Alberto Ruy Sánchez y los delirios compartidos
Alberto Ruy Sánchez es un autor que explora el deseo y la imaginación como motor de sus obras
Curioseando en un viaje a Ciudad de México, entré a la librería Artes de México en la colonia Roma. Es un rincón mágico repleto de artesanía y cerámica de diferentes lugares del país azteca, así como de ediciones de libros y revistas de la editorial que lleva el mismo nombre.
Dentro de los anaqueles había un poemario que capturó mi atención: Luz del Colibrí, de Alberto Ruy Sánchez. A partir de ahí, me hice adepta a su escritura sensorial y humana.
Alberto Ruy Sánchez se siente un alumno de todo lo que vive. Sus estímulos han ido en aumento desde que aprendió a leer de la mano de su madre y a descifrar la flora y fauna del desierto junto a su padre.
Además de escuchar historias de sus abuelos que hablaban con los vivos y con los muertos. Por ello, en todos sus libros está presente el placer de contar historias.
Ruy Sánchez es Director General de Artes de México y autor de más de treinta libros que han sido traducidos a múltiples idiomas y premiados en varios países.
Obtuvo, junto a su esposa Margarita de Orellana, el Premio al Mérito editorial FIL Guadalajara 2023. En 2017, recibió el Premio Nacional de México por el conjunto de su obra. Es Doctor por la Universidad de París, y Francia lo distinguió como Oficial de la Orden de las Artes y las Letras.
Alberto relata que sus escritos sobre el deseo comenzaron como una preocupación, pues al principio de su vida en pareja se percató de que tenía mucho que aprender sobre el mundo afectivo, amoroso y sexual de una mujer.
Poco a poco se fue convirtiendo en un observador. Parte de sus motivaciones literarias tienen que ver con esa sensación, de lo que no está escrito y se percibe.
Entonces, empezó a vivir una exploración del deseo, de sus características, de la conducta deseante de las personas, lo cual era cada vez más, evidentemente, una exploración de la imaginación.
Para él, el deseo es la atracción entre las personas con imaginación. Esa imaginación, contrariamente a lo que la gente piensa, es un freno también.
Te permite no lanzarte sobre la persona que deseas sino crear imágenes, crear formas para acercarte. Te hace tener conciencia de que es un sueño, de que la imaginación deseante cumple muchas funciones distintas, y es un universo prodigioso.
Ruy Sánchez señala que el verdadero encuentro de dos amantes es una fantástica confusión. Es decir, que la relación amorosa más real es un delirio compartido.
Y en ese sentido, la escritura es su orfebrería de delirios, ofrecida a sus lectores para que, tal vez, una parte de los suyos pueda anudarse con los de él.