Si has sufrido de un infarto, la arginina no es un suplemento sugerido
Descubre los beneficios y riesgos de la L-Arginina
La arginina, también conocida como L-arginina, es un aminoácido semi-esencial que juega un papel crucial en diversas funciones fisiológicas. Aunque el cuerpo humano puede producirla, en ciertas condiciones, como el crecimiento, el embarazo y situaciones de estrés fisiológico, la demanda de arginina puede superar la capacidad del cuerpo para producirla, convirtiéndola en un nutriente esencial.
¿En cuáles alimentos la encontramos?
Se encuentra en una variedad de alimentos, tanto de origen animal como vegetal, tales son:
- Carnes rojas y blancas: Pollo, pavo y carne de res son excelentes fuentes de arginina.
- Productos lácteos: Leche, queso y yogur.
- Mariscos: Pescados como el salmón y el atún, y mariscos como los camarones.
- Frutos secos y semillas: Almendras, nueces y semillas de calabaza.
- Legumbres: Guisantes, lentejas y garbanzos.
- Granos enteros: Avena, trigo sarraceno y quinoa.
La L-arginina se utiliza actualmente en casos de daño en el hígado (especialmente relacionadas con anomalías en el ciclo de la urea), intoxicación por amonio, trastornos asténicos (debilidad generalizada) y desnutrición, así como un aminoácido de apoyo para atletas.
La L-arginina se supone útil en el manejo de la hipertensión, enfermedad isquémica del corazón, insuficiencia cardíaca, hipercolesterolemia, glaucoma, insuficiencia renal crónica, diabetes y prevención de enfermedades cardiovasculares, incluido el accidente cerebrovascular.
Pero, a pesar de su posible efecto positivo en muchas enfermedades cardiovasculares, la suplementación con L-arginina puede aumentar la mortalidad después de un infarto de miocardio. La suplementación con L-arginina en personas que han tenido un infarto de miocardio puede aumentar la producción de óxido nítrico (NO).
Este aumento de NO puede reaccionar con superóxido para formar peroxinitrito, una sustancia dañina que causa estrés oxidativo y daño celular. (Pasini, 2022)
Impacto en atletas
La arginina también ha ganado popularidad en el ámbito deportivo debido a sus potenciales beneficios para mejorar el rendimiento. La arginina puede:
- Mejorar la vasodilatación: Incrementando el flujo sanguíneo y, por lo tanto, el suministro de oxígeno y nutrientes a los músculos durante el ejercicio.
- Aumentar la resistencia: Al reducir la fatiga muscular y mejorar la eficiencia del ejercicio aeróbico.
- Promover la recuperación muscular: Acelerando la reparación de los tejidos después de entrenamientos intensivos.
Un estudio reciente realizado por Viribay et al. (2020) muestra que la suplementación con L-arginina en atletas de resistencia mejora significativamente el rendimiento y la recuperación muscular.
Contraindicaciones y debilidades
A pesar de sus beneficios, la suplementación con arginina no está exenta de riesgos y contraindicaciones:
- Efectos gastrointestinales: Dosis altas de arginina pueden causar efectos secundarios gastrointestinales como diarrea, náuseas y malestar abdominal.
- Interacciones con medicamentos: La arginina puede interactuar con ciertos medicamentos, como los antihipertensivos, potenciando sus efectos y llevando a una hipotensión (presión baja) excesiva.
- Pacientes con herpes: La arginina puede exacerbar las infecciones por herpes, ya que este virus utiliza la arginina para replicarse.
- Complicaciones en la función renal: En personas con enfermedades renales, la arginina puede agravar la acumulación de productos de desecho nitrogenados.
En conclusión, aunque la arginina tiene un papel significativo en varias funciones biológicas y aplicaciones clínicas, su suplementación debe ser manejada con cuidado y supervisión para que la población que tiene beneficios pueda usarla sin efectos indeseados.