te sirvieron a ti para identificarlos?
Desde que comencé mi caminar con el Señor. Antes de haberlo conocido, había inquietudes en mí que no tenían respuesta, pero cuando conozco de Él, entiendo que todos tenemos un propósito, el cual no tiene nada que ver contigo. El concepto mío de identidad y de autoimagen se fue basando en lo que Dios dice de mí y lo que tengo dentro de mí. Pero lo más importante es el poder transformador de Dios. Si hay algo seguro en nuestra vida es que nos vamos a transformar. Que sí se vale cambiar y que se puede transformar. Que ese concepto de imagen que quizá tenías hace 10 años no es lo que entiendes hoy, porque es a través de ese proceso que nos vamos dando cuenta donde estamos y hacia dónde vamos.
¿Cuál es el mensaje con el que te gustaría que se quede toda mujer que lea tu libro?
Hacer el proceso de sanidad interior y poder amarse tal cual son, son puntos clave del libro. También hay una guía con un proceso de perdón desde otro punto de vista y si algo quiero dejar a los lectores es la importancia de comenzar a transformarnos. No solo es pedirle perdón a Dios o a esa persona a la que tal vez le hicimos algún daño, pero es la habilidad de perdonar. Cuando nosotros podemos mirarnos tal cual somos y mirar los errores que hemos cometido sabiendo que puedo transformarme y poder perdonarnos, eso nos hace potenciar nuestras fortalezas aún más.
“Vestidas de gloria” se puede adquirir en Cuesta Libros y en Recursos de Vida, la librería de la pastora Yessenia Then. También está disponible en línea a través de vestidasdegloria.com para Estados Unidos y seis países más.