VIDEO | Comic Con, celebración de la cultura pop, descorcha su pasión en Nueva York
Esta convención se ha convertido en la feria pop más visitada del país
Si ves a dos superhéroes que se saludan al cruzarse, a Beetlejuice haciendo fila delante de ti en la cafetería, a decenas de personas esperando su turno para saludar a su dibujante o actriz favoritos, o si vislumbras un mercado de espadas láser jedi al final del pasillo, muy posiblemente te encuentres en la feria Comic Con de Nueva York, que abrió de nuevo sus puertas.
En el recinto ferial Jacob Javits, a orillas del río Hudson, se espera que alrededor de 200.000 personas visiten la colosal feria de este año, que intenta dejar atrás lo peor de la pandemia, que forzó el cierre durante dos años y que en la pasada edición obligó a los organizadores a reducir el número de visitantes a 150.000.
Menos famosos, pero más gente que en San Diego
Aunque San Diego (California) sigue siendo la meca de las ferias Comic Con, con la presencia de las caras más famosas de las series de ciencia ficción y fantasía más vistas o los anuncios más sonados del cine y de la pequeña pantalla, Nueva York se ha convertido en la feria pop más visitada del país.
Aún así, esta edición también cuenta con algunos rostros conocidos como los actores Michael J. Fox y Christopher Lloyd, de la saga "Regreso al Futuro", Oscar Isaak de "Ex Machina" o Sebastian Stan de "Infitiny War", entre otros muchos que participan en paneles o que estarán allí para firmar autógrafos o hacerse fotografías con sus seguidores más fervientes.
Y también artistas del cómic, como Arthur Adams, de "X-men y The Walking Dead" o Dan Mora de "Batman/Superman world finest 2022" que atienden a sus seguidores, firman autógrafos y venden sus trabajos.
James, uno de los miles de visitantes, ojea a toda velocidad los cómics guardados en cajas de uno de los numerosos puestos de la feria y ya ha seleccionado una treintena que piensa comprar.
"Siempre he sido un fanático de Sub-Mariner, así que siempre que veo cómics en los que aparece y no los tengo los agarro. También me gustan los Simpson y los cómics de ese estilo", explica a EFE en los pasillos de esta feria, epítome de la cultura pop.
La pasión por los disfraces
En Comic Con también se celebran paneles sobre el mundo fantástico, las series y las novelas gráficas, y se ofrecen todo tipo de productos, desde cromos o chapas por diez dólares hasta figuras o pósters originales de artistas por miles
Uno de los productos más caros se expone en el puesto de la casa de subastas Heritage y se trata de un cómic de Spiderman de 1962 titulado "Amazing Fantasy", que será subastado en noviembre en un evento en el que se espera recaudar medio millón de dólares.
Pero también hay espadas jedi -las más baratas por 75 dólares-, camisetas, gorras, cuadros, máscaras, armaduras o muñecos de todos los tamaños y gustos.
Sin embargo, uno de los ingredientes más jugosos son los disfraces de los visitantes, que arremolinan a numerosos curiosos que no dudan en hacerse fotos con entusiasmados soldados del imperio de la Guerra de las Galaxias, personajes manga, el doctor Óctupus o Batman y Robin, que se pasean por los pasillos de la feria como si fuera su casa.
David Charles se ha desplazado con su pareja desde el estado de Kentucky para pasar las cuatro jornadas en la Comic Comic, cada día con un disfraz diferente.
"Comic Con es para mí un lugar en el podemos dejar de ser adultos por un momento y no tomar las cosas tan en serio, divertirnos, disfrazarnos y rodearnos de gente que solo quiere festejar", dice este psicólogo, un apasionado de la feria, que asegura recomendar a sus clientes que participen en actividades divertidas, porque "sin este tipo de cosas, la vida se reduce a trabajar y pagar facturas.
Los amigos de Axel le dijeron el miércoles que les sobraba una entrada para la Comic Con y ella no lo pensó dos veces.
"Anoche me dije que quería ser Beetlejuice, mi héroe de infancia, me fui corriendo a una tienda de disfraces de Halloween y consulté varios tutoriales de Youtube de cómo maquillarse como una muerta y aquí estoy", cuenta a EFE con un café en la mano, con el que retomar ánimos.