10 consejos para fomentar la solidaridad
Estas sugerencias son ideales para conmemorar el Día Internacional de la Solidaridad Humana
Ideado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en el 2005, el Día Internacional de la Solidaridad Humana surgió como una iniciativa para promover la cultura de la solidaridad, el valor de compartir y la lucha contra la pobreza.
Con esta idea en mente, la Dra. Yahila De Peña ha compartido una serie de consejos y sugerencias con la intención de ayudarte a cultivar el sentimiento de la solidaridad y el deseo de ser una mejor persona.
Consejos para fomentar la solidariad
- El primero de estos consejos es que tenemos que tomar en cuenta que todo ser humano merece respeto y trato digno por el simple hecho de existir, ya que no hay otro requisito para ser respetado y tratado dignamente.
- Otro hábito que vale la pena cultivar es el de mirarnos a nosotros mismos y conocernos bien para poder identificar esas áreas en las que debemos trabajar o con las que necesitamos apoyo, porque si no nos conocemos, si no nos trabajamos, nunca vamos a poder ser solidarios con los demás.
- Tenemos que entender que la forma en la que tratamos a los demás viene dada por quien nosotros somos, no por quien la otra persona es. Es decir, debemos tratar a los demás con respeto y empatía porque, día a día, debemos tratar de ser respetuosos y empáticos, no porque entendemos que el otro se lo ganó.
- Hay que entender que cada ser humano es valioso y todo el mundo tiene algo que ofrecer. Es importante que tratemos de ver eso, a pesar de las fallas que cada individuo tiene. Muchas veces los errores y los desacuerdos nos nublan la visión y no nos permite ver la hermosa persona que puede haber detrás de cada situación.
- Saber que todos tenemos oportunidad de crecer y de mejorar y que ese proceso de crecimiento no es lineal, que es un desarrollo dinámico. Hay demasiadas circunstancias que forman parte de nuestras vidas y que pueden ir moldeando nuestro accionar día a día.
- Esto suena demasiado simple, pero tenemos que tratar de ser felices, aunque mínimamente y sin restarle felicidad a otro, pero, idealmente, contribuyendo también con la felicidad de los demás.
- Hay que aprender a aceptar que tener dificultades y emociones negativas es parte de la naturaleza humana y que, en comunidad y con apoyo, siempre va a ser más fácil enfrentar y sobrellevar esos retos.
- Nuestra empatía no puede estar limitada a aquellas personas que piensan y actúan igual que nosotros, porque al final cada ser humano es único, es irrepetible y eso nos enriquece como sociedad.
- Debemos aprender que, cuando una persona está pasando por una situación difícil, nuestra perspectiva en relación a la magnitud del problema no es relevante. Lo que es importante es lo que la persona está sintiendo y cómo esa situación le afecta.
- Cuando nosotros ofrezcamos ayuda a alguien que lo necesita, hay que tratar de ser específicos con la ayuda que estamos dispuestos a ofrecer.