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¿Masticar mal podría estar afectando tu digestión y causando reflujo?

La masticación consciente es clave para prevenir el reflujo gastroesofágico

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¿Masticar mal podría estar afectando tu digestión y causando reflujo?
La masticación consciente juega un papel esencial en el sistema digestivo, ayudando a prevenir el reflujo gastroesofágico y mejorando la digestión. (SHUTTERSTOCK)

La masticación, un proceso aparentemente simple y cotidiano, desempeña un papel crucial en el sistema digestivo, influyendo directamente en la prevención del reflujo gastroesofágico (RGE) y en la mejora de la digestión.

El RGE ocurre cuando el contenido gástrico asciende hacia el esófago, causando síntomas como acidez y regurgitación. Este trastorno puede ser exacerbado por una digestión incompleta iniciada en la boca.

Masticar correctamente los alimentos no solo reduce el tamaño de las partículas, sino que también mezcla el bolo alimenticio con la saliva, rica en enzimas como la amilasa salival y mucina, esenciales para la pre-digestión.

Estudios sugieren que una masticación insuficiente aumenta el tiempo de permanencia de los alimentos en el estómago, lo que a su vez incrementa la producción de ácido gástrico y la presión sobre el esfínter esofágico inferior (EEI), favoreciendo el reflujo.

Además, una masticación lenta y consciente puede reducir la ingesta calórica total y promover la saciedad. Esto es relevante, ya que el sobrepeso y la obesidad son factores de riesgo clave para el RGE debido al aumento de la presión intraabdominal.

La digestión comienza en la boca, donde la masticación fragmenta los alimentos en partículas más pequeñas, incrementando su área de superficie para que las enzimas digestivas actúen de manera eficiente.

Este paso inicial prepara el bolo alimenticio para su tránsito a través del esófago y su posterior procesamiento en el estómago e intestinos. La saliva no solo inicia la digestión de los carbohidratos, sino que también contiene compuestos antimicrobianos que ayudan a proteger el sistema digestivo.

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Infografía

Una masticación adecuada también estimula la producción de ácido clorhídrico en el estómago mediante señales neurológicas. Este ácido es esencial para la descomposición de proteínas y la activación de enzimas como la pepsina. La falta de masticación puede alterar este proceso, llevando a una digestión incompleta, hinchazón y molestias abdominales.

Implicaciones clínicas y recomendaciones

Desde un enfoque clínico, fomentar una masticación adecuada podría ser una estrategia complementaria para pacientes con RGE y otros trastornos digestivos. Las siguientes recomendaciones son clave:

  1. Masticar conscientemente: Realizar entre 20 y 30 masticaciones por bocado puede mejorar significativamente la digestión.
  2. Evitar comidas rápidas: Comer apresuradamente puede incrementar la ingesta de aire (aerofagia), exacerbando el RGE y causando distensión abdominal.
  3. Controlar porciones: Comidas más pequeñas y bien masticadas reducen la presión sobre el EEI y facilitan la digestión gástrica.

La masticación es mucho más que un acto mecánico; es el primer paso en la cadena digestiva que puede influir positivamente en el RGE y optimizar la digestión en general.

Se destaca la importancia de educar a los pacientes sobre hábitos alimentarios conscientes y masticación adecuada como estrategias preventivas y terapéuticas en trastornos digestivos. Este enfoque holístico puede marcar una diferencia significativa en la salud gastrointestinal y el bienestar general.

TEMAS -

Dra. Erika Pérez-Lara Doctora en Medicina. Especialidad en Nutriología Clínica en INTEC. Master en Nutrición y Alimentación en Universidad de Barcelona (UB).