Embajador dominicano ante la UNESCO participa en la conferencia “Reflexiones del idioma español en América Latina y el Caribe”
Andrés L. Mateo intervino junto a sus homólogos de la República Bolivariana de Venezuela, Cuba, Paraguay y un especialista de la UNESCO
El delegado permanente de la República Dominicana ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), Andrés L. Mateo, disertó en la conferencia “Reflexiones del idioma español”, en el marco de la novena edición de la Semana de América Latina y el Caribe, que se desarrolla en la sede del organismo multilateral.
El embajador Andrés L. Mateo participó junto a sus homólogos de la República Bolivariana de Venezuela, Jorge Valero; de Cuba, Yahima Esquivel. Igualmente, Pedro Monreal, especialista del Programa del sector de Ciencias Sociales y Humanas de la UNESCO.
Durante su ponencia de unos 30 minutos, el representante del país ante la UNESCO destacó que, “la lengua castellana fue desde el inicio mismo del descubrimiento, fundamento institucional de la conquista. Desde el inicio de la colonización, los Reyes instruyeron para la enseñanza de la lengua castellana, a pesar de que el castellano, en el momento del inicio de la colonización, y también a pesar del diccionario, no era todavía una lengua culta”.
Sostuvo que “el castellano se fue en adelante también en las expresiones literarias. Por ejemplo, la canción de gesta española, el cantar del Mio Cid, se escribió en castellano. El ímpetu del castellano se expresó también en los cambios fonéticos, sirvió para la redacción de las leyes generales, la ordenes militares, etc. No obstante, el proceso que llevó al castellano a convertirse en el idioma general de América es complejo”.
El también escritor dominicano, precisó que, “la enseñanza del castellano chocó con un dilema previsible, que fue elegir en cuál lengua enseñar. Como se enseña a a evangelizar se adoptó emplear los idiomas nativos, aunque se decían que eran lenguas en las cuales no había una conceptualización adecuada para explicar los dogmas del cristianismo. Pero algunos misioneros fomentaron el uso de las llamadas lenguas generales, que tenia un alto número de hablantes y porque servían como lengua franca a comunidades diversas para realizar comercios, como el náhuatl en Mexico, y el quechua en Perú”, puntualizó.
Valoró que “ la iglesia tuvo un papel preponderante en este aspecto, e incluso una particular y destacada actuación en el caso del guaraní en el Cono Sur”.
Andrés L. Mateo dijo que “en el momento de la independencia americana solo hablaban castellano más de tres millones de habitantes. La pérdida del poder y prestigio del imperio español rompía el centro de la cohesión del sistema lingüístico, y en estos casos a partir de la línea lingüística matrilineal se crean nuevos idiomas. El modelo es la disolución del alto latín, que culminó en las lenguas romances y finalmente las lenguas nacionales”.
“En el caso de América se generalizó el habla del castellano en el mismo momento que España entraba en la decadencia total”, argumentó el diplomático dominicano.
Finalmente Andrés L. Mateo enfatizó que “más de 600 millones de hablantes en el mundo poseen inteligibilidad mutua. Todos podemos entendernos. Con nuestras diferencias por la evolución particular del español de América, y la especificidad de la historia de cada país, en nuestro universo vocabular todos nos entendemos, lo que revela la unidad y homogeneidad de una lengua de extensión.
Al acto asistieron además, representantes de la comunidad dominicana en Francia, embajadores y especialistas de la UNESCO.