Darwin Aquino de vuelta a sus raíces
El director de orquesta, compositor y violinista dominicano, ha forjado su carrera fusionando las raíces africanas e hispánicas del Caribe con su formación clásica
![Darwin Aquino de vuelta a sus raíces Darwin Aquino de vuelta a sus raíces](https://resources.diariolibre.com/images/2025/01/28/darwin-aquino-focus-min0.05-0.34-896-504.jpg)
La música es el idioma universal que despierta nuestras emociones más profundas. Así lo vive y expresa Darwin Aquino, director de orquesta y ópera, compositor y violinista dominicano, cuyo universo musical como creador nace de la fusión vibrante de las culturas del Caribe.
Aquino comenzó tocando el violín a la edad de seis años, por motivación de su padre, y, precozmente, se abrió camino en la dirección orquestal.
Consciente de que los sistemas de orquestas son fuente de talento, de creatividad y motivación para la juventud, agradece haber tenido la oportunidad de desempeñarse como director de la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil —por un periodo de doce años—, la que considera su escuela más importante hasta el momento.
Posteriormente, se trasladó a Estados Unidos para continuar sus estudios de especialización en dirección de orquesta, logrando la titularidad de la Orquesta Filarmónica de St. Louis, la Orquesta Sinfónica de Washington University y de la temporada de Nuevas Composiciones del Teatro de Ópera de St. Louis (OTSL).
A pesar de residir desde hace varios años en el extranjero, su corazón permanece unido a la isla. Razón por la cual, a la hora de componer vuelve siempre a sus raíces, a esa mezcla africana e hispánica que nos caracteriza.
![Infografía](https://resources.diariolibre.com/images/2025/01/28/stlphil.jpeg)
Simbología, palabra y color, es lo que define su proceso creador. Al componer, primero imagina y planifica todos los elementos de la obra, sus sonoridades y concepto para determinar qué es lo que quiere comunicar, un proceso que puede tomarle varios meses.
Además, escribe a mano la mayoría de sus obras y luego las digitaliza, pues señala que los dedos y el lápiz son la última sensación de la música que sale del cuerpo.
Se considera, a la vez, aficionado a las palabras, lo que puede percibirse en los títulos de algunas de sus piezas musicales: Una isla dos mundos, Lunga Pandemia, Congofonía, Redescubrimiento: A Dominican in St. Louis, Aee Mama Si Ee.
Como director de orquesta es enérgico y, sobre todo, honesto. Le gusta pensar que su forma de dirigir es inclusiva, relajada y apasionada, buscando siempre expresar la música de la manera más precisa posible.
Siente que lo más importante es saber cuando los músicos le necesitan, para así crear un ambiente de extrema confianza donde los sentimientos y la calidad técnica de la interpretación se elevan. Para él, menos es más a la hora de dirigir, lo que requiere de un entrenamiento que se va adquiriendo con el tiempo.
Darwin Aquino continúa poniendo la vista en los colores y sonidos que lo vieron crecer, los que logra transformar en lienzos musicales. Y estos luego cobran vida resonando en el alma de su público.